1 DE OCTUBRE, DIA MUNDIAL DE LAS PERSONAS MAYORES.

Una revolución demográfica está ocurriendo en todo el mundo. Actualmente hay alrededor de 600 millones de personas de 60 años y más; esta cifra se duplicará hacia el año 2025 y llegará a casi dos mil millones hacia el año 2050 la mayoría de ellos en países en vías de desarrollo.

La Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 1 de octubre Día Internacional de las Personas de Edad para solicitar contribuciones destinadas al Fondo Fiduciario para el Envejecimiento, que apoya proyectos en beneficio de los ancianos en países en desarrollo.

Una revolución demográfica está ocurriendo en todo el mundo. Actualmente hay alrededor de 600 millones de personas de 60 años y más; esta cifra se duplicará hacia el año 2025 y llegará a casi dos mil millones hacia el año 2050 la mayoría de ellos en países en vías de desarrollo. jgm.jpg

Este límite de edad para decir que una persona es anciana ha ido cambiando con los años, antes con 50 podía considerarse ya un anciano, sin embargo, hoy la edad es una medida arbitraria, sin fundamento científico. Muchos todavía creen que al llegar a los 65 años ocurre algún evento bio-psico-social, misterioso y fantástico, marcado por el reloj y la jubilación, que nos transforma de adultos a ancianos, pero la realidad es distinta, hay hombres y mujeres con mas de 70 años que están activos y llevando un vida con entera plenitud. El envejecimiento poblacional es y será una realidad a la que habrá que prestar la suficiente atención, no sólo por el incremento progresivo de su proporción, sino por el aumento de las condiciones de dependencia que van a padecer muchas de estas personas y, por extensión, por la cualificación humana y técnica de los profesionales que tendrán que hacerse cargo de su cuidado.

No hay genes del envejecimiento, pero la dotación genética puede influir en cómo se envejece. Si una persona sustenta su estilo de vida en: una adecuada nutrición, una actividad fisica apropiada, evitar hábitos nocivos (tabaco, alcohol en exceso, falta de sueño, etc.) y presenta una ‘buena actitud ante la vida”, logra una mejor y mayor longevidad que la que le correspondería por su carga genética.

¿Por qué hace siglos el envejecimiento era signo de sabiduría y hoy se arrincona a los ancianos?

En nuestra cultura occidental conviven los sentidos positivos y negativos hacia la ancianidad, pero son estos últimos los que están teniendo más peso en las últimas décadas. Esta pérdida de importancia y relevancia social que surge desde la cultura occidental, ha propiciado lo que en la actualidad se denomina técnicamente ageísmo o etaísmo, que es el conjunto de valores o mejor, contravalores, y actitudes peyorativas que vienen a marginar y excluir en todos los órdenes de la vida social a la persona mayor. Este decrecimiento en la estima social de las personas de edad nos permite afirmar que los ancianos comienzan a ser un grupo vulnerable, débil y marginal que merece una especial protección.

Desde las administraciones se debería apoyar la asistencia integral al anciano tanto sano como enfermo. Uno de los objetivos de la Geriatría y de la Gerontología es que el anciano permanezca el mayor tiempo posible en su domicilio, mediante la utilización de recursos sanitarios y sociales adecuados. La Geriatría ofrece una respuesta eficiente a las muchas y complejas necesidades que tiene el paciente mayor. La asistencia geriátrica, entendida como la atención al paciente mayor vulnerable o de alto riesgo, debe ser contemplada tanto en atención primaria como especializada en la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud.

A pesar de una primera impresión de inactividad, una proporción importante de los mayores está dispuesto a seguir realizando aportaciones activas a la sociedad: trabajar, transmitir parte de sus conocimientos profesionales a otros, o cuidar a personas que lo necesiten.

Pero detrás de todas esas cifras se esconde el día a día de nuestros mayores, principalmente de los que ya no se valen por sí mismos, y de sus familias o cuidadores, que los acogen y se enfrentan a una vida organizada alrededor de ellos. Vivir con un anciano que requiere atención constante resulta duro, y en la mayoría de las ocasiones poco gratificante. Aún así, es una opción elegida por muchas familias y aceptada con resignación por otras tantas, debido a que las infraestructuras gerontológicas de nuestro país resultan insuficientes.

¿El envejecimiento es sinónimo de soledad?

La existencia de alta proporción de personas mayores que viven solas motiva una mayor presión sobre los servicios socio-sanitarios y mas aún cuando aparece la dependencia. También es un factor para padecer o agravar determinadas enfermedades y sufrir aislamiento social.

Mantenerse activo y no perder la comunicación con otras personas son las claves para un buen envejecimiento. La soledad en las personas mayores debe combatirse evitando que se pierdan los lazos con los amigos y manteniendo cierta actividad social, aunque lo cierto es que esos contactos suelen producirse con la familia ya que, en muchos casos, han desaparecido ya los allegados de la misma generación.

El buen envejecer no se basa sólo en la ausencia de enfermedades mentales, sino en alcanzar una madurez en la que la persona se sienta realizada y feliz, en la medida de lo posible, porque la felicidad tampoco es un estado perpetuo, sin embargo son personas que gozan de bienestar a pesar de que han tenido que hacer frente a las adversidades de la vida, como puede ser la pérdida de un ser querido.

Un comentario en “1 DE OCTUBRE, DIA MUNDIAL DE LAS PERSONAS MAYORES.

  1. HOLA!!!
    SU ARTICULO ES FABULOSO SE VE QUE ES UN GRAN DEFENSOR DE LOS ADULTOS DE LA TERCERA EDAD.
    Q BIEN YA NO HAY MUCHAS PERSONAS COMO USTED…
    LO ADMIRO MUCHO…
    DE VERDAD……………

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