ARTÍCULOS DE OPINIÓN
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ENRIC SOPENA
18/11/2007
Cabos sueltos
De hienas a ovejitas
A buenas horas, mangas verdes. Si se cree Rajoy que con un toque de moderación -«made in Soraya o made in Costa pijo»- y unos cuantos regalos (o simplemente promesas de regalos), el PP va a dar – en las urnas de marzo- la vuelta a la tortilla, se equivoca.
Rajoy llega tarde. O, lo que es peor aún, a destiempo. Y llega mal. No basta con maquillarse ni basta con una operación de cirugía estética. Rebajemos los kilos de demagogia de la marca Alcaraz/AVT y que nuestro líder no acuda dentro de unos días a la enésima manifestación promovida por este sujeto paranoico. Pero algunos de los nuestros sí estarán para que no se diga y, sobre todo, para que no nos masacre don Federico.
Ni una palabra más sobre la sentencia del 11-M. Hay que intervenir urgentemente e impedir que se extienda entre los nuestros la impresión de que el veredicto de Gómez Bermúdez fue una chapuza y que se debe seguir investigando. Ahora más que nunca, Mariano ha de proyectar su imagen de estadista. Pero todo ello con sumo cuidado, desde luego, y dando cancha de cuando en cuando al trío de los halcones –Mayor Oreja, Zaplana y Acebes-, no sea caso que Pedro J. Ramírez nos lance un zarpazo de mala leche desde El Mundo.
Hablemos de consenso, que bonito es el consenso, nos gusta el consenso, ofrecemos consenso, somos España, somos banderas, somos constitucionales, somos centristas, somos gentes de firmes convicciones y olé. ¿Qué hacemos, mientras, con José María? La verdad es que lo tenemos descontrolado. Nos dejó el otro día, a raíz del incidente verbal entre Chávez, Zapatero y el Rey, con el culo al aire. Salimos en tromba, con Elorriaga de ariete, y Aznar nos metió un gol en nuestra propia puerta. O nos lo entretiene Murdoch hasta marzo o vamos a tener un problema.
Pero no podemos, claro está, ocultarlo. Aznar es nuestro invicto Caudillo. Al fin y al cabo, no se presentó a las elecciones del 14-M. Cumplió su palabra, es un caballero, se fue voluntariamente. Ocho años y adiós. Fue Rajoy, eso es cierto, quien se estrelló en las elecciones. Ahora Aznar resulta pelín incómodo, pero es el mejor que tenemos. Lo malo es que a veces se va a las montañas lejanas, otras veces visita los desiertos remotos y continúa erre que erre soñando con ETA.
Y no nos engañemos. Esperanza está que se sale. Va a por todas. Sabe que o se transforma ahora en Margaret Thatcher o se acabó la película. Y Gallardón no ceja. Le ha estallado una bomba fétida. ¿Sólo una bomba fétida? ¿Quién se la habrá puesto? Acusa ABC a Ferraz o a Pepiño, que viene a ser lo mismo. Pero mejor haría Zarzalejos si apuntara a la Puerta del Sol, donde gobierna Aguirre, su amiga sin alma, su rival a muerte (política), su enemiga implacable.
La cosmética llega tarde a Génova 13. No se puede actuar como hienas a lo largo de casi cuatro años y aparecer a casi cuatro meses de las elecciones como ovejitas. Por suerte, los ciudadanos no han perdido la memoria. Por eso el PP perderá las elecciones.