PP: TRAS LA CAIDA DE GALLARDÓN, EL PARTIDO HA APOSTADO DEFINITIVAMENTE POR LAS PROPUESTAS DE EXTREMA DERECHA.

POLÍTICA

 31/01/2008

Los duros del PP se sienten fuertes

Tras la caída de Gallardón, el partido ha apostado definitivamente por los mensajes radicales

S. COLADO

La estrategia del PP de acercarse al centro de cara a las generales ha saltado por los aires con la exclusión de Gallardón, un gesto interpretado como la victoria de los sectores más derechistas del partido, con Esperanza Aguirre y Aznar a la cabeza. Se aprecia un punto de inflexión desde ese momento, ya que el PP ha vuelto a radicalizar sus mensajes desde que Rajoy aclarara definitivamente hace dos semanas cuál es la línea por la que apuesta en el partido: Zaplana y Acebes vuelven a la primera línea, Aznar multiplica sus intervenciones, guiños a la Iglesia como el Ministerio de la Familia, discursos vinculando inmigración y delincuencia como los que protagoniza la presidenta de Madrid, etc. Los sectores más integristas del partido, como la COPE y periodistas de la Asociación de Propagandísticas Católicos, celebran su momento.

La operación centro del PP de Mariano Rajoy fue en buena medida una apuesta por su imagen personal. Así, mientras el Partido Popular mantenía el tipo de oposición que ha marcado toda la legislatura, por ejemplo apoyando la última manifestación de la AVT contra el Gobierno de Zapatero, el líder del PP se permitía faltar a la cita para evitar una nueva imagen asociada al radicalismo, o a través de sus hombres menos desgastados durante la legislatura, como Gabriel Elorriaga o Juan Costa, lanzaba mensajes de moderación o guiños al nacionalismo, a veces a través de medios proclives a ganarse el voto de centro como El País. Estos personajes son los que están ahora en un segundo plano, aunque la cercanía de la campaña les devolverá protagonismo.

La moderación llegó a ser alarmante
Poco dado a explicitar sus posturas (en cualquier caso la hemeroteca recuerda sus ataques a la igualdad y la defensa de los privilegios sociales), lo que justifica por su origen gallego, Rajoy habla a través de sus gestos. Y ya que el ascenso de ratistas como Costa, coordinador del programa electoral, coincidía con el período de elaboración de las listas, entre el núcleo duro del partido cundió el pánico. En la COPE hicieron sonar las alarmas cuando Rajoy filtró –después de la mediación de Aguirre por Jiménez Losantos ante el Rey- su preocupación ante los obvios vínculos entre el PP y la cadena de los obispos.

El discurso vuelve a radicalizarse
Sin embargo, tras la defenestración de Gallardón y la apuesta por Manuel Pizarro, los sectores más duros del partido vuelven a sentirse fuertes. Aznar, que ya intentó abortar la operación de moderación de Rajoy con elogios a Reagan, a Juan Pablo II y a Margaret Thatcher, mantiene invariable su discurso, aunque aumentado sus apariciones. Tras el anuncio de las listas definitivas y sus privilegiados puestos–el primero por Ávila y el cuarto por Madrid, respectivamente- Acebes y Zaplana y a los que se les mantuvo temporalmente en un segundo plano también han aparecido profusamente, incluidas entrevistas a TVE1 y la COPE. Aguirre ha aprovechado también para recuperar los discursos en clave enfrentamiento Madrid-Gobierno central y mensajes populistas de extrema derecha como la vinculación entre inmigración y delincuencia.

«Como en los mejores tiempos de Aznar»
La recuperación del rumbo ha sido celebrada por sectores como la COPE, donde ya se permiten despreciarle a Rajoy propuestas claramente dirigidas a los sectores más católicos, como el Ministerio de la Familia, exigiéndole más. Uno de los miembros de la Asociación Católica de Propagandistas, Juan Morote, proclama desde Libertad Digital que en el PP ya se han olvidado de los consejos de moderación y discurso de perfil bajo del asesor hasta ahora estrella del PP, Pedro Arriola, al que culpan de la derrota electoral de 2004. Asegura que “nos hallamos ante un escenario nuevo” y que Pizarro representa “la vuelta a un discurso claro, contundente, con propuestas, como el de los mejores tiempos de Aznar”.

COINCIDENCIA GENERALIZADA EN LOS MEDIOS: RAJOY LA HA METIDO HASTA EL CORVEJÓN EN EL CASO GALLARDÓN.

POLÍTICA

 18/01/2008

Un 64,4% de los españoles cree que la decisión de Rajoy es equivocada

La defenestración de Gallardón podría costar al PP entre 500.000 y 2 millones de votos

S.C.

Tras la resaca y los análisis políticos del anuncio de la exclusión de Gallardón de las listas del PP, varios medios están tratando ya de cuantificar el coste electoral de la decisión de Rajoy para su partido. Un medio como el diario La Vanguardia extrapola los últimos resultados de las elecciones de Madrid para alertar de que el coste “se acerca al medio millón de votos”, teniendo en cuenta que además de desincentivar a parte del electorado centrista, Aguirre moviliza más al voto de la izquierda. Mientras, en La Sexta han realizado un barómetro especial que concluye que el 64,4% de los españoles considera equivocada la decisión de prescindir de Gallardón y que el 19,1% de los votantes del PP declara que modificará su voto en las próximas elecciones, lo que supondría cerca de 2 millones de votos perdidos para el PP.

La Sexta Noticias ha realizado un Barómetro Especial sobre la exclusión de Gallardón que arroja unos datos demoledores para Rajoy. Así, el 64,4% de los españoles cree que la decisión de Mariano Rajoy de dejar al alcalde de Madrid fuera de las listas es equivocada, una opinión que comparte casi la mitad de los votantes del PP (el 48,6%) y la mayoría de los del PSOE (el 78,8). Por el contrario, solo para el 17,9% de los españoles la decisión es acertada, un porcentaje que aumenta hasta el 35,9% si el votantes se considera del PP, y que se queda en el 10% si es del PSOE.

El 19,1% de los populares cambiarían voto
Para el 65,3% de los españoles la decisión influirá en el resultado de las próximas elecciones generales, una posibilidad que admiten el 59,4% de los votantes del PP. Incluso el 19,1% de los votantes del PP se declara dispuesto a cambiar su voto a partir de ahora, lo que supondría, a partir de los datos de las elecciones de 2004, un coste de más de 1,8 millones de votos.

Gallardón acredita más votos que Espe
Por otra parte, el diario La Vanguardia repasa los datos de las últimas elecciones de Madrid para constatar que “Gallardón acredita más votos que Aguirre” en el PP. El experto en demoscopia Carles Castro firma el artículo en el que señala cómo Gallardón consiguió en la capital 16.000 votos más que Aguirre, mientras que en la Comunidad el centro-izquierda sumó 22.000 votos más.

Aguirre moviliza más a la izquierda
El experto advierte de que “si se extrapola esa diferencia [dos puntos porcentuales] al conjunto de España, la cantidad resultante se acerca al medio millón de votos, según cual sea el candidato” y explica que la clave está no sólo en los votos que pueda arrastrar Gallardón a su favor, sino que el rechazo a Aguirre moviliza más a los votantes de PSOE e IU.

Presiones al alcalde
En cuanto al futuro del alcalde, el diario El Mundo asegura que en el Ayuntamiento de Madrid los concejales más próximos a la dirección del PP madrileño y por tanto a Aguirre van a instar al alcalde a que aclare en una reunión su futuro político.

ENRIC SOPENA: RAJOY DOBLEGADO AL DIKTAT DE ESPERANZA AGUIRRE.

POLÍTICA

 18/01/2008

Crisis en el PP, según la prensa internacional

Rajoy, doblegado al diktat de Esperanza Aguirre

La prensa internacional se ha hecho eco de la derrota de Alberto Ruiz Gallardón, al cual Mariano Rajoy despojó de forma abrupta, el pasado martes, de su pretensión de ser incluido en la lista electoral por Madrid. En el Frankfurter Allgemeine Zeitung, por ejemplo, puede leerse: “Crisis en el Partido Popular español. Una lucha de poder de los dos príncipes herederos ha arrojado a una crisis al partido conservador, debilitando a su candidato Mariano Rajoy.”

Corriere Della Sera subraya: “Rajoy se doblega al diktat de Esperanza Aguirre. Ésta no ha renunciado nunca a sus aspiraciones de convertirse en la primera presidenta de Gobierno en España” Il Sole señala: “Desgarro entre los populares. Excluido de las listas el moderado Gallardón. Es una victoria para la derecha del PP, cercana al ex presidente Aznar”.

Ala conservadora
Coincide al utilizar el vocablo desgarrar Le Figaro: “La derecha española se desgarra ante las legislativas de marzo. Una decisión que, a pesar de los desmentidos del candidato Mariano Rajoy, ha sido tomada bajo la presión del ala conservadora del PP, representada por la presidenta de la Comunidad de Madrid”.

Dato muy relevante
Nuestro prestigioso colaborador Antonio San José, en su columna publicada ayer en El Plural, difundió un dato muy relevante que confirma que Rajoy acabó cediendo a las exigencias de Esperanza Aguirre o, dicho de otro modo -y como certifican los diarios extranjeros mencionados-, los sectores más conservadores del PP, cercanos desde luego a José María Aznar.

Argumento irrebatible
Éste es el significativo texto de San José: “Almorzando la pasada semana con un alto dirigente de los populares, una persona muy cercana a Rajoy, daba implícitamente por hecho que Ruiz-Gallardón figuraría en las listas de Madrid con un argumento irrebatible: “Lo que quiere Mariano es sumar y, desde ese presupuesto, incluirá (…) a aquellas personas que le ayudan a conseguir votos”. La cosa estaba hecha y así lo creía el propio interesado (…)”

Brusco viraje
¿Qué pasó para que se produjera in extremis tan brusco viraje que ha dejado a Gallardón en una situación políticamente insostenible, “prohibido por su propio partido”, según la versión del Financial Times, o “castigado”, según la del ya aludido periódico Corriere della Sera? ¿Quién convenció a Rajoy –en teoría máxima autoridad en el PP- para que prescindiera de Gallardón? ¿O quiénes le obligaron a humillar al hasta ahora victorioso alcalde de Madrid y, años atrás, no menos triunfante presidente autonómico de la Comunidad madrileña?

Por una razón sencilla
Está claro que los hilos de la conjura contra Gallardón fueron movidos por el núcleo duro del aznarismo. ¿Y por qué? Por una razón sencilla y fácil de entender. A partir de la convicción más que razonable de que Rajoy tiene perdida la batalla de las elecciones generales, prefirieron recortarle más aún sus ya de por sí escasas posibilidades de victoria a cambio de impedir como fuere que –en medio de las depresiones, tensiones y confusiones que produce toda derrota- emergiera de pronto Gallardón y terminara alzándose con el santo y la limosna. Es decir, con la jefatura del PP.

La heredera
Expulsado Gallardón a empujones y patadas de la carrera por la sucesión de Rajoy, Esperanza Aguirre tiene prácticamente todos los números de la rifa para erigirse en heredera. Téngase en cuenta que además -y a través de la defenestración del alcalde madrileño- se ha enviado un mensaje tan meridiano como perverso a la militancia pepera: “Ya lo veis, Gallardón no es de los nuestros, no es fiable, tiene razón Losantos…”

Más claro, el agua
Y éste otro: “Y si dimite de alcalde, mejor que mejor. Ahí está, a punto de salir al escenario, Ana Botella.” ¿Puede haber para Aznar y los suyos más consuelo tras el 9 de marzo que quitarse de en medio a Rajoy -que ha defraudado las expectativas en el depositadas-, controlar el futuro gracias a Aguirre y de rebote transformar a su mujer en alcaldesa de Madrid? Había que liquidar a Gallardón. Más claro, el agua. E.S.

EL PP PUSO EN MARCHA EL VENTILADOR DE LA IGNOMINIA SOBRE EL 11-M Y, AHORA, DEBERA RESPONDER ANTE EL ELECTORADO.

carlos_carnicero.jpg

POLÍTICA

 27/12/2007

El PP actuó como ventilador de la conspiración del 11-M y tendrá que responder por ello el 9-M

El año en que se disolvió la ignominia

No existen antecedentes en ningún país de la Europa Occidental, en ninguna democracia estable. Lo ocurrido durante tres años y medio, desde la mañana del 11 de marzo de 2004, cuando estallaró el racimo de bombas en la estación de Atocha, hasta la publicación de la sentencia del 11-M, pasará a la historia de la ignominia, quedando retratados para siempre los políticos y periodistas que pasando por encima de la dignidad de las víctimas, intentaron que la mentira quedase establecida como verdad. Su pretensión ha quedado frustrada por la contundencia de los hechos. Pero no han pedido perdón ni piensan hacerlo.

Ha existido una mixtura de cobardía colectiva y una ley del silencio impuesta por los poderosos medios de comunicación que han participado en la conjura. La ignominia se ha disuelto en la contundencia de la sentencia judicial, pero los culpables de esta conspiración todavía no han pagado sus fechorías. La estrategia emprendida ahora por los oficiantes de esta confabulación es dejar que el tiempo pase y suavice los efectos insoportables de la vergüenza. Pero ellos no se dan por aludidos.Estrategia del olvido
La gran tragedia de España es que no existe todavía un Rubicón que determine la imposibilidad de retorno en las conductas como las que estamos analizando. El miedo a los poderosos medios de comunicación ultra conservadores, al poder de la Iglesia Católica, a las practicas abominables del periodismo que realiza El Mundo, ha impedido una respuesta de repudio a estas formas de actuación. Y ahora el silencio y la retirada paulatina, sin reconocer los hechos, pretende que mediante el olvido se evite la petición de responsabilidades.El PP, con los conspiradores
Las próximas elecciones del mes de marzo son un factor decisivo para la exigencia de responsabilidades políticas. El PP ha desarrollado las dos terceras partes de la legislatura apoyando sus políticas en dos pilares indignos. De una parte, la teoría de la conspiración pretendía una sórdida empresa de encubrimiento de la presencia de ETA en el atentado de Atocha. No importó sembrar la sospecha sobre policías, guardias civiles, fiscales y jueces. Sin aportar ni siquiera una prueba o un indicio razonable, el ventilador de la sospecha la extendía recurriendo a inventos periodísticos, a pruebas fabricadas y pagadas a delincuentes que finalmente quedaron condenados.

Pretendida rendición ante ETA
La otra pieza fundamental de la estrategia del PP era la pretendida rendición del Gobierno a ETA. Sucesivas manifestaciones convocadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) increpaban al Gobierno, fortalecían a ETA y sembraban la división entre los españoles. Los hechos también se han impuesto sobre estas pretensiones. Ahora, la firmeza del Gobierno en la lucha contra ETA, la eficacia policial y la excelente colaboración francesa son un rotundo desmentido de esta parte de la estrategia del Partido Popular.

Rajoy baja en popularidad
La tozudez de las encuestas sitúan a Mariano Rajoy en los límites más bajos de la popularidad en los que nunca se ha asentado un líder de la oposición. La angustia en el PP ante las próximas elecciones es tanta que el debate se centra en si Alberto Ruiz-Gallardón ira o no en las listas electorales. Lo que pudiera colaborar en la salvación de Mariano Rajoy es al mismo tiempo la máxima amenaza para su futuro.

El PP no tiene nada que ofrecer
Con las dos piezas básicas de la estrategia popular –la teoría de la conspiración sobre el 11-M y la rendición del Gobierno a ETA- totalmente diluidas por la rotundidad de los hechos, el PP se presenta a las próximas elecciones sin nada que ofrecer. Lo peor que tienen las catástrofes anunciadas y los Apocalipsis amenazadores es que tienen que cumplirse para que surtan efectos. Y aquí, de lo que predicaban estos amorales, no se ha cumplido nada.

C.C.