Greenpeace y Le Monde Diplomatique lanzan un atlas sobre el estado medioambiental del mundo.

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Greenpeace y Le Monde Diplomatique lanzan un atlas sobre el estado medioambiental en el mundo, con un anexo sobre España

   MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) –   Greenpeace y Le Monde Diplomatique anunciaron hoy el lanzamiento del ‘Atlas Medioambiental 2008’, que analiza los grandes desafíos de la Ecología en el mundo en dos ejes, ‘Las amenazas del planeta’ y ‘Lo que puede salvarlo’.   Además, se publicará un anexo, realizado por la delegación española de la ONG, en el que se analiza la situación del medio ambiente en España y se desarrollan problemas como gestión del agua, energías renovables, contaminación por hidrocarburos, tratamiento de basuras, incendios forestales o la agresión urbanística a las costas.   Dentro de la primera parte del atlas, sobre los peligros actuales, el cambio climático ocupa un lugar central, y se abordan tanto sus efectos medioambientales –deshielo polar, desastres metereológicos, bosques en retroceso, sequías, biodiversidad y capa de ozono–, como sus consecuencias sociales –refugiados ambientales, cambios agrícolas forzosos o peligro desaparición de costas–.   En el segundo eje, se plantean iniciativas que pueden contribuir a un cambio de tendencia en la degradación medioambiental en temas como energías renovables, tratamiento eficiente de los residuos y del agua, alimentación, etc.

   Asimismo, esta segunda parte de la obra subraya la importancia del respeto a los compromisos internacionales; se recomienda la adopción del principio general del «contamina-paga», y se muestran ejemplos concretos de todas estas iniciativas tanto en países desarrollados como en los del Sur.

   «Tan sólo hace unos años, se ignoraba a los ecologistas o incluso se les ridiculiza», afirmó el director de Le Monde, Ignacio Ramonet. «Hoy todos los gobernantes y los medios de comunicación se preocupan por los peligros que acechan a la humanidad, ya que muchas de las amenazas medioambientales provienen directamente de las políticas de crecimiento económico propugnadas por la globalización neoliberal», añadió.

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RECURSOS HIDRICOS: LA GESTION RESPONSABLE DEL AGUA.


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Recursos hídricos: La gestión responsable del agua

El consumo sostenible en el campo y la ciudad es clave para evitar el despilfarro de un bien cada vez más escaso

Para el año 2100, la escasez de agua puede afectar de 1.000 a 3.000 millones de personas, según uno de los últimos informes del Panel Intergubernamental de Cambio Climático. Esta reducción de los recursos hídricos vendrá marcada por una meteorología extrema. Se estima que lloverá entre un 20 y un 60 % menos, según la zona, y que esos períodos de sequía se alternarán con épocas de lluvias torrenciales. ¿Cómo gestionar mejor el agua en estas circunstancias? Más que la construcción de más embalses o desaladoras, la comunidad científica aboga por controlar el uso que se hace del agua y, sobre todo, no continuar derrochando el agua como hasta ahora.

Agricultura sostenible

Una de las estrategias fundamentales para enfrentar este problema es la subvención de los cultivos más ecológicos y sostenibles. En España, la agricultura es el sector que consume más agua (se lleva entre el 75 y el 90 % del consumo total) y gran parte se está consumiendo de forma innecesaria. No obstante, el objetivo no pasa por «castigar» al agricultor sino por facilitar las herramientas para ayudar al desarrollo de cultivos sostenibles.

En este concepto no entran las subvenciones para el agua, que han transformado algunos cultivos de secano, como los olivares y los viñedos, en cultivos de regadío. Con esta fórmula se consigue hacerlos un poco más productivos, pero sólo porque el agua está subvencionada. También se subvencionan cultivos que necesitan grandes cantidades de agua, como el de algodón (que consume 10.000 metros cúbicos por hectárea) o los arrozales (que necesita 14.000 metros cúbicos por hectárea). Además, muchos cultivos no cuentan con sistemas eficientes de riego. El riego por inundación no sólo gasta más, sino que contamina más, ya que precipita a los acuíferos un mayor número de nitratos de los abonos, lo que repercute en una menor calidad del agua y un problema sanitario. Esta es la razón por la que los ecologistas defienden la eliminación de esas subvenciones que contribuyen al derroche del agua y proponen que se impulse la agricultura del ahorro hídrico.

A nivel urbano, un punto débil es la red de distribución. Un informe de Adena calcula que la modernización de las redes permitiría ahorrar hasta 1.500 hectómetros cúbicos de agua anuales en toda España, que equivalen a 1.500.000 millones de litros. Según ese mismo informe, Barcelona consiguió un ahorro en el gasto de agua del 8% con la mejora de la red de distribución. Y un ejemplo más lejano pero muy espectacular es el de la ciudad sudafricana de Durban, que tenía canalizaciones muy obsoletas y perdía hasta el 42 % del agua. Actualmente, con la renovación de la red de tuberías, el consumo de agua ha bajado un 50%.

La polémica del precio

Otra estrategia que puede ayudar a minimizar el gasto del agua es el incremento de su precio, aunque este punto genera opiniones encontradas se multiplican las opiniones más diversas. No son pocos quienes interpretan que el agua es una primera necesidad y que la subida de su precio pone en dificultades a las familias más humildes, mientras que otras familias sin dificultades económicas continúan consumiendo grandes cantidades de agua porque pueden pagarla. La UE aboga por que se cobre en proporción al coste real que supone llevar el agua hasta el hogar, lo que equivale a un incremento del precio en el caso de grandes y costosos trasvases, y precios más baratos en lugares donde el uso del agua sea sostenible.

De momento, lo que se aplica en muchas ciudades españolas en el agua de uso doméstico son los precios por «bloques»: un consumo básico que se considera de primera necesidad tiene un precio determinado y por encima de ese consumo el precio se encarece.

Aprovechar la lluvia

Muchos núcleos urbanos han sufrido y sufrirán las inundaciones por lluvias. El agua no halla su cauce natural, pero tampoco puede pasar al subsuelo para rellenar los acuíferos, de forma que no sólo causa fuertes inundaciones, sino que además fluye de forma muy rápida. Pero cuando el agua se mantiene en el cauce natural del río o en los humedales, circula con más lentitud, rellena los acuíferos y aporta beneficios para toda la biodiversidad del entorno. En los lugares en los que esta última opción ya no es posible se necesita poner en marcha otras alternativas. Una forma de aprovechar ese exceso de agua repentino son los depósitos de aguas pluviales.

En los domicilios particulares también se puede aprovechar la lluvia si se dispone de espacio para instalar un equipo mínimo. Por ejemplo, se puede instalar un bidón en el jardín y colocar un canalón de forma que se recoja el agua del tejado y ésta se destine al riego. Incluso esa misma agua se puede destinar al consumo propio si se instala un equipo que trata el agua combinando la ósmosis y los rayos ultravioleta. Un equipo con capacidad para unos 100 litros al día cuesta unos 1.200 euros, sin contar el depósito.

Ahorro en casa

Cualquier ciudadano puede aplicar prácticas y técnicas para ahorrar agua. Por ejemplo, la apertura del grifo de la ducha implica una cantidad considerable de agua fría antes de que brote caliente. ¿A dónde va a parar toda esa agua? Una práctica sencilla y económica es recogerla con un cubo para aprovecharla. No mantener los grifos abiertos de forma innecesaria y no poner la lavadora y el lavavajillas hasta que estén llenos son otras prácticas habituales recomendadas.

Cambiar la grifería, instalar sistemas de reducción de flujo en los grifos para conseguir un ahorro en el consumo de agua de hasta un 50%, o sustituir el depósito del inodoro por uno de doble descarga requiere una mayor inversión. También se puede optar por sistemas para reutilizar el agua. Según empresas especializadas consultadas, un sistema para tratar las aguas residuales con un filtro biológico y así poder reutilizarlas en el riego cuesta unos 3.000 euros, mientras que un sistema para tratar las aguas grises (de la cocina y el baño, pero no del retrete) y reutilizarlas en el retrete, la lavadora o el riego, supone una inversión de unos 6.000 euros. El coste de la instalación puede variar en función de si la casa es nueva o lleva construida muchos años (es más fácil la instalación en una obra nueva).

De cualquier forma, la inversión se amortiza a largo plazo y el ciudadano puede solicitar las diferentes subvenciones que proporcionan las administraciones autonómicas para este tipo de instalaciones. Ahora bien, estas iniciativas no servirán de nada si no se acompañan de unas buenas prácticas en su uso.


LA UNIÓN EUROPEA PRESENTA SU PLAN ENERGÉTICO PARA 2020.

Cambio Climático
LA UE PRESENTA SU PLAN ENERGÉTICO PARA 2020

España tendrá que doblar el uso de renovables y emitir un 10% menos de dióxido de carbono

  • Durao Barroso cifra el proyecto en tres euros semanales por europeo
  • Los ecologistas denuncian que los objetivos son arbitrarios
  • Las metas quedan por debajo de lo que exigió la UE en Bali
Aerogeneradores en el monte Oiz, Vizcaya. (Foto: El Mundo)

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Aerogeneradores en el monte Oiz, Vizcaya. (Foto: El Mundo)

Actualizado miércoles 23/01/2008 17:48 (CET)
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MARÍA RAMÍREZ (Bruselas)

BRUSELAS.- En 2020, España deberá producir el 20% de su energía con el Sol, el viento, el agua o la materia orgánica y tendrá que haber cortado sus emisiones de dióxido de carbono al menos un 10% respecto a 2005, según el plan presentado hoy por la Comisión Europea.

Esto supondrá doblar el nivel de energía renovable, que ahora apenas supera el 8%, y pasar del aumento controlado de CO2 a una clara reducción. Según el Protocolo de Kioto, la UE debe rebajar sus gases de efecto invernadero un 8% antes de 2012 en relación a 1990, pero España, por su retraso industrial, puede aumentarlos un 15% -en la actualidad, sin embargo, es el país que más incumple Kioto y ha incremento su producción de dióxido de carbono hasta un 45%.

La receta de la Comisión para la lucha contra el cambio climático es ahora ’20-20-20 para 2020′: no es una cábala, sino el plan para que los Veintisiete consigan en la próxima década ser más limpios, con un 20% de su energía de fuentes renovables, más eficaces, con un quinto de menos de consumo, y menos contaminantes, con una bajada del 20% las emisiones de dióxido de carbono.

En marzo de 2007, los líderes de la UE, presididos por la canciller Angela Merkel, se comprometieron a objetivos vinculantes para la lucha contra el cambio climático, pero su desarrollo concreto por sectores y países ha suscitado la resistencia de los Estados miembros, que quieren que les toque menos en el reparto de medidas con un coste inmediato anual de entre 50.000 y 120.000 millones de euros, es decir hasta el 1% del PIB europeo, y de los grupos ecologistas, que se quejan de la escasa ambición en Bruselas.

«Éste no es un plan por el medioambiente y contra la economía», aseguró ayer José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión, en una comparencia en la Eurocámara, tras una larga e intensa discusión entre sus comisarios. «Deberíamos hablar más de ganancias que de costes. Estas propuestas van a crear puestos de trabajo y no destruirlos; van a dar a nuestras compañías la ventaja de los primeros en llegar», dijo en rueda de prensa.

El portugués, que estima el coste del plan en tres euros semanales o lo que cuesta llenar el depósito tres veces al año, recordó que «la inacción» pasaría una factura de entre el 5% y 20% del PIB, de acuerdo al informe del economista Nicholas Stern para el Gobierno británico.

Se calcula que el coste anual del proyecto será de 120.000 millones de euros


Según la batería de propuestas, conocidas entre los funcionarios comunitarios como ‘el paquete’, las industrias más contaminantes, como las eléctricas, las papeleras o las cementeras, estarán obligadas a reducir en toda la UE sus emisiones un 21% respecto a 2005, aunque la Comisión no se ha puesto de acuerdo sobre si tendrán que pagar más por sus permisos de contaminación a partir de 2013 (ahora sólo lo hacen si emiten más del tope asignado en un sistema que, según la propia Comisión, no está funcionando bien); el resto de sectores sectores, como el transporte, la agricultura, la construcción o la gestión de basuras, estarán sometidos al máximo paneuropeo del 10%, dividido por países según su riqueza y sus posibilidades.

Tras las presiones de la industria alemana, bien protegida por su comisario, Günter Verheugen, Barroso reconoció que existe un «riesgo» de que algunas empresas europeas muevan sus divisiones a China u otros países con estándares medioambientales bajos. Por ello, la obligación para algunas industrias de comprar permisos dentro del mercado de emisiones se decidirá en 2010, en función de si existe o no un nuevo acuerdo global para la reducción de emisiones que también obligue a los países en vías de desarrollo.

Además, también se reparte la meta general de lograr que el 20% de la energía renovable. Los países más ricos y que más han desarrollado la tecnología hasta ahora se convertirán en los más limpios, como Suecia, cuya mitad de la energía tendrá que ser renovable –ya roza el 40%-, Dinamarca o Finlandia. Entre los ricos, destaca por su punto de partida tan deficiente, Reino Unido, que deberá llegar sólo al 15% de renovables, porque ahora menos del 2% de su energía deriva de estas fuentes limpias.

Los países del Este son los que, dado su retraso, tendrán las metas más modestas tanto en renovables como en emisiones totales, aunque a ninguno se le permitirá aumentar sus gases más de un 20% -el caso de los más pobres, Rumanía y Bulgaria. Según el nuevo sistema de comercio de renovables, además, los países que no lleguen a su objetivo, podrán comprar certificados limpios en otros de la UE.

Las industrias más contaminantes tendrán que reducir sus emisiones respecto a 2005


«Si a Luxemburgo, el ejemplo clásico por su tamaño, le sale muy caro instalar un parque eólico, puede gastarse menos financiando la energía renovable en Rumanía», explica un experto comunitario, responsable del ‘paquete’. Este sistema, que criticaba España, porque quiere seguir manteniendo su modelo de subvención de las renovables y que la distribución quede en manos del Estado y no las industrias, será optativo.

Además, la Comisión añade conserva dos propuestas criticadas, una directiva para permitir que se filtre el carbón de las emisiones y se entierre bajo el suelo y el fondo marino y el 10% obligatorio de biocombustibles para el transporte, pese a la polémica sobre su eficacia y el impacto en el medioambiente.

La Cámara de los Comunes británica critica en un informe la elección «prematura» vistos «los riesgos medioambientales importantes asociados con las tecnologías actuales». Aunque, la semana pasada, se filtró un informe interno de expertos de la Comisión donde se alertaba de los mismos peligros, el comisario de Energía, Andris Piebalgs, sigue defendiendo la opción, «la única alternativa al petróleo», que produce más CO2 en su extracción y transporte, daña las economías europeas por su precio en ascenso y, según Barroso, está en manos «de países que no son nuestros amigos».

Greenpeace se queja de que cuando los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete acordaron, hace casi un año, el objetivo de biocombustibles lo ligaron a que fueran «sostenibles». «Crecen las evidencias de que esta condición no se puede cumplir», escribe el grupo, en un análisis de las propuestas de la Comisión, que exige emplear tipos de biocombustibles que supongan un ahorro «sustancial» de emisiones respecto al petróleo, es decir al menos un 35%. Los ecologistas y el Parlamento Europeo recomiendan, al menos, un 60% para que merezca la pena su uso.

Además, Greenpeace y otras ONG aseguran que el «20-20-20» es igual de pegadizo que arbitrario, porque los líderes de la UE se comprometieron a rebajar al menos un 30% las emisiones de efecto invernadero si había un acuerdo global para 2012, cuando caduca el Protocolo de Kioto. Las metas de la UE ahora quedan lejos de los recortes barajados en la conferencia mundial sobre el cambio climático en Bali, en diciembre, entre el 25 y 40%.

El director del Panel Intergubernamental del Cambio Climático de Naciones Unidas, el programa receptor del Premio Nobel con Al Gore, considera que el plan europeo aún se ha quedado corto. «Lo que parecería aceptable ahora podría no serlo dentro de cuatro años», aseguró Rajendra Pachuri en el World Economic Forum de Davos.

En cualquier caso, el plan aún admite debates y cambios, ya que los gobiernos de los Veintisiete y la Eurocámara deben aprobarlo, posiblemente entre este año y el siguiente, en una negociación que los veteranos bruselenses prevén muy larga y de resultado incierto.

ZAPATERO AFIRMA QUE ESPAÑA ESTÁ EN UN «BARCO SEGURO» ANTE LA TORMENTA CREADA POR LA CRISIS HIPOTECARIA DE EE UU.

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Zapatero afirma que España está en un ‘barco seguro’ ante la tormenta creada por la crisis hipotecaria de EEUU

BRAGA (PORTUGAL), 19 (de la enviada especial de EUROPA PRESS, Beatriz Fernández)


El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, insistió hoy en que España se encuentra en un ‘barco seguro’ ante la tormenta originada en la economía internacional por la crisis hipotecaria de Estados Unidos.En rueda de prensa conjunta con el primer ministro portugués, José Sócrates, al término de la XXIII Cumbre luso española, rehusó avanzar si el programa electoral del PSOE contemplará alguna medida fiscal de choque para devolver dinero a los ciudadanos y evitar la desaceleración económica. ‘Forman parte del programa electoral’, dijo Zapatero por lo que pidió ‘esperar al programa electoral’.El presidente del Gobierno justificó la ‘solidez’ de la economía española en la creación de tres millones de empleos, el ‘aumento del capital físico y en inversión’ y en un superávit de las cuentas del 2% del PIB, elementos, señaló, que dan a España ‘un margen importante de maniobra para reaccionar’.No obstante, admitió que España tiene un ‘problema de precios’ como consecuencia de la subida de la inflación. ‘Es el principal problema, que como ha explicado el vicepresidente económico va a moderarse, especialmente a partir de marzo, para terminar 2008 seguramente por debajo del 3%’, dijo.

En este sentido, recordó que el Gobierno tiene un conjunto de medidas destinado a las familias ‘muy importante, en materia de subida de pensiones, de subida del salario mínimo interprofesional, de prestación por nacimiento’, junto con la rebaja del IRPF o del Impuesto de Sociedades. ‘Por supuesto seguiremos haciendo todas las medidas que sean necesarias’, señaló.

En alusión a la política económica del presidente estadounidense, avalada, dijo, por personas como el ex presidente de Endesa Manuel Pizarro, ‘fichado’ por el PP, aseguró que las recetas que fracasan son las de los neoconservadores, de cuyo modelo Zapatero dijo estar muy lejos y cerca de un ‘modelo productivo, de cohesión, de bienestar’.

ENERGÍA NUCLEAR, SE REABRE EL DEBATE.

Energía nuclear: se reabre el debate

Estancada en los últimos años, sus defensores la presentan ahora como una solución al cambio climático y a la dependencia de los combustibles fósiles

El debate sobre si impulsar o no la energía nuclear vuelve a estar de actualidad. Recientemente, España recalcaba públicamente su decisión, dada a conocer a principios de diciembre, de una agenda para reducir progresivamente la energía nuclear. Por su parte, la UE también hacía referencia hace unos meses en Bruselas al futuro de esta energía en la Europa de los 27. Sus defensores la presentan como un sistema limpio, sin emisiones de gases contaminantes ni de efecto invernadero (GEI); seguro porque cuenta con sistemas más modernos; y necesario, porque permite reducir la dependencia energética de los combustibles fósiles. Sin embargo, sus críticos recuerdan sus problemas, como el de los residuos radiactivos, y destacan que frenaría a las energías renovables, las únicas que en su opinión pueden abastecer de manera ecológica las necesidades mundiales.

  • Autor: Alex Fernández Muerza | 
  • Fecha de publicación: 2 de enero de 2008

¿Se reabre el debate nuclear?

España se posiciona en el uso de la energía nuclear de la siguiente manera: «la intención es mantener una política razonable, progresiva, de reducción de la energía nuclear», para lo que se apuntaba la elaboración de una «agenda de futuro de la energía nuclear en nuestro país.

Hace unos meses, la cumbre de la Unión Europea (UE), celebrada en Bruselas, trataba de lograr acuerdos contra el cambio climático. Sin embargo, Francia en aquel aprovechaba la reunión para tratar de convencer al resto de países de la necesidad de la energía nuclear en la lucha contra el cambio climático, al no emitir GEI. Asimismo, recalcaba que las fuentes renovables sólo pueden ayudar de manera parcial al reto de la UE en este campo.

El interés francés por la energía nuclear es evidente. Sus 59 reactores generan el 78,45% de su electricidad, lo que le convierte en el país del mundo con mayor porcentaje de este tipo de energía. El objetivo de Francia es seguir potenciando esta fuente de energía, y de hecho, a finales de 2007 comenzará la construcción de una central nuclear de tipo EPR (reactor europeo de agua presurizada, por sus siglas en inglés) en la localidad de Flamanville (Noroeste), que le permitirá exportar energía a otros países, entre ellos a España.

En 1990, en lo que ahora es la UE, había 164 centrales nucleares, mientras que ahora hay 147

A pesar de ello, en los últimos años el despliegue nuclear ha estado más bien paralizado. En Estados Unidos, histórico impulsor de esta energía, su presidente, George W. Bush, lleva promoviéndola desde hace seis años, aunque no ha iniciado ninguna planta. En toda la UE, sólo Finlandia, tras grandes debates, decidía construir el primer reactor europeo en 15 años. De nombre Olkiluoto 3, su entrada en funcionamiento está prevista para 2009, y será el reactor nuclear más grande del mundo. Asimismo, Eduardo González, Presidente del Foro de la Industria Nuclear Española, subraya que también se están construyendo dos nuevas centrales en Bulgaria y una en Rumanía.

Según José Santamarta, responsable del Instituto World Watch en España, en 1990, en lo que ahora es la UE, había 164 centrales nucleares, mientras que ahora hay 147. Asimismo, en todo el mundo, en los últimos doce años, se han clausurado 33 centrales nucleares y se han inaugurado 54, menos de dos reactores al año. Algunos países, como Alemania, prevén incluso el abandono planificado de su producción nuclear.

No obstante, gran parte de los países con reactores nucleares no están dispuestos a cerrar estas instalaciones, aun en los casos de países como Hungría, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia o Lituania, cuyos reactores de tipo soviético deberán cerrarse por razones de seguridad de aquí a 2009. En Gran Bretaña, el anterior primer ministro, Tony Blair, declaró su intención de construir nuevas centrales para garantizar el suministro de la isla ante el agotamiento del petróleo del Mar del Norte.

Asimismo, los expertos recuerdan que la UE participa en el proyecto ITER de construcción de un reactor de fusión, y que el Tratado Constitucional conserva el Tratado EURATOM de 1957 para la promoción de la Energía Atómica como un apéndice, en el que destaca su importante papel.

En cualquier caso, mientras los países de la UE deciden si seguir o no impulsando la energía nuclear, países como China, que planea la creación de 50 plantas nucleares en las dos próximas décadas, o la India, con ocho en construcción, lo tienen más claro.

La Europa nuclear, en cifras

Según datos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), perteneciente a Naciones Unidas, de los diez países con mayor porcentaje de electricidad de origen nuclear en el mundo, siete pertenecen a la UE: Francia (78,45%), Lituania (69,59%), Eslovaquia (56,05%), Bélgica (55,12%), Suecia (46,66%), Bulgaria (44,09) y Eslovenia (42,35%).

Asimismo, otros países europeos también cuentan con esta energía en mayor o medida: Alemania (30,98%), España (19,56%), Finlandia (32,91%), Holanda (3,91%), Hungría (37,15%), Italia, Reino Unido (19,43%), República Checa (30,52%) y Rumanía (8,57%). En definitiva, la energía nuclear produce en la actualidad el 10% del total de la que mueve Europa, y llega hasta el 30% en la producción de electricidad.

Argumentos a favor

Según sus defensores, la energía nuclear permite un desarrollo sostenible, ya que evita la emisión de gases contaminantes como dióxidos de azufre y nitrogenados y GEI, que sí producen las centrales térmicas de carbón y gas natural. Asimismo, defienden, el coste de generación de la electricidad de origen nuclear es el más bajo después de la hidráulica.

Por otra parte, la cada vez mayor dependencia energética de los países europeos -en la actualidad por encima del 50%, que llega al 85% en España- es otra de las principales razones de la reactivación del debate a favor de la energía nuclear. Por ejemplo, la Agencia Internacional de la Energía recomienda a la UE en su informe «Perspectivas Energéticas Mundiales» reconsiderar la nuclear como una alternativa viable para contribuir a un escenario menos dependiente energéticamente y menos contaminante.

Con la generación actual de energía nuclear se pueden evitar 500 millones de toneladas de CO2, entre el 15 y el 20% de las emisiones de la UE

El Consejo Mundial de la Energía (CME), integrado por representantes del sector público y privado de 90 países para «promover el abastecimiento y uso sostenible de energía en beneficio de todos», se posiciona de manera similar en un reciente informe, en el que subraya que es «indispensable» la apuesta de Europa por las nucleares, como una alternativa al «encarecimiento de la electricidad» y para limitar el calentamiento global. El informe concluye que con la generación actual de energía nuclear se puede evitar la emisión de 500 millones de toneladas de CO2 (anhídrido carbónico), lo que supone entre el 15 y el 20% de las emisiones de la UE.

En cuanto a las posibilidades de que haya un nuevo accidente como el de Chernobil, el director del informe, Alessandro Clerici, ha asegurado que son «muy, muy bajas» y que con la tercera generación de reactores que se empieza a desarrollar es «100 veces más difícil» y se genera «100 veces menos desperdicios porque son más eficientes».

Los responsables del CME señalaban también que el desarrollo de la energía nuclear puede convivir con las energías renovables, pero creen que éstas últimas no pueden suplir por sí mismas las necesidades actuales de energía. En esta misma postura mixta, se encuentran expertos como Carlo Rubbia, Premio Nobel de Física en 1984. Según este científico italiano, en cuarenta años se agotarán las reservas de petróleo, gas natural y también de uranio, el principal combustible de las centrales nucleares. Sin embargo, la energía solar, la biomasa y las fuentes nucleares alternativas, como el torio, podrán suplirlas para abastecer de energía a los 10.000 millones de personas que habrá en 2050.

En cuanto a la seguridad de las centrales nucleares, Eduardo González afirma que se diseñan de manera «robusta y segura», y se encuentran entre las instalaciones industriales mejor protegidas. «El concepto básico de seguridad nuclear se basa en el principio de barreras múltiples colocadas en serie entre los productos radiactivos y el medio ambiente», explica.

Respecto a los residuos radiactivos, el responsable del Foro Nuclear asegura que «están perfectamente vigilados, financiados, controlados y gestionados por profesionales cualificados y, de esta forma, no perjudican a la población ni al medio ambiente. Por otro lado, se siguen realizando investigaciones que avanzan en la reutilización del combustible gastado en otras centrales y la reducción de su radiactividad y volumen».

Argumentos en contra

Heikki Willstedt, experto en energía y cambio climático de WWF/Adena, considera que no hay una necesidad perentoria para Europa de volver a la energía nuclear. «Sería un error mayúsculo», asegura, «ya que volvería a canalizar la mayor parte de las inversiones hacia este tipo de centrales, desviándolas de la toma de medidas de eficiencia energética y de impulso de las renovables».

La única forma de sobrevivir de las centrales es mediante ayudas estatales transparentes o encubiertas

De la misma opinión es José Santamarta, quien recuerda que, aunque el cenit de la producción mundial del petróleo y gas natural llegará en 20 o 30 años, hay tiempo más que suficiente para una transición ordenada hacia un modelo energético más eficiente, menos intensivo y en donde las energías renovables vayan sustituyendo paulatinamente a los combustibles fósiles, sin necesidad de recurrir a la energía nuclear.

Además del inconveniente más conocido de un posible Chernobil, Willstedt y Santamarta enumeran una serie de problemas que deberían ser tenidos en cuenta para no abrir más centrales nucleares e ir cerrando progresivamente las actuales:

  • Las fugas y la contaminación están presentes en toda la cadena comercial del procesado de materiales nucleares, y produce un legado radioactivo extremadamente peligroso para la salud y los ecosistemas durante miles de años.
  • No es tan barata como dicen sus defensores: No se tienen en cuenta los costes que supone la creación de una central nuclear moderna, ni el tratamiento de la contaminación que generan, ni el sobrecoste del combustible nuclear, ni mucho menos el gasto que supondría un accidente serio. Además, la construcción de una central es un proceso lento que puede durar varios años. Por todo ello, su única forma de sobrevivir es mediante ayudas estatales transparentes o encubiertas.
  • La eficiencia energética y algunas energías renovables de tecnología madura como la eólica son soluciones económicamente más competitivas para reducir emisiones de GEI.
  • Se trata de una energía mal aprovechada: Las centrales sólo producen electricidad, por lo que sólo alcanzan el 30% de eficiencia, y necesitan de grandes redes de transporte eléctricas en las que se pierde hasta un 10-20% de la electricidad producida.
  • Las centrales nucleares, e incluso los residuos radiactivos (las llamadas «bombas sucias«) se han convertido en un nuevo objetivo terrorista, por lo que sus costes de seguridad, pagados por el Estado, se van a incrementar.

PORT en CONSUMER. 

 

DESARROLLO LIMPIO: PROMOVIENDO LA LUCHA CONTRA LA POBREZA A TRAVÉS DE PROYECTOS DE PREVENCIÓN DEL CÁMBIO DE CLIMA.

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Presentación del proyecto    

DESARROLLO LIMPIO: PROMOVIENDO LA LUCHA CONTRA LA POBREZA A TRAVÉS DE PROYECTOS DE PREVENCIÓN DEL CAMBIO CLIMA

El proyecto “Desarrollo Limpio”, promovido por Ecología y Desarrollo con financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional, pretende que la lucha contra el cambio climático sea aprovechada como herramienta para mejorar las condiciones de vida en los países del Sur.

Actualmente existe una herramienta ideal para ello: el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Pero se trata de un mecanismo complejo y las ONGDs españolas apenas lo han aprovechado hasta ahora. Por otra parte, algunos proyectos MDL dejan en un segundo plano la mejora de las condiciones de vida de las comunidades receptoras del proyecto.

Siguiendo la filosofía del MDL y de la corresponsabilidad Norte-Sur, han surgido otros mercados voluntarios de emisiones que hacen especial hincapié en los aspectos de desarrollo de las poblaciones receptoras de los proyectos. Estos mercados utilizan metodologías entre las cuales destaca el CDM Gold Standard. Esta metodología que valora los aspectos socioeconómicos de los proyectos, se aplica adicionalmente a los proyectos MDL pero también a otros proyectos de desarrollo que desean participar en mercados voluntarios, y que no tienen capacidad para participar en un proceso tan complejo como el que implica el MDL.

Para lograr sus objetivos, el proyecto “Desarrollo Limpio” establece tres líneas de trabajo:

  • Generar entre las ONGDs españolas la capacidad para desarrollar proyectos contra el cambio climático y en concreto proyectos MDL

  • Sensibilizar al sector empresarial (empresas afectadas por la Directiva Europea de comercio de emisiones, y otras que desean participar en el mercado de manera voluntaria), para que valoren y distingan de entre los proyectos MDL, aquellos con un mayor impacto potencial de desarrollo en los países del Sur.

  • Fomentar entre las ONGDs españolas la corresponsabilidad sobre el problema del cambio climático y, como consecuencia, la obligación moral de dar ejemplo compensando sus emisiones de gases de efecto invernadero a través proyectos que contribuyan a aliviar la pobreza en los países del Sur.


En definitiva, se trata de sensibilizar sobre la corresponsabilidad que las personas y organizaciones españolas tienen sobre el cambio climático, fortalecer el mercado de emisiones (tanto el MDL como los mercados voluntarios) trabajando tanto la oferta (facilitar que existan más proyectos de desarrollo con reducciones de emisiones) como la demanda (promover los MDL sean más sociales, y que se utilicen los mercados voluntarios).


El proyecto se apoya en la iniciativa CeroCO2, una iniciativa de Ecología y Desarrollo y Acción Natura especializada en la compensación voluntaria de emisiones y en información, sensibilización y formación en todo lo relacionado con cambio climático.