CALOMARDE: EL PP DEBE HACER AUTOCRÍTICA.

POLÍTICA

El PP debería hacer autocrítica

España precisa una derecha moderna, centrada y europeísta

Después de perder las elecciones el PP debería cambiar. Sin embargo, no he observado un cierto análisis, aunque fuera modesto, de las causas que le han llevado a ello. No suele ser frecuente en un partido que gusta de los congresos a la búlgara realizar críticas internas tras un nuevo fracaso electoral. Y tampoco es consuelo el aumento del número de diputados en el Congreso.

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Indudablemente la renovación del liderazgo de Rajoy en un Congreso suscitará todo tipo de crisis internas en lo que se refiere a los personalismos punteros y a las adhesiones inquebrantables. Es lo de siempre: el PP prefiere el espíritu de Nüremberg, al salutífero aire de Brigthon (bella sede inglesa de los congresos del Partido Conservador Británico). Y mientras todo ello continúe igual, o parecido, el PP no podrá ser la alternativa que necesita la democracia española.

Nefasta labor de oposición
El PP debería pensar con sosiego y responsabilidad en qué ha fallado en estas elecciones. Y llegaría a una sutil conclusión: su labor de oposición desarrollada a lo largo de la octava legislatura. Cuando uno se juega a una sola carta -la catástrofe y la crispación política-, en un país como España, la conclusión suele ser evidente: se pierden las elecciones.

No al catastrofismo pepero
Y todo ello por algo tan elemental como que el pueblo español no ve la situación tan catastrófica como la ha pintado el PP (pese a los nubarrones económicos que deberá, como primera prioridad, atender el nuevo gobierno), ni tampoco percibe el ambiente, entre taurino y de “far west”, en el que se han movido los principales líderes del partido de la oposición a lo largo de toda la legislatura.

Llegó tarde a la moderación
Tampoco le ha valido a Rajoy la supuesta moderación de parte de la campaña electoral. Claro, era tarde. Todo estaba ya hecho y era imposible desandar la senda que, con denodado empeño había transitado el PP.

A por ellos
El drama de la derecha española en su historia es que no suele entender cuál es su papel a corto plazo, y a largo, desconoce su necesidad. De ahí que el discurso interno, eso que los politólogos suelen denominar ideario oculto, sea siempre el mismo desde hace años: a por ellos, sin reparar en medios. Aunque para tal sea preciso desgastar vehementemente algunos consensos básicos del Estado, como la unidad en la lucha antiterrorista, o hacer un uso partidista y partidario de las instituciones constitucionales de todos, como ha sido esta legislatura por desgracia, la justicia o el Tribunal Constitucional.

El Gobierno, fuera de su alcance
De este modo pueden lograrse victorias pírricas, pero no, mayorías de Gobierno. Cuánto más si el voto moderado queda excluido de la línea maestra de comportamiento de la dirección del PP, como ha ocurrido en estos cuatro años, y buena muestra de ello ha sido el resultado cosechado.

Error de perspectiva
Lo más importante, sin embargo, es que ha sido capaz de infundir un grado absurdo, y electoralmente nulo, de crispación en la vida española, con el que el propio PP pensaba que podía ganar las elecciones. Es un error grave de perspectiva. En España las elecciones se ganan con 12 millones de votos aproximadamente. Y es obvio que ese gran número de españoles no está en las posiciones de derecha extrema que Rajoy ha consentido, y amparado a lo largo de la legislatura, pese a que, a última hora haya intentado subsanar el error con algunas medidas moderadas proclamadas como tales en la campaña electoral.

Conquista del centro
Sigo pensando como siempre. España necesita otro PP. España precisa una derecha moderna, centrada y europeísta. Eso, hoy por hoy, no es el PP. Y por eso los españoles han dado la victoria electoral al PSOE quien, por cierto, también entiendo que tendrá que hacer un esfuerzo esta legislatura por conquistar el voto de un sector moderado de centro, o centro-izquierda que tampoco le ha votado en masa. Y porqué no el centro en sentido lato de la expresión; es decir, el voto moderado español.

El PSOE ha conseguido el voto de su izquierda
Desde luego, si se dice que el PSOE ha conseguido todo el voto de su izquierda, o casi, lo mismo se puede decir del PP por su derecha: todos esos votos son suyos, pero con ellos, siempre permanecerá en la oposición. Si no se lanza en esta legislatura a por el voto de los moderados. Pero claro, lo tiene complicado: los ha ido echando del partido poco a poco, o los ha ido relegando “ad calendas gregas”. Así de nada le servirá un equipo más o menos nuevo y una “guerra civil” interna que, lo quiera o no Rajoy, se perpetuará hasta las elecciones de 2012.

Derecha laica y moderna
Y lo repito de nuevo: España necesita una derecha moderna, laica, moderada, centrada, liberal y europeísta. Y lo necesita nuestro parlamento. Y nuestra presencia en Europa , y nuestra propia idea de la Unión Europea ( un asunto muy importante que ha estado sorprendentemente fuera de la campaña electoral).

Asignatura pendiente
Todo ello continua siendo, hoy por hoy, una asignatura pendiente de nuestra democracia.

Joaquín Calomarde, ex diputado del PP en el Congreso y catedrático de filosofía