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22/11/2007
La soledad de Rajoy ha entrado en la deriva que presagia el cataclismo
Cuando las ratas abandonan el barco
La soledad de Rajoy ha entrado en la deriva que presagia el cataclismo. No hay mejor termómetro de las catástrofes políticas que la ocasión en que el director de El Mundo abandona sus alianzas, ejecuta sus traiciones y pergeña nuevas amistades. La historia está suficientemente repetida para hacer inexplicable que todos los líderes hayan caído en ella. El personaje sobrevive sólo porque el miedo que promueve su falta de escrúpulos es proporcional a la cobardía de quienes se le acercan.
Estamos hablando de alguien que entiende el oficio de periodista como la adecuación de la información a sus intereses personales. Para ello jamás puede ser observador sino participe: escribe sobre lo que él ha diseñado y otros ejecutan y jalea lo que más tarde terminará por denunciar. El caso más emblemático es su incitación a la guerra sucia contra ETA. Calentó las bajas pasiones contra el terrorismo cuando ponía en peligro la democracia. De sus escritos puede deducirse -con una contundencia que ya quisieran sus diatribas contra la sentencia del 11-M- que él sí fue el autor intelectual de los crímenes del GAL, si por esa categoría no jurídica podemos entender la formulación razonada de la necesidad de atacar a ETA en sus madrigueras y al margen del estado de derecho.
La última pastoral
Rajoy debiera prestar atención a la que le espera porque la última pastoral del director de El Mundo es un vademécum de los errores del presidente del PP, que son exactamente el cumplimiento disciplinado del diseño de Ramírez.Denuncia a Aznar
La acusación que tiene más sustancia es la denuncia de la estrategia de José María Aznar en la gestión del atentado del 11-M. ¡Como si la viabilidad de aquel dislate no estuviera soportada en las primeras páginas de El Mundo¡ ¡Como si El Mundo no hubiera dado continuidad a la obsesión de Aznar por manipular aquel atentado!Medianamente controlado
Ahora Pedro J. denuncia una vez más todo lo que promovió. En realidad, de puro reiterativo, todo resulta terriblemente aburrido. Pero de nuevo tendrá éxito, porque la supervivencia de Ramírez depende de que alguien crea que llevándole a la tele y legalizándole una piscina al margen de la ley, el individuo estará medianamente controlado.La novela continuará porque es un culebrón inacabable.