16/12/2007
Vuelve Felipe González por la puerta grande
El ex presidente logró situar a España y con relevancia en el mapa del mundo
Felipe González acaba de ser designado presidente del “comité de sabios” que diseñará el futuro de la Unión Europa. Se trata de un nombramiento tan adecuado como oportuno. González vuelve por la puerta grande al escenario de la política y, más concretamente, de la política internacional, una de sus asignaturas preferidas. En el ámbito internacional, González obtuvo -a lo largo de sus catorce años de Gobierno- sobresaliente cum laude.
Algunos no quisieron enterarse. Pensaban, decían pensar, que España se hallaba postergada, oculta, en el “rincón de la historia” Recordemos, si no, aquellos días funestos de la guerra de Irak o de la tristemente célebre foto de las Azores. En tales fechas, José María Aznar, ese políglota de feria -que llegó a creerse mariscal de campo a las órdenes del general en jefe de las tropas invasoras, George W. Bush-, repetía por las televisiones que -gracias a su estrecha alianza con el presidente americano- él “iba a sacar a España del rincón de la historia”.
Cuando recuperó las libertades
Semejante aseveración no pasó de ser más que una de sus múltiples mentiras. O de sus baladronadas de demagogo para asustar de este modo al personal y tratar de conseguir el respaldo de la opinión pública a la maldita guerra. La verdad es que España estuvo en el rincón de la historia, obligadamente y ubicada allí durante cerca de cuarenta años, como consecuencia del golpe militar del 18 de julio. Salió de tan fatídico rincón cuando recuperó las libertades y este país prosperó en lo económico –hasta convertirse en la octava potencia mundial- y, felizmente, prosperó también en términos de cohesión social.
Doble objetivo
Los Gobiernos de Felipe González consiguieron estabilizar la democracia y fueron cercenando, con inteligencia y habilidad, los reductos golpistas. Potenciaron la labor democratizadora impulsada –frente a numerosos obstáculos y vestigios del pasado- desde La Zarzuela y desde La Moncloa de Adolfo Suárez. Prácticamente todos los partidos de la época contribuyeron a ese noble objetivo. Desde la UCD al PCE, pasando por CiU y por el PNV, entre otras formaciones políticas. Fraga hizo, como líder de AP –luego PP- cuanto pudo, pero pesaba en él, a pesar de sus esfuerzos para disimularlo, sus demasiados años de colaboración activa con el franquismo.
Inteligencia y pragmatismo
Felipe González volvió a situar en el mapa del mundo, y con relevancia, a un país llamado España. Llevó a cabo una política conveniente y pragmática. Impulsó la presencia de España en la entonces Comunidad Económica Europea. Muchísimos sueños de muchísimos demócratas españoles se transformaron por fin en realidad. España, gobernada por González, se insertó plenamente en Europa. España también se incorporó a la OTAN. González aguantó el tirón de sus contradicciones y el tiempo le dio la razón.
El muro de Berlín
Entramos en la OTAN cuando faltaban menos de tres años para que cayera el muro de Berlín y llegara el fin de la guerra fría. La enorme proyección mundial de España, entre 1982 y 1996, se encuentra en las hemerotecas. Y en la memoria colectiva, salvo la de aquellos que se obstinan en confirmar que “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.
Desde la falsedad
Ahora tales ciegos reiteran cosas parecidas a las que ellos mismos ya sostenían respecto a González. Las dicen con insistencia para criticar -desde la falsedad de los datos- a Zapatero. Pero Zapatero lo cierto es que sacó a España del ominoso rincón de la guerra de Irak. Y eso, la retirada de las tropas, no se lo han perdonado. Como no le han perdonado su victoria en las urnas del 14-M. Esta gente tan soberbia la dueña de España. Como si España fuera su cortijo. Y no saben perder.
“Malos perdedores”
“Los españoles de la derecha resultaron ser escandalosamente malos perdedores. En vez de dedicarse momentáneamente a sus negocios admitiendo la derrota política, con alguna filosófica apariencia, como habrían hecho en los Estados Unidos o Inglaterra los políticos que pierden unas elecciones, los derechistas españoles presentaron al mundo un gesto ceñudo (…) Desde el momento en que se conoció el resultado de las elecciones, la lengua irresponsable y sin escrúpulos de la propaganda fascista comenzó a desatarse”.
Misión en España
Este texto pertenece al libro Misión en España 1933-1939. Está escrito por quien fuera en esos años embajador de EEUU en España, Claude G. Bowers. No habla de las elecciones de 1993, con González de presidente. Ni de las de 2004, cuando venció Zapatero. En ambas elecciones los herederos sociológicos -y hasta políticos en parte- de aquella derecha no supieron perder. Alude Bowers a las elecciones de febrero de 1936. La derecha en España, más de setenta años más tarde, no ha cambiado apenas. Sigue sin saber perder. Y sigue en la ofuscación sistemática.
Con el placet del resto
La derecha pepera propagó que González era un delincuente y, menos de diez años después, los Gobiernos de Francia y Alemania lo han propuesto, con el placet del resto de países, en presidente de quienes han de pergeñar el futuro europeo. Tienen a Zapatero por un visionario irresponsable y vendido a ETA, y Zapatero volverá a triunfar en las urnas de marzo. Confunden a políticos mediocres con estadistas. Allá ellos.
E.S.