El pelotazo urbanístico del Arzobispo de Valencia.

Pelotazo del Arzobispado de Valencia al vender un solar donado para un templo

20MINUTOS.ES. 12.04.2008

  • Un vecino de Gandia donó el terreno para que se construyese un templo y dinero para edificarlo.
  • El arzobispo aceptó la donación, en 1993, pero en 2006 lo subastó para que se construyeran pisos.
  • Obtuvo 1,5 millones de euros de plusvalía, 33 veces lo que valía el solar en el momento de la donación.
  • El Arzobispado dice que el dinero está en depósito y que construirá el templo, pero en otro sitio.

El Arzobispado de Valencia ha vendido a una constructora un solar situado en Gandia que había sido donado en 1993 por un particular, José Pascual Romero Ferrandis, para que sobre él se construyera una iglesia, según publica hoy el diario Levante. En esa iglesia, según la última voluntad del donante, reposarían para siempre sus restos mortales y los de sus padres, «siempre que las leyes canónicas y civiles lo permitan».
La parcela fue vendida en el año 2006 por 1,6 millones de euros, y sobre la misma se está construyendo un edificio de viviendas, incumpliéndose así el testamento de Romero, que donó al Arzobispado, además del solar, una cantidad económica cercana a los ochenta millones de pesetas (casi 500.000 euros). Ese dinero, según su voluntad, también se tenía que destinar a sufragar, en todo o en parte, las obras del templo parroquial, según la información publicada hoy.

 

Cuando se hizo el testamento, en 1993, el valor del solar se calculó en ocho millones de pesetas (cerca de 50.000 euros), y se ha vendido por 1,6 millones.

José Pascual Romero falleció en febrero de 1996, tres años después de que, en un documento firmado por él mismo y por el arzobispo de Valencia, el cardenal Agustín García-Gasco, acordaran la donación del solar y de todos sus ahorros para que «la Archidiócesis de Valencia los destinara a construir sobre ellos un templo y sus anejos para actividades pastorales». 

En ese documento, García-Gasco acepta, a petición de Romero, que esa parroquia, situada en un área de expansión urbana de Gandia, se consagre a San Jerónimo Hermosilla.

Cuando se hizo el testamento, en 1993, el valor del solar se calculó en ocho millones de pesetas (cerca de 50.000 euros), pero su ubicación, en un área de expansión de Gandia y junto a una gran zona verde, unido al enorme crecimiento demográfico experimentado por esta ciudad, ha permitido multiplicar su precio por 33. Cuando el Arzobispado de Valencia lo subastó, en 1996, consiguió sacar la friolera de 1,6 millones de euros. La empresa que lo adquirió lo destinó a la construcción de pisos, y, en este momento, las obras están en una fase muy adelantada.

Un portavoz oficial del Arzobispado indicó a Levante que sus servicios jurídicos entienden que la donación de José Pascual Romero «no estaba condicionada» a la construcción de la iglesia. Aun así, indicó que la voluntad es erigir el templo bajo la advocación de San Jerónimo Hermosilla, pero no en ese solar porque «está muy próximo a la iglesia parroquial» de San Cristóbal, situada a unos 300 metros. Además, recuerdan que la parcela cedida quedó sometida a un proceso de urbanización iniciado por el Ayuntamiento de Gandia que supuso la alteración de sus dimensiones.

El portavoz, finalmente, señaló que todo el dinero del testamento, el ofrecido en metálico y el obtenido con la venta del solar, ha quedado en un depósito y que el arzobispo, Agustín García-Gasco, «es el garante» del mismo para, en un lugar y en un momento todavía no determinado, construir la iglesia que José Pascual Romero soñó.

CAMPS ARRUINA UN POCO MÁS A LA GENERALIAT VALENCIANA AL CUBIR UN FIASCO DEL CARDENAL CON 4,5 MILLONES DE EUROS.

francisco_camps_arzobispo_valencia_generalitat.jpgdomingo, 24 febrero 2008

AL PP VALENCIANO LE SALE CARA LA IGLESIA CATÓLICA: LA GENERALITAT CUBRE CON 4,8 MILLONES DE EUROS UN FIASCO FINANCIERO DEL ARZOBISPO GARCÍA GASCO, DEJANDO EN RUINAS UN CENTRO ECUMÉNICO QUE APADRINO EDUARDO ZAPLANA

El arzobispo de Valencia, Agustín García Gascó, no tiene por costumbre informar a sus feligreses del estado de las finanzas en su diócesis. Por eso no ha extrañado tanto, como hubiera sido normal en otro personaje público, que el prelado católico – recientemente nombrado cardenal por Benedicto XVI – mantenga un absoluto mutismo en torno a un feo asunto, donde sale de protagonista principal, con un fiasco financiero millonario de coletilla. Escribe Ignasi Pellicer, en El Plural.

El descalabro económico se ha producido con la paralización, por falta de financiación, de unas obras para construir un templo ecuménico, cerca de la turística población de Oliva. La Generalitat Valenciana, presidida por Francisco Camps, ha tenido que pagar los platos rotos: 4,8 millones de euros, con cargo al erario público valenciano, se han volatilizado en el fracasado proyecto del purpurado valenciano.

“Incumplimiento de contrato”. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, ha criticado en una reciente sentencia el proceder de García Gasco en este asunto “por incumplimiento de contrato”. La misma sentencia – a la que cabe un último recurso – obliga a la iglesia católica a devolver los terrenos que debían acoger el edificio religioso al ayuntamiento de Oliva, tal y como lo aprobó un pleno municipal, en marzo de 2006, al constatar que la obra religiosa no iba hacia adelante.

Falta de transparencia. El concejal del Bloc Nacionalista en el ayuntamiento de Oliva, David González, en declaraciones a El Plural defiende la sentencia del alto tribunal, porque “deja claro que el arzobispado de Valencia ha ido incumpliendo, una a una, todas las promesas que hizo desde el principio del proyecto”. Según las cláusulas de este contrato, las obras del templo tenían que haberse empezado en el 2002 para acabarse tres años después, en 2005. No se han cumplido ninguno de estos plazos. La fundación TECSAL (Templo y Centro Ecuménico ‘El Salvador’), creada por el propio García Gasco exclusivamente para este fin y presidida por el jesuita, Vicente Sastre, tampoco ha aportado ninguna información sobre cuáles han sido las aportaciones económicas de iglesia católica, ni de otras confesiones que habían prometido ayudar económicamente. Al parecer, la falta de transparencia ha sido la principal razón para que al proyecto le rechace la Unión Europea subvenciones millonarias. Información completa.