¿NO NOS PARECE UN POCO OBSCENO PONER TANTO NIÑO JESUS DE ADORNO Y PONER TAN POCO ESFUERZO EN LA MEJORA DE LAS CONDICIONES DE VIDA DE LOS NIÑOS DE CARNE Y HUESO?.

Defender los derechos de los niños y niñas

La Convención de los Derechos del Niño cumple 18 años sin que todos los países hayan ratificado aún este tratado ni se garantice su cumplimiento efectivo

La Convención de los Derechos del Niño cumple 18 años y es hora de hacer balance. Las ONG que trabajan en el ámbito infantil reconocen que, gracias a este texto, se ha conseguido descender la tasa de mortalidad y mejorar el acceso a la educación. Sin embargo, reclaman el cumplimiento efectivo del tratado, que aún no ha sido ratificado por Estados Unidos ni Somalia. Las estadísticas son demoledoras: unos 218 millones de trabajadores infantiles, cerca de 20 millones de niños y niñas que sufren malnutrición severa, más de 1.000 muertes cada hora… «Es un momento para reflexionar sobre los avances realizados y los desafíos pendientes», advierten las organizaciones.

  • Autor: Azucena García | 
  • Fecha de publicación: 20 de noviembre de 2007

Derechos de la infancia

Este año se conmemora la mayoría de edad de la Convención sobre los Derechos del Niño. Un texto que fue aprobado el 20 de noviembre de 1989 y que se ha convertido en el tratado internacional más ratificado del mundo. Sólo Estados Unidos y Somalia no lo han respaldado todavía. Su contenido es jurídicamente vinculante, lo que significa, según recuerda Unicef, «que su cumplimiento es obligatorio». Sin embargo, un año más, con motivo de la celebración del Día Universal del Niño, las estadísticas vuelven a recordar que todavía hay unos 218 millones de trabajadores infantiles, más de 70 millones de niños y niñas que no van a la escuela, cerca de 20 millones que sufren malnutrición severa, más de 13 millones que son huérfanos por el sida, unos 10 millones de menores de 5 años que mueren cada día por enfermedades, en su mayoría, prevenibles y tratables… Éstos son sólo algunos datos.

«El 18 aniversario es un momento de celebración y de difusión de los derechos de todos los niños, pero también un momento para reflexionar sobre los avances realizados y los desafíos pendientes», recuerdan desde Unicef. Lo ideal sería que todos los países aplicaran este tratado para mejorar la vida de millones de niños y niñas, por lo que esta organización ha creado el programa CDN@18, que pretende dar a conocer los derechos de los menores para motivarles a jugar «un papel activo» que ayude a difundir el impacto y la relevancia que estos derechos tienen en sus propia vidas. «A pesar de que se ha avanzado mucho sobre el papel, todavía queda un largo camino para asegurar ese cumplimiento efectivo de los derechos», añade un portavoz de Save the Children.

«A pesar de que se ha avanzado mucho sobre el papel, todavía queda un largo camino para asegurar ese cumplimiento efectivo de los derechos» de los niños y niñas

La Convención de los Derechos del Niño ampara a todos los menores de 18 años, «sin excepción», a los que reconoce el derecho a la identidad, a la libertad de expresión y de asociación, a la salud, a la educación y a la protección. También garantiza el derecho de los niños a expresar su opinión y a que ésta se tenga en cuenta en todos los asuntos que les afectan. Es imprescindible que todos estos derechos sean respetados y que exista un compromiso para ello. «Sin embargo tenemos que constatar otro hecho: a pesar de que se ha avanzado mucho sobre el papel, todavía queda un largo camino para asegurar ese cumplimiento efectivo de los derechos», lamenta Save the Children.

Desde Manos Unidas recuerdan que la mayoría de los pequeños a los que no se respeta estos derechos viven en países en vías de desarrollo, donde existen leyes que, en teoría, les protegen y amparan, pero «no se dan las circunstancias ni económicas ni sociales que les permitan desarrollar los primeros años de su vida al cuidado de sus familias e instituciones». Por su parte, el informe ‘Un panorama del bienestar infantil en los países ricos’, del Centro de Investigaciones Innocenti, de Unicef, revela que en estos países «no existe una correlación evidente» entre el bienestar infantil y el PIB per capita. Tener más dinero no es sinónimo de felicidad. «La República Checa, por ejemplo, alcanza una posición general de bienestar infantil más alta que muchos países más ricos, como Francia, Austria, los Estados Unidos y el Reino Unido», detalla el estudio.Avances y desafios.

Los niños y niñas constituyen un tercio de la población mundial. Son el futuro y, por ello, en los últimos años se ha hecho un esfuerzo por conseguir avances en el acceso a la educación, así como la reducción del trabajo infantil. No obstante, Unicef identifica cinco prioridades relacionadas con los más pequeños:

  • Aumentar las tasas de supervivencia y desarrollo.
  • Prestar una educación básica universal y potenciar la educación secundaria.
  • Garantizar la protección infantil contra la violencia y la explotación.
  • Proteger frente al VIH/sida.
  • Promocionar políticas y alianzas a favor de los niños y niñas.

Respecto a los avances, se ha producido un descenso en la mortalidad infantil, que ha pasado de 12,7 millones en 1990 a 9,7 millones en 2006. Además, aunque todavía 115 millones de niños y niñas no asisten a la escuela, en 2005 el 89% tenía acceso a la educación frente al 86% de 1990. Por otro lado, el número de trabajadores infantiles descendió un 11% desde 2002 hasta 2006.

La Convención sobre los Derechos del Niño ha logrado cambios importantes en la vida de los más jóvenes. Además de los citados, se ha conseguido que el castigo físico sea declarado ilegal en el ámbito de la familia. De hecho, 14 países del mundo lo han prohibido expresamente. En la escuela, los países firmantes de la Convención se comprometen a impartir educación obligatoria y gratuita a todos los niños y niñas, al menos en la enseñanza primaria, y en España se ha ampliado también a los niños entre 3 y 6 años.

Protocolo en conflictos armados

Una de las principales preocupaciones de los países firmantes de la Convención de los Derechos del Niño es la participación de estos en los conflictos armados. Según datos de Naciones Unidas, en 2006 había más de 250.000 niños y niñas involucradas en conflictos armados. Por ello, la Convención cuenta con un Protocolo que insta a los países firmantes a adoptar «todas las medidas posibles» para que ningún miembro de sus fuerzas armadas menor de 18 años participe directamente en hostilidades, censura el reclutamiento obligatorio y defiende la aplicación efectiva de todas las disposiciones de este Protocolo.

Diez años después de la publicación del informe de Naciones Unidas «Las Repercusiones de los Conflictos Armados sobre los Niños» (1996), conocido como Estudio Machel, un nuevo informe evalúa los progresos y define las dificultades y las prioridades decisivas para el futuro del Programa de los Niños y los Conflictos Armados. Este informe recoge opiniones de unos 1.700 jóvenes de 92 países en conflicto, reunidos mediante una serie de debates de grupos organizados por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y otras ONG.

En el informe, titulado «¿Nos escucharán?», los jóvenes piden que sus derechos sean respetados y protegidos por todas las personas, reclaman justicia y protección contra la violencia para que ningún menor pueda ser utilizado como soldado, «esposa de campaña» o esclavo, abogan por espacios seguros libres de conflicto donde poder estudiar y jugar, defienden la reconstrucción de las escuelas, los hospitales y las clínicas que han quedado destruidas, piden trabajo y medios para sobrevivir, y exigen atención para los niños y niñas excluidos.

Mejorar la calidad de vida de los menores

El trabajo de las organizaciones no gubernamentales (ONG) a favor de los niños permite en gran medida mejorar la calidad de vida de estos. En muchos casos, estas organizaciones se encargan de velar por el cumplimiento de sus derechos y les garantizan un entorno estable y seguro. Los programas que desarrollan se centran en aspectos tan importantes como la salud, la educación y la alimentación.

Atención a menores enfermos. Estos proyectos centran sus esfuerzos en atender a niños y niñas enfermos que no pueden ser tratados en sus países de origen. Es el caso de la Asociación Mensajeros de la Paz, que traslada hasta España a pequeños víctimas de conflictos bélicos para proporcionales el tratamiento médico y psicológico que necesitan. La Asociación también cuenta con centros sociales en varios países del mundo, en los que presta atención infantil, y realiza actividades como la distribución de juguetes en centros escolares.

Acceso a la educación. Save the Children puso en marcha hace algo más de un año la campaña ‘Reescribamos el Futuro’, que ha logrado que 3.4 millones de menores en más de 20 países hayan mejorado la calidad y la seguridad de su educación, y otros 590.000 hayan accedido por primera vez a la educación primaria. El objetivo es lograr la escolarización de al menos ocho millones de niños en países en conflicto hasta 2010. Otra de las acciones de esta ONG es la carrera escolar «Kilómetros de solidaridad», cuyo objetivo es también ofrecer educación y atención sanitaria a miles de niños y niñas.

Combatir la desnutrición. La ONG Ayudemos a un Niño dispone de Unidades de Recuperación Nutricional (URN) en Nicaragua, el segundo país más pobre de Latinoamérica. Este programa se desarrolla desde 2002 en más de 22 comunidades y en la actualidad beneficia a más de 3.000 niños y niñas. Mediante este proyecto se ha conseguido disminuir los casos de desnutrición y enfermedades carenciales. Las instalaciones son cedidas por las diferentes comunidades y gestionadas por un equipo de madres voluntarias.

Garantizar la atención sanitaria. La falta de medicamentos y de facultativos es uno de los problemas más acuciantes de los países en vías de desarrollo o en conflicto. La atención sanitaria no siempre está garantizada y esto implica consecuencias tan graves como la muerte de millones de niños cada año. La solución que encuentran las organizaciones no gubernamentales son la instalación de consultorios permanentes en las zonas más afectadas o la utilización de unidades móviles, que permiten llegar a los lugares más alejados y trasladar a los enfermos para recibir la atención que necesitan.

DIA EUROPEO DE LOS SIN TECHO: TRES MILLONES DE PERSONAS CARECEN DE HOGAR, SEGÚN CÁRITAS.

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Día europeo de los sin techo: «Por una salud digna para todos»

S. PLAZA. 25.11.2007 – 12:36h

  • 3 millones de personas carecen de hogar en Europa, según Cáritas.
  • Se pretende denunciar las «barreras» que existen en la seguridad social para las Personas sin Hogar.

Abrazado a un cartón, con un atillo de ropa vieja a su derecha y un cartón de leche a su izquierda. Así ha pasado la gélida noche Miguel en plena Gran Vía de Madrid. Este domingo es su día, como el de otros 3 millones de europeos que viven sin techo, según Cáritas.

El Día de los Sin Techo 2007 «Por una salud digna para todos» quiere denunciar las «barreras que las Personas Sin Hogar sufren en el acceso a la salud como pérdida de ciudadanía», según explica la Red Nacional de Entidades que Trabajan con Personas Sin Hogar (Enred).

Existen barreras para las Personas sin Hogar en el acceso a la salud

Sin salud

Con ello, Enred quiere visibilizar que «la inexistencia de sistemas públicos adecuados de salud, la insuficiencia de los presupuestos y recursos asignados a la sanidad y las condiciones restrictivas en los servicios limitan el acceso normalizado a este derecho social a las personas sin hogar».

» El alta médica es una mala noticia, si vives en la calle», reza uno de los carteles que ha confeccionado enred y que preside las actividades que la asociación ha organizado a lo largo de la Península.

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20-N, DIA INTERNACIONAL DEL NIÑO: UNA CUARTA PARTE DE LOS MENORES ESPAÑOLES ESTAN AL BORDE DE LA POBREZA, SEGÚN UNICEF.

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lunes, 19 noviembre 2007

20-N, DIA INTERNACIONAL DEL NIÑO: UNA CUARTA PARTE DE LOS MENORES ESPAÑOLES ESTÁ AL BORDE DE LA POBREZA, SEGÚN DENUNCIA UN INFORME DE UNICEF, LA ONU PARA LA INFANCIA

Aunque España es uno de los países que más ha hecho por los menores desde que se aprobó la Convención de los Derechos del Niño y uno de los que mejor han aplicado este tratado internacional, lo cierto es que casi una cuarta parte de sus niños están al borde de la pobreza. Así lo aseguró el responsable de Unicef en Derechos de la Infancia, Gabriel González-Bueno, en una entrevista concedida a Servimedia con motivo del aniversario de la Convención de los Derechos del Niño, que mañana cumple 18 años.

Pobreza Infantil por encima del 15% en España, Portugal e Italia. González-Bueno señaló que estos datos figuran en el último informe del Centro de Estudios Innocenti de Unicef sobre el bienestar infantil en los países ricos, según el cual la pobreza infantil permanece por encima del 15% en los tres países de Europa meridional (Portugal, España, Italia) y en tres países anglófonos (Estados Unidos, Reino Unido, Irlanda y Nueva Zelanda). En cuanto a educación infantil, cuatro son los países de Europa meridional que ocupan los últimos puestos: Grecia, Italia, España y Portugal. A esto hay que añadir que, según el informe PISA (Programme for Indicators of Student Achievement), España tiene el importante desafío de mejorar la calidad de la enseñanza que imparte a sus niños.

Entre los aspectos positivos en el caso de España, González- Bueno destacó la Ley de Protección Jurídica del Menor (1996), la Ley Penal del Menor (2000) y la figura del Defensor del Menor. Además, señaló que el sistema de salud español contribuye «de una manera muy importante» al bienestar de sus niños. A su juicio, en estos 18 años se ha avanzado mucho en el mundo en materia de derechos de infancia. Así, se ha conseguido que en muchos países, como Tailandia o Camboya, no se criminalice al niño que se prostituye y sea considerado una víctima del proxeneta, de la pobreza o de la necesidad.
Para González-Bueno, la Convención de los Derechos del Niño está haciendo que cambie la visión que la sociedad tiene de los niños y de sus necesidades.Los niños suponen un tercio de la humanidad, son el tercio más vulnerable de la sociedad y son los que más potencial tienen para cambiar el mundo; por eso hace falta que se hable de ellos», dijo.
González-Bueno destacó el hito que marcó la Sesión Especial en Favor de la Infancia que Naciones Unidas celebró en el año 2002 y que culminó con la aprobación, por parte de los 180 países allí reunidos, del documento «Un mundo apropiado para los niños», donde se recogen una serie de metas encaminadas a la protección de los menores.

Cae la mortalidad infantil. Destacó que de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio, cinco tienen que ver con la infancia: erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal, promover la igualdad entre los géneros, reducir la mortalidad infantil y combatir el VIH, el paludismo y otras enfermedades. González-Bueno destacó que la mortalidad infantil ha descendido en el mundo, excepto en África Subsahariana. En 1990 morían 12,7 millones de niños al año, muchos de ellos por enfermedades prevenibles, una cifra que actualmente ha descendido a 9,7 millones.

Permanece la explotación laboral. Explicó, por ejemplo, que el número de niños trabajadores ha pasado de los 245 millones que había en el año 2000 a 218 millones en el año 2004, «que sigue siendo una cifra muy grande».
A juicio, el compromiso para mejorar la situación de la infancia debe reflejarse presupuestariamente, porque es en los presupuestos donde se plasma la voluntad política y sus prioridades.

EE.UU. no ratificó la Declaración de Derechos del Niño. La Convención sobre los Derechos del Niño es el tratado internacional de derechos humanos con mayor aceptación en la historia. Ha sido ratificada por todos los países del mundo, a excepción de Estados Unidos y Somalia. Según explicó González-Bueno, Estados Unidos firmó la citada convención pero no la ratificó porque considera que la protección a la infancia está ya garantizada por sus leyes. Según datos de Unicef, Estados Unidos es el país con mayor índice de pobreza infantil entre los países ricos, y queda en penúltimo puesto en cuanto al bienestar infantil en países ricos. En el caso de Somalia, un país que lleva 14 años sin gobierno, González-Bueno indicó que existen pocos datos sobre este Estado, pero sí se sabe que es el sexto peor país del mundo en mortalidad infantil de menores de 5 años. Su tasa es del 22,5 por ciento.

LA POBREZA EN LOS PAISES DESARROLLADOS: EL CUARTO MUNDO.

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Cuarto Mundo: pobreza en los países desarrollados

La distribución desigual de la riqueza en los países del Primer Mundo ha aumentado la distancia que separa a las personas ricas de los grupos más desfavorecidos

El crecimiento económico de los países desarrollados ha dado origen a lo que se conoce como Cuarto Mundo, un término que engloba a todas aquellas personas que residen en los países más avanzados, pero se encuentran excluidas o en riesgo de exclusión social. Esta situación se produce cuando la riqueza se distribuye de manera desigual y la línea que separa a ricos de pobres se convierte en abismo. Como solución, se propone incluir a los grupos más desfavorecidos en el proceso productivo y aumentar las partidas económicas. «Las ayudas nunca son suficientes», se quejan las ONG.

  • Autor: Azucena García | 
  • Fecha de publicación: 10 de noviembre de 2007

¿Por qué surge?

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El término ‘Cuarto Mundo’ fue utilizado por primera vez en los años 70 para designar a aquellas personas que viven en situaciones realmente precarias. Su creador fue el padre Joseph Wresinski, criado en un ambiente muy alejado de la opulencia y que fundó en 1957 la primera asociación contra la exclusión de los más pobres. «El Cuarto Mundo es un pueblo formado por hombres, mujeres y niños que, generación tras generación, se ven excluidos de los derechos fundamentales de los que goza el resto de la sociedad. Se ven excluidos de los progresos sociales y de la participación en la vida asociativa, política, religiosa, cultural, sindical… de sus sociedades. No se cuenta con ellos como interlocutores sino, como mucho, como meros beneficiarios de ayudas». Así define el término Beatriz Rodríguez-Viña, voluntaria permanente de Movimiento Cuarto Mundo en Madrid.

El término fue utilizado por primera vez en los años 70 para designar a aquellas personas que viven en situaciones realmente precarias

¿Pero cuál es la principal característica de este denominado Cuarto Mundo? Lo más curioso es que surge dentro de lo que se conoce como Primer Mundo. Es en los países más avanzados donde la gran diferencia en el reparto de la riqueza da lugar a dos grandes grupos que ocupan un mismo espacio físico, pero no social. No son casos aislados. Según datos de Médicos del Mundo, sólo en Europa residen más de 40 millones de personas pobres. «Otro de los paradigmas es Estados Unidos, que tiene una economía puntera, pero también un gran porcentaje de personas pobres que viven por debajo de niveles aceptables. Esto es todavía mucho peor de digerir», reflexiona la vicepresidenta de la ONG, Celina Pereda.

La miseria siempre ha estado presente en nuestra sociedad. Siempre han existido ricos y pobres. Pero es ahora cuando esta diferencia se hace más patente. A medida que la economía del mundo occidental crece, también aumenta el número de personas a las que esta riqueza no llega. Se tiende a pensar que los más pobres viven en los países del Sur. Sorprende reconocer la pobreza ‘al lado de casa’, pero la hay. «En todos los países hay pobres, que son los que menos medios tienen para salir adelante», apunta Rodríguez-Viña.

Combatir la pobreza es uno de los retos de la sociedad en que vivimos. Si no se encuentra una solución, el problema puede cronificarse y entrar en una espiral de difícil salida. Es necesario poner sobre la mesa las diferentes situaciones de exclusión social y afrontar cada una de ellas con las mejores herramientas. Una de las claves podría ser la incorporación de estas personas al proceso productivo o la elaboración de una Ley de Inclusión Social, reclamada desde hace años por la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía. «El crecimiento económico espectacular generado en los últimos años no ha contribuido a garantizar los derechos humanos ni a mejorar las condiciones de vida de todos los ciudadanos porque el umbral de pobreza no ha descendido», denuncia la APDHA.

Grupos que lo integran

La identidad de quienes conforman el Cuarto Mundo ha variado en paralelo a los cambios sociales. Personas sin hogar, mayores sin recursos, drogodependientes, mujeres, niños o inmigrantes son los grupos que se enfrentan con mayor frecuencia a situaciones de precariedad. El X Informe de Exclusión Social, publicado por Médicos del Mundo en 2005 para analizar la evolución de los últimos diez años, reconoce que la exclusión social y la pobreza «comparten rasgos». La primera limita el derecho a participar en la sociedad. La segunda impide acceder a los recursos necesarios para realizar las actividades básicas de la vida.

Personas sin hogar, mayores sin recursos, drogodependientes, mujeres, niños e inmigrantes son los grupos más desfavorecidos

Algunas de las causas que llevan a esta situación son la vulnerabilidad ante las drogas o la dificultad de acceso a una vivienda, a la educación o a un empleo remunerado. Contra todas estas dificultades lucha Médicos del Mundo desde 1992. Esta organización cuenta con varios programas de atención a personas excluidas. Los primeros proyectos tenían como objetivo la prevención de VIH/sida, debido a la alta prevalencia de la infección en España durante aquellos años, aunque en la actualidad la inmigración copa buena parte de sus esfuerzos. «Tenemos una población a la que es necesario prestarle atención», afirma Celina Pereda.

La mayoría de las personas inmigrantes tienen problemas para regularizar su situación, lo que les dificulta el acceso a los recursos sociales, sanitarios, laborales y de vivienda. En el caso de las personas drogodependientes, el consumo de drogas provoca el rechazo de la población y les expone a la marginalidad, el deterioro físico y mental. Por su parte, quienes carecen de hogar son «el conjunto de población más castigado, no sólo por la falta de vivienda, sino también por el desempleo, la desestructuración familiar, el estigma público, el desarraigo social, la enfermedad, el deterioro de su propia identidad y la falta de acceso a los servicios», explican desde Médicos del Mundo.

Intervenciones

Mattias Barthel

Si se atiende a las necesidades de los ‘habitantes’ del Cuarto Mundo, las intervenciones con estos grupos están claras. Es necesario resolver cuestiones de tipo sanitario y social, además de fomentar su integración.

  • Atención sanitaria. Con frecuencia, las personas que se mueven en ambientes marginales no tienen acceso al sistema público de sanidad, por lo que es prioritario atender estas necesidades. A veces, se trata de personas mayores con los achaques típicos de la edad o trastornos psicológicos motivados por la dureza de la vida en la calle. Otras son personas drogodependientes con VIH y enfermedades de transmisión sexual, debido a la falta de precauciones. La medida más habitual es el uso de unidades móviles, ya que permiten acercarse a estos grupos sin provocar el rechazo que les causa acudir a un hospital por su cuenta.
  • Atención social. Los trámites burocráticos son una de las principales preocupaciones de quienes quieren superar la marginalidad. En el caso de los inmigrantes, desean regularizar su situación, pero la mayoría desconoce cómo hacerlo. Hay que orientarles en este aspecto y explicar, en general, cómo obtener la tarjeta sanitaria, dónde acudir para recibir ayudas sociales o qué programas de desintoxicación de drogas existen.
  • Fomentar la integración. El primer paso para conseguir este objetivo es garantizar el acceso de todas las personas a los derechos fundamentales. Hay que desarrollar programas que les permitan la integración social, regularizar su situación administrativa o superar los problemas con las drogas y el alcohol, pero también son necesarios programas de sensibilización para que toda la sociedad se implique en este objetivo.

Se puede combatir

Es la eterna pregunta ¿Se puede superar la exclusión social? «La miseria no es una fatalidad y nadie se resigna a ella, ni los que la padecen ni los que la descubren», responde Beatriz Rodríguez-Viña. «Todas las personas vemos que hay realidades sociales diferentes a la nuestra, otra cosa es que las queramos reconocer», añade Celina Pereda. Cada día, somos conscientes de lo que ocurre a nuestro alrededor. La llegada de personas inmigrantes a las ciudades, por ejemplo, resulta cada vez más familiar puesto que son estas personas las que en muchos casos se encargan de cuidar a nuestros mayores y pequeños, además de realizar tareas de limpieza del hogar o atender comercios, en mayor medida.

«Todas las personas vemos que hay realidades sociales diferentes a la nuestra, otra cosa es que las queramos reconocer»

En cuanto a los instrumentos para combatir la pobreza, principalmente son dos: hace falta incrementar las ayudas económicas e involucrar a las personas afectadas. «Los esfuerzos sólo pueden ser eficaces si las personas que sufren la extrema pobreza toman parte activa en ellos», explica Rodríguez-Viña. Quienes se enfrentan cada día a la exclusión social son quienes mejor la conocen y pueden enseñar a superarla. Por ello, hay que otorgarles los medios necesarios para que den a conocer su experiencia y hagan sus aportaciones para adoptar las medidas pertinentes.

«Por su parte -recomienda Rodríguez-Viña-, el resto de la sociedad debe asumir un compromiso económico, político, social y cultural. Crear espacios de encuentro y participación en la lucha contra la miseria y convertir a los más pobres y excluidos en los principales protagonistas de su desarrollo». El X Informe de Exclusión Social recoge cómo, a lo largo de 2005, se produjo «el más importante proceso de regularización» de inmigrantes en España, aunque el «endurecimiento» de las medidas en las fronteras provocó episodios como la crisis de las vallas en Ceuta y Melilla. Hace hincapié en el alto riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual por parte de quienes no tienen acceso a medidas tan básicas como la utilización de preservativos. Y anima a adaptar la forma de trabajo de las ONG e instituciones públicas a las distintas realidades existentes.

En concreto, se requieren acciones específicas en los ámbitos que más preocupan en la actualidad:

Personas inmigrantes. La inclusión en el sistema público de sanidad de todas las personas que residen en España permitiría mejorar su salud y la de la comunidad en la que viven. Además, es preciso aumentar la inversión en los países de origen para evitar la salida de ellos en busca de un futuro mejor.

Personas drogodependientes. Los programas de metadona, intercambio de jeringuillas y reducción de daños en general limitan los riesgos del consumo de drogas. También hay que abordar las prácticas sexuales no seguras.

Personas sin hogar. Uno de los problemas más frecuentes es la escasez de plazas en albergues, pero también hay que impulsar el desarrollo de programas de integración social, formación y técnicas de búsqueda de empleo.

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