08/12/2007
Las conversaciones del periodista Beotas con Fraga
A Aznar sólo le da un papel intelectual dentro de la FAES, no en el PP
El periodista Enrique Beotas publica Cuaderno de notas de una vida con sus conversaciones con el dirigente del PP
A Rajoy, del que habla poco, le desea suerte, “algo que no tiene”
Define a Gallardón como un hombre típicamente de centro reformista
– El lunes, 11 de diciembre, presenta usted con Santiago Carrillo, Alberto-Ruiz Gallardón y Manuel Fraga, el libro “Cuaderno de notas de una vida”, basado en conversaciones suyas con Manuel Fraga sobre un sinfín de cuestiones políticas e históricas ¿Se puede considerar una especie de testamento intelectual de Fraga este libro?
Yo no diría que es un testamento intelectual, porque sería demasiado soberbio. Creo que el libro responde perfectamente al título. Es una especie de cuaderno de notas, en el que se apuntan impresiones e ideas esenciales sobre personas, situaciones, etc. Es un cuaderno de notas íntimo de Manuel Fraga.
– En esas notas ¿ofrece Don Manuel opiniones e impresiones que no hubiera hecho públicas en otros momentos de su vida?
Sin duda. Creo que Fraga es un personaje que ya no está en las ambiciones del día a día. Fraga ya no está en la brega diaria, se siente más en la historia. Por eso su juicio, ya sin limitaciones, respecto a personas de su propio partido es mucho más valioso y profundo. No es lo mismo lo que opinaba Fraga de Julián Grimau hace 15 años, o de José María Aznar. Fraga se sincera en este libro, con su lenguaje gallego en el que prima la ironía.
-¿Qué opina ahora de alguna de sus frases célebres, como “la calle es mía” o “me los como crudos”, o “hay que echarles de comer aparte y poco, por cierto”?
Naturalmente, las asume todas como propias, pero puntualiza qué quería decir con ellas. Quizás alguna de ellas no fueron muy afortunadas, porque la interpretación no se correspondía con lo que pretendía expresar la frase cuando se pronunció. Le pongo un ejemplo: con respecto a la frase “me los como crudos”, se produce cuando se rumoreaba intensamente que Jorge Vestrynge iba a dar un golpe de Estado en AP para descabalgar de su presidencia a Fraga y, en una cena con periodistas, María Antonia Iglesias le pregunta qué opina de esos movimientos de Vestrynge que, supuestamente, persiguen su salida de la presidencia de AP. Fraga le contó una anécdota a María Antonia Iglesias; le dijo que él iba a pescar mucho al río Ancares y que siempre le acompañaba un guardés. Un día, río arriba, Fraga vio un montón de truchas arremolinadas en un punto, rápidamente se dispuso a lanzar la caña, pero el guardés le dijo: “Don Manuel, aunque usted las vea todas aquí, aquí no pican, pican más arriba”. Pero Fraga no hizo caso y cebó su caña y el guardés le dijo: “todas las truchas que usted pesque en esta parte del río, yo me las como crudas”. En el libro, él explica que lo que quiso responder a María Antonia Iglesias es que todos los presuntos conspiradores que ella pretendía ver, él se los comería crudos, porque no creía que esa supuesta conspiración fuese cierta. En todo caso, la frase es desafortunada y se interpretó como que él se comía crudos a sus rivales.
-¿Y no se arrepiente de nada de lo dicho o hecho durante su larga vida política?
En este ejercicio que he hecho con Fraga no hay lugar para el arrepentimiento. Su coherencia intelectual está muy por encima de las interpretaciones que se le han dado a sus gestos o actitudes.
– ¿Sorprenden las opiniones de Fraga sobre José María Aznar recogidas en su libro?
A mí me han sorprendido. Dice que Aznar ha sido un gran presidente de España, que articuló una buena política económica, sanitaria, etc. pero también señala y describe varios errores que él detectó en Aznar durante sus 8 años de Gobierno.
-Hay también en su libro una reflexión sobre la figura del dictador Franco ¿qué opina Fraga de Franco 32 años después de su muerte?
Fraga hace un análisis de la figura de Franco desde cuatro puntos de vista distintos: el del intelectual, el del político, el de uno de los “padres” de la Constitución y el del universitario.
-¿Qué reflexión le merece la figura de José Luis Rodríguez Zapatero?
No hace un buen juicio de él…
-Eso sí que no es ninguna sorpresa…
Sí, pero no lo dice como militante disciplinado de su partido, no…Fraga habla de lo que él espera de un hombre de Estado y de las carencias de Zapatero. En cambio, a Felipe González le hace importantes reconocimientos que yo jamás le había escuchado. Fraga echa de menos en Zapatero lo que le reconoce a González.
– ¿Quién sale mejor parado, Aznar o Gallardón, en las fotografías que hace de cada uno de ellos?
Eso es subjetivo, claro, pero yo creo que Gallardón sale mejor parado de cara a futuro para Fraga, porque a Aznar sólo le concede un papel intelectual dentro de FAES, pero no en la dirección del PP.
-¿Dónde sitúa entonces a Gallardón?
No le sitúa, le define como un hombre típicamente de centro reformista. Pocas son las personas a las que Fraga define de este modo.
-Parece que a Rajoy le dedica poco espacio…
Fraga dedica un recuerdo muy próximo del padre de Rajoy y dedica a la figura del padre buena parte de la respuesta a la pregunta sobre Mariano Rajoy. Pero eso es una cuestión generacional. En todo caso, a Rajoy le trata con respeto y dice lo siguiente: “A Rajoy sólo le puedo desear algo que no tiene y espero que tenga, que es suerte”. En todo caso, lo mejor es que cada cual se lea el libro y saque sus propias conclusiones sobre las opiniones del presidente fundador del PP.
-¿Qué es lo que más le ha impactado durante el proceso de elaboración de su libro, que ha durado un año y medio?
Pues mire, admiro la lucidez intelectual de Fraga. Hemos tenido 6 sesiones de trabajo, de 4 horas cada una y después 7 sesiones de correcciones sobre el papel de dos horas cada una. En todas ha derrochado lucidez y brillantez. Y eso me admira en un hombre de 85 años.
-¿Le duele ver a Fraga, en cierto modo, apartado por su partido, en el Senado?
Yo no diría que el Senado es un aparcamiento, porque cumple un papel muy importante en competencias territoriales…
– Hombre, pero Fraga no tiene un papel preponderante precisamente dentro del Grupo Popular en el Senado…
Mire, Indro Montanelli, un personaje al que conocí y admiré, tuvo siempre las botas puestas del periodismo y la concepción histórica. Y, aunque su protagonismo decreció en los últimos años, no fue así en realidad. En la introducción del libro, Santiago Carrillo escribe “la madurez ya no cotiza en nuestra sociedad”.
-¿La madurez de Fraga ya no cotiza?
Pues no lo sé, porque él mismo dice que va a seguir en activo en política mientras le quede una gota de vida.
-Este libro, que recoge las reflexiones de Fraga, que lleva una introducción de Santiago Carrillo y un texto de Alberto Ruiz Gallardón sobre el Fraga que ellos conocieron y que será presentado ante la presencia de Fraga y Carrillo en el Club S.XXI ¿es la imagen del “espíritu de la Transición”?
Mire, un rockero de 52 años como yo, al leer este libro solamente piensa que mi generación, la de Miguel Ríos, Luz Casal, Rosendo, la del espíritu de la Transición, podía ser la primera generación de españoles que no habría conocido una guerra.
-Bueno, la crispación es enorme, pero la sangre no ha llegado al río…
No, claro…Pero yo tengo una hija de 17 años y lo que más deseo es que no conozca la guerra. Como decía el filósofo, el recurso más cobarde para resolver los problemas de la paz es la guerra, por eso, el espíritu de la Transición me parece de lo más importante que le ha ocurrido a España. Un libro como éste no podía ser ajeno a ese espíritu. Creo en la convivencia a pesar de las discrepancias ideológicas. “Cuaderno de notas de una vida” rememora una página de nuestra historia: cuando Santiago Carrillo entró en España, Fraga aceptó al poco tiempo presentarle en el Club SXXI y ahora, 31 años después, ambos coincidirán en el mismo escenario, pero será Carrillo quien presente el libro sobre las reflexiones de Fraga. Eso es algo grande.
Esther Jaén