06/12/2007
Rajoy, el Loro Mayor del Reino
La “no negociación con ETA” no es “la posición que siempre ha mantenido el PP”
Párrafo extraído textualmente del comunicado de prensa del PP sobre las declaraciones de Mariano Rajoy, efectuadas por él durante la concentración en la Puerta de Alcalá, remitido a las 19:32 horas del día 4 de diciembre del año en curso: “El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha defendido hoy la política de la derrota de ETA y la no negociación con la organización terrorista. En este sentido, el dirigente popular ha recordado que ésta es la posición que siempre ha mantenido el PP y ha asegurado que es lo mejor para España, para los españoles y para la defensa de la vida, los derechos y las libertades de las personas, que están por encima de cualquier otra consideración`”.
Ninguna novedad, ciertamente. Esta es la doctrina oficial de Génova 13. Ocurre, sin embargo, que contiene una inexactitud muy significativa y, además, una monumental mentira de brocha gorda. Empecemos por la inexactitud. ¿Dónde está escrito que la derrota de ETA no pueda conseguirse mediante el diálogo o la negociación? En ninguna parte. La derrota de ETA se producirá cuando los terroristas dejen definitivamente de matar. Hagan esto de un modo o de otro. O gracias a la combinación de ambos factores. La ofensiva policial y judicial es necesaria.
Tarea sencilla
Pero no garantiza por sí misma la desaparición de ETA. Demostrar esta aseveración es tarea sencilla. Confirma tal afirmación que la banda terrorista continúa actuando, después de más de cuatro décadas teniendo en los talones a la policía y a los jueces, mientras que los períodos de negociación han sido breves y puntuales. Conviene no olvidar nunca que ETA ha contado desgraciadamente a lo largo de su historia con el apoyo explícito o implícito de más de cien mil ciudadanos vascos, como mínimo.
Cálculos electorales
Cerrar la puerta a nuevas conversaciones –como pretende el PP con una insistencia escasamente racional- es sólo consecuencia de los cálculos electorales que mueven en exceso a la derecha. Es verdad que no hay ahora mismo ninguna “expectativa de diálogo”, conforme señala, estos días de nuevo, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. ETA se cargó el proceso de paz -pronto hará un año- con el brutal atentado de la T-4. Y consagró aún más la ruptura cuando anunció formalmente el fin del alto el fuego.
Incluso blasfemia
¿Pero habrá que recordar cómo terminó, recientemente, a primeros de enero de este año, el conflicto del Ulster, mucho más largo y sangriento que el de ETA? Ya sé, por supuesto, que aludir al Ulster es para los peperos pecado mortal o incluso blasfemia. Pero convendría que, en lugar de soltar venablos dialécticos -tan característicos de muchos neocon-, hicieran el pequeño esfuerzo de informarse y hablar así con propiedad y sin rebuznos enojosos. Son algunos dirigentes del Siin Féin los que han trasladado a ETA, tras la ruptura de la tregua actual, el mensaje tajante de que o abandona la violencia o que no espere ningún gesto de apoyo en las presentes circunstancias.
Con mayor o menor acierto
Vayamos a la mentira de brocha gorda. El PP no ha mantenido siempre la misma “posición”. Lo dicen como loritos unos y otros. Con Rajoy ejerciendo de Loro Mayor del Reino. Y ellos son los primeros que saben que están mintiendo. Ellos saben, claro que lo saben, que acogieron con entusiasmo –y con cautela, naturalmente- la tregua cuando José María Aznar residía con su familia en la Moncloa. Aquella tregua existió, aunque tengan la desfachatez de negar su existencia. Y nieguen además la existencia de lógicos y plausibles contactos, diálogos y negociaciones con ETA. Niegan la evidencia porque no quieren reconocer que ellos hicieron, con mayor o menor acierto, con mayor o menor fortuna, su propio proceso de paz. Duró un año y algunos meses más.
Parece increíble…
Parece increíble, pero así es. ¿Cómo puede ser que aquellos que fueron desalojados del Gobierno democráticamente por mentir acerca de la autoría del 11-M, y también por mentir para apoyar la guerra de Irak, continúen a tres meses y pocos días de las elecciones generales mintiendo? ¿Pretenden estos discípulos de Goebbels vencer en las urnas exhibiendo tamaño cinismo? ¿Nos ha tomado usted, Sr. Rajoy, a la mayoría de los españoles, por imbéciles? Ustedes no han estado siempre en la misma posición.
O lo intentó
Usted era entonces ministro de aquel Gobierno. El Gobierno que dialogó, habló y negoció, o lo intentó, con ETA y antes con Batasuna. Contaban –he ahí la gran diferencia- con el respaldo inequívoco del principal partido de la oposición, el PSOE, y del resto de partidos parlamentarios. Y con el respaldo asimismo de la totalidad de los medios. Los afines y los críticos. ¿Todavía se empeña en negarlo, Sr. Rajoy?
E.S.