La cumbre del ‘enfriamiento’ climático

 

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15-12-2008
 
La Cumbre del Clima de Poznan acabó la madrugada del sábado con un acuerdo de mínimos y con la demostración de que la negociación en 2009 para conseguir un acuerdo que sustituya al Protoclo de Kioto será a cara de perro. Los 187 países reunidos en la ciudad polaca lo dejaron casi todo para 2009, para que sea la Administración de Obama la que negocie el texto que debe estar listo en diciembre próximo en Copenhague. En Bali, hace 12 meses, la cumbre se dio dos años para renovar Kioto. Ha pasado uno sin avances y ahora el plazo para alcanzar un acuerdo tan complejo parece insuficiente, según muchos delegados.
 

Fuente: El Páís
RAFAEL MÉNDEZ (ENVIADO ESPECIAL) – Poznan – 14/12/2008

 
Los países ricos se negaron a aumentar las ayudas a un fondo de adaptación para los países pobres, que reaccionaron airados ante el plenario. La protesta alargó la cumbre hasta pasadas las tres de la madrugada.

Una vez claro que no saldrían de Poznan cifras de reducción de emisiones, los países en desarrollo, de China a Gabón, insistieron en salir con un Fondo de Adaptación con el que pagar obras (desaladoras o diques, por ejemplo) contra los impactos del calentamiento. Los países ricos cedieron sólo a medias. Aceptaron poner en marcha ese fondo en 2009 (oficialmente ya existía pero no funcionaba).

El fondo se nutre del 2% del dinero que supone el ahorro en emisiones mediante la inversión en energías limpias en países en desarrollo (entre 80 y 300 millones de dólares al año). La ministra española de Medio Ambiente, Elena Espinosa, calificó ayer de éxito la puesta en marcha de este fondo. Al alcabar, la sala rompió en aplausos. Duraron poco. Venía la bronca.

Los países pobres pedían sacar otro 2% de otros mecanismos de reducción de emisiones, algo a lo que se negaron los ricos. «Llevo 12 conferencias y este es uno de los momentos más tristes que he vivido. Algunas partes se han negado a sufrir una mínima pérdida del mercado de carbono, mientras millones de personas pierden sus vidas y sus hogares debido al cambio climático», espetó el delegado de India, entre aplausos. El representante de Gabón criticó la responsabilidad histórica de «los golden boys del calentamiento». Siguió Pakistán: «No sé qué política es esa de negarse a pagar por lo que uno ha contaminado». Colombia, Suráfrica, Costa Rica, Brasil, India, Bolivia y Maldivas hablaron en el mismo sentido.

Como explicó el secretario de la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático, Yvo de Boer, la negativa a pagar más es, sobre todo, una táctica negociadora: «Para que haya un acuerdo en Copenhague hay que integrar a los países en desarrollo. Y muchos países desarrollados pensaron que no era el momento de aumentar el fondo». En Poznan, todos los países hablan de reducir o limitar las emisiones de gases de efecto invernadero. La clave está en cuánto paga cada uno, en cuánto va de los ricos a los pobres. «La cumbre ha ido bien porque no hemos acordado nada», resumió en los pasillos un delegado de un gran país asiático.

De Boer opinó que resumir la cumbre en esa bronca final es «como ir al cine y sólo recordar un fotograma triste». Porque aparte de eso, se han cumplido los modestos objetivos que se esperaban. Hay un calendario concreto de negociación para 2009 y de todos los continentes se escucharon discursos parecidos. China, India, México y Brasil, que hasta hace años descargaban todo el esfuerzo en los ricos, presentaron planes voluntarios de limitación de emisiones. Pero el secretario de Medio Ambiente de México, Juan Rafael Elvira, explicó que no aceptarían imposiciones: «Queremos reducir emisiones, pero tenemos prioridades, como la pobreza, y no vamos a atarnos la soga al cuello. Sólo aceptaremos objetivos voluntarios».

Además, la UE comunicó que pretende reducir las emisiones un 20% en 2020 respecto a 1990. Barack Obama, se ha comprometido a un esfuerzo similar.
¿Y en 2008?
Las organizaciones ecologistas han visto la Cumbre de Poznan como la prueba de la parálisis. Heikki Willstedt, de WWF criticó: «Mientras los países más desfavorecidos han puesto sobre la mesa las víctimas y los impactos del cambio climático, para pedir ayuda a los industrializados, la UE se ha regalado 200.000 millones de euros en su paquete de energía y ha dejado sólo unas migajas para los países en desarrollo».

Joaquín Nieto, de Sustain Labor y veterano de estas cumbres, señaló: «No ha habido avances pero tampoco retrocesos». Stephanie Turnmore, de Greenpeace, se mostró decepcionada: «Qué hemos hecho en 2008? Nada. Las ONG ambientalistas resaltaron el papel constructivo de China e India, Brasil o México. Todos ellos han llegado a Poznan con planes de limitación de emisiones pese a no tener ninguna obligación.

Despues de la Cumbre de Poznan, el turno de Obama.

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El turno de Obama

  • Lo mejor de esta COP14 han sido los compromisos de algunos países en desarrollo
  • La adopción de un plan concreto de reducción en la UE obliga a EEUU a mover ficha
  • España debe reducir el CO2 en transporte y residencia un 10% en 2020
  • Se abre ahora una cuenta atrás de un año para lograr un acuerdo en Copenhague
Por CLEMENTE ÁLVAREZ (SOITU.ES)
Actualizado 13-12-2008 03:03 CET
Foto. REUTER

POZNAN (POLONIA).-  Primero fue el mediático Al Gore el que utilizó las palabras preferidas de su presidente electo Obama para acabar, en un Plenario a rebosar, un discurso efectista: «Yes, we can». Y todo el auditorio aplaudió como no se había oído en esta cumbre del clima (COP14). Por la tarde, la UE le respondía en boca del ministro de Ecología de Francia, Jean-Louis Borloo, tras dar los detalles del acuerdo de los 27 Jefes de Estado de la UE en Bruselas. Acababan de aprobar el primer plan concreto de reducción de emisiones de CO2 para después de 2012. El francés enviaba entonces un mensaje «a los amigos americanos»: «Yes, we can». Los términos de ese acuerdo no gustan a los ecologistas, pero el guiño de Borloo resulta muy indicativo: Ahora es el turno de Obama.

Era lo más significativo de una cumbre del clima de transición que terminaba a las 3 de la madrugada del sábado con un pobre balance: una agenda hasta Copenhague (cuatro precumbres en 2009, la primera en marzo en Bonn) y un avance en financiación (la activación del Fondo de Adaptación). Una cumbre donde para sonrojo de los más ricos lo mejor vino del lado de los países en desarrollo, algunos de los cuales (como México, Indonesia o Brasil) adoptaron incluso, sin estar obligados, compromisos para limitar el crecimiento de sus emisiones y donde se esboza cuál puede ser la participación de los países emergentes en el esfuerzo global (limitar su crecimiento de emisiones entre un 15 y un 30% en el año 2020).

En realidad, tampoco se podía aprobar mucho más por la ausencia aquí del equipo del presidente electo de EEUU, Barack Obama, pues los europeos no se pueden arriesgar a dar pasos que les vuelvan a dejar solos como ocurrió en el Protocolo de Kioto al que se quiere dar ahora continuidad a partir de 2012. Lo que está en juego es lograr un acuerdo global en la próxima cumbre de Copenhague (COP15) que evite que suba más de 2 grados la temperatura media del planeta (como así se decidió en Bali).

Lo aprobado de forma paralela en Bruselas era el paquete de medidas propuesto el pasado mes de enero por la Comisión Europea, el llamado 20-20-20: una reducción del 20% de las emisiones de CO2 (respecto a 1990), un aumento de las energías renovables para que supongan el 20% en el consumo de energía y todo ello en el año 2020. «Esto son ya objetivos evaluables sector por sector, año a año, y país a país», comentaba satisfecho el ministro francés, que recordaba que la UE quiere ampliar este mismo objetivo de reducción para 2020 hasta el 30% si le siguen los demás países desarrollados en el futuro acuerdo que se llegue el año que viene en Copenhague (lo que entraría en el rango 25-40% que se pide que asuman los países desarrollados). «La UE no sólo confirma sus objetivos, sino que no hay nadie que haya realizado algo equiparable», incidía el galo, que también reconocía las dificultades surgidas en el mes de octubre: «Después de haber dudado algunos días por la crisis, los europeos estamos convencidos de que la crisis económica pasará, pero la ecológica no«.

«Esto ya no se puede llamar el plan 20-20-20», replicaba poco después la reponsable de Energía de Greenpeace Francia, Karine Gavand, «se ha quedado en 4-4-4: 4% de la reducción real de emisiones en Europa (sin el uso de mecanismos suplementarios a la reducción), 4% es la parte del sector industrial que sólo tendrá que ir a subasta y 4 los grados que se alcanzarían en el planeta si el resto de países siguen el mismo camino». Las rebajas realizadas en Bruselas en el texto para contentar a todos los países temerosos de la crisis económica, principalmente a Polonia, no han gustado en nada a los grupos ecologistas, que piden que los eurodiputados voten en contra cuando pase por Estrasburgo.

¿Por qué? Esta nueva política europea divide las fuentes de emisiones de CO2 en dos bloques: el sector difuso (transporte, agricultura y sector residencial) y la industria. En el primer bloque existen una serie de objetivos de reducción concretos para cada país en función de su PIB (en el caso de España un 10% respecto a los niveles de 2005, un compromiso bastante moderado teniendo en cuenta los altos niveles de emisiones del país en ese año de referencia). Sin embargo, para el segundo no se distribuyen objetivos de reducción entre los países, sino que todas las empresas europeas deben repartirse unos derechos de emisión limitados.

Y aquí viene el principal punto de conflicto, en principio se quería que los países no repartieran de forma gratuita esos derechos (como hasta ahora) sino acudir a subasta. Sin embargo, por la presión de Polonia, y otros países de la ampliación europea, al final sólo acudirán a la subasta el 100% de las empresas eléctricas de los Quince, pero las del resto de países se incorporarán gradualmente desde un 30% hasta llegar al 100% del sector en 2020.

Con o sin rebajas, y a la espera de lo que pueda pasar en el Parlamento Europeo, sí era cierto que los países europeos daban nuevamente un paso que les ponía por delante del resto de países desarrollados. Además, el comisario europeo de Medio Ambiente insistía en Poznan en recordar que la verdadera propuesta de la UE es llegar al 30% de reducción en 2020. «30%, eso es lo que queremos, miramos al futuro, tenemos que reducir al 30%, eso es lo que los países europeos proponemos», reiteraba de forma machacona un comisario que pedía a la sociedad que no bajara la presión sobre los gobiernos.

Fondo de Adaptación

Entre los acuerdos alcanzados en Poznan ya de madrugada, destacaba la activación del Fondo de Adaptación para el reparto de las ayudas para la adaptación a los efectos del cambio climático (inundaciones, sequías…). Estas ayudas vienen del 2% de los intercambios de créditos de CO2 conseguidos por los proyectos de reducción de emisiones llevados a cabo por los países desarrollados en naciones en desarrollo (los llamados Proyectos de Desarrollo Limpio) y suponen entre 80 y 300 millones de dólares al año. Demasiado poco. Los países en desarrollo querían ampliar este fondo con otro 2% procedente del mercado de emisiones y se esperaba que la reunión de Bruselas lo facilitara, pero eso tendrá también que esperar para decepción de estas naciones, que no dejaron de expresar su descontento.

«Esto no es un problema financiero, ni climático, esto es un problema ante todo humano», criticaba con dureza el representante de Gabón superadas las 2 de la madrugada en el Plenario, «cada vez es más grande la fractura entre los países ricos y pobres». «Hace falta más honestidad», que se dirigía así a los que calificaba como ‘»golden boys’ del cambio climático». Fueron muchas las intervenciones de decepción de los países en desarrollo por unas y otras causas. Pero ya no había tiempo para más en esta cumbre del clima. La conferencia se daba por cerrada y en las pantallas aparecía la cuenta atrás para Copenhague: 352 días, 6 horas y 59 minutos.

Los otros artículos sobre esta cumbre:

Cambio climático: ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?.

  • Hoy es martes, 18 de noviembre de 2008
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    • Foto: Antonio López

     

     

     

    En ciudades como Madrid y Elche sus habitantes ya están acostumbrados a que los termómetros marquen alrededor de 40 grados en verano. Lo que ya no es tan habitual es que en Bilbao, en pleno mayo, se alcancen los 37 cuando históricamente la media del mes de sitúa en la mitad.Mientras que poco a poco van conociéndose más datos como estos que revelan el incremento desmedido de temperaturas, National Geographic en su documental Six degrees could change the world advierte que un ascenso de seis grados de la media global de la temperatura podría provocar la extinción de la vida en nuestro planeta.

     

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    n estudio elaborado por la revista Proceeding of the National Academy of Sciences (PNAE) concluye que la última década ha sido la más calurosa de los últimos 1.300 años en el hemisferio norte. El informe, llevado a cabo por avanzadas técnicas de análisis que excluyen las investigaciones de los anillos de los árboles, señala de manera precisa la temperatura de hace casi dos milenios.

    Conclusiones de la I Reunión de Expertos en Cambio Climático y Salud, celebrada en la sede del Ministerio de Sanidad y Consumo de España

     
     

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    María Neira durante la reunión de expertos. Foto: MSC

    • El plan ha sido consensuado por más de 80 expertos mundiales y organismos de Naciones Unidas.
    • El objetivo es acelerar los trabajos de investigación en este terreno antes de que se celebre la XV Conferencia de Naciones Unidas, en diciembre de 2009, y en la que tratará un nuevo acuerdo global sobre el clima que suceda al Protocolo de Kyoto.
    • El plan de investigación identifica cinco áreas prioritarias de actuación, entre ellas los efectos directos e indirectos a largo plazo del cambio climático en la salud y el fortalecimiento de los sistemas sanitarios en esta materia.
    • A pesar de los riesgos reconocidos del cambio climático, la investigación en este campo es muy reducida.

    La Organización de la Salud (OMS) ha aprobado un plan de acción política e investigadora para proteger la salud frente a la amenaza del cambio climático. Ésta es la principal conclusión de la I Reunión de expertos internacionales en cambio climático y salud, que ha acogido el Ministerio de Sanidad y Consumo en su sede desde el pasado lunes. El plan pretende incrementar rápidamente las actuaciones en el terreno de la investigación para ampliar la evidencia científica sobre el impacto en la salud del cambio climático y proponer medidas de protección eficaces.

    Según los expertos reunidos en Madrid, a pesar de que el cambio climático se reconoce cada vez más como un riesgo importante para el bienestar humano, ha recibido poca atención por parte de la investigación. A modo de ejemplo, hay casi ocho veces más documentos científicos sobre la contaminación del aire que los que describen el vínculo entre cambio climático y salud.

    «Muchos organismos, incluyendo la OMS, han puesto de relieve los peligros sanitarios del cambio climático», ha declarado la directora general de la OMS, Margaret Chan, quien ha añadido: «Los 193 Estados miembros de la OMS reconocieron estos peligros en la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud (que se celebró en mayo) y solicitaron a la OMS que les ayudara a reforzar las evidencias para establecer una política de actuación».

    Áreas de investigación prioritaria

    El plan diseñado por la OMS establece las directrices generales y específicas que deben seguir los gobiernos e instituciones de investigación que quieran emprender acciones en esta materia. El documento identifica cinco grandes áreas de investigación prioritaria:

    • Interacciones del cambio climático y factores determinantes en la salud: el cambio climático no actúa aislado y hay una necesidad urgente de entender cómo interactúa con otros factores que pueden influir en la salud como el desarrollo económico, la globalización, la urbanización y desigualdades en la exposición al riesgo sanitario y en el acceso a la atención.
    • Efectos directos e indirectos a largo plazo: se sabe mucho de los efectos sanitarios del cambio climático a corto plazo, pero es preciso conocer mejor sus efectos a largo plazo, como la creciente sequía, la disminución de los recursos de agua dulce y el desplazamiento de la población, con un enfoque especial en niños y otros grupos especialmente vulnerables.
    • Comparación de la eficacia de las intervenciones a corto plazo: los enfoques de los distintos países para afrontar las amenazas sanitarias relacionadas con el cambio climático pueden ser distintos. Las evaluaciones resultantes de esta comparativa pueden ayudar a calificar la eficacia de las intervenciones.
    • Evaluación del efecto en la salud de sectores no sanitarios: hay una necesidad urgente de evaluar rápidamente las implicaciones sanitarias de políticas específicas para la prevención y adaptación del cambio climático en otros sectores, como el efecto potencialmente negativo de promocionar biocombustibles sobre la seguridad alimentaria y la malnutrición, y los efectos sanitarios potencialmente positivos de políticas de transporte y energías sostenibles.
    • Intervenciones sanitarias y en el cambio climático para fortalecer los sistemas de salud pública: muchas de las intervenciones que llevan a cabo los sistemas sanitarios para afrontar el cambio climático se basan en competencias básicas de salud pública. Es preciso tener más conocimientos para identificar los medios más eficaces para implantar estrategias de salud pública preventivas e integradas que reduzcan no sólo las amenazas relacionadas con el cambio climático, sino también todos los riesgos sanitarios ambientales.

    El objetivo de la agenda de actuaciones acordada en Madrid es intensificar las investigaciones para presentar resultados durante la XV Conferencia de Naciones Unidas, que se celebrará en Copenhague, en diciembre de 2009, y donde se espera que los líderes mundiales alcancen un nuevo acuerdo global sobre cambio climático que sustituya al Protocolo de Kyoto.

    España creará un observatorio nacional en 2008 que estudiará el impacto del cambio climático sobre la salud de los españoles.

    En esta misma línea, el Gobierno Español tiene en marcha el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático que contempla varias líneas de actuación: evaluar el efecto del cambio climático en la salud y prevenir enfermedades ligadas al mismo; realizar planes de intervención basados en sistemas de alerta temprana; desarrollar programas de vigilancia y control de enfermedades de transmisión vectorial y aumentar la concienciación ciudadana.

    Del mismo modo, también está previsto crear un Plan Nacional de Acción en Salud y Medio Ambiente para el período 2009-2012 que tendrá entre sus principales contenidos el cambio climático.

    «Nuestro objetivo es aprovechar las sinergias creadas en la aplicación de otros planes y programas relacionados con los efectos de las temperaturas extremas, la calidad de las aguas, los riesgos físicos, la seguridad química, la contaminación atmosférica, la vigilancia epidemiológica, la formación de los profesionales sanitarios y la educación y promoción de la salud», ha indicado el ministro de Sanidad Soria.

    Fuente: ISTAS. Dr. Dámaso Tor. Médico y Meteorólogo. Especialista en gestión ambiental. 8 de octubre de 2008

     

    El Protocolo de Kioto era en 2002 ¡“el objetivo del Gobierno de Aznar»!

     POLÍTICA

     

    El viraje ideológico del ex presidente deja en evidencia la coherencia de su partido

    ELPLURAL.COM

    Mientras Greenpeace insta al sucesor de Aznar al frente del PP, Mariano Rajoy, a que aclare si la postura de su partido es la del responsable de su fundación ideológica o la que les llevó a suscribir el Tratado de Kyoto cuando estaban en el Gobierno, otras organizaciones sociales como Globalízate denuncian la “incoherencia y desfachatez” en la evolución del ex presidente respecto al calentamiento global. El grupo parlamentario popular se declaraba en 2002 “profundamente orgulloso” de que fuera “el Gobierno de José María Aznar” el que tramitara la ratificación del Protocolo contra el cambio climático.

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    Diferentes organizaciones están denunciando la incoherencia del PP después de que la FAES y su presidente hayan editado un libro que pone en duda las bases científicas que demuestran el cambio climático. Así, desde Greenpeace piden al Partido Popular que confirme si apoya el Protocolo que firmó el propio Aznar como presidente español, o si comparte con éste el “nuevo revisionismo para que los grandes grupos industriales puedan seguir contaminando sin pagar por ello”.

    “Falta de conocimientos científicos”
    Desde la asociación Globalízate denuncian asimismo este cambio de actitud, alertando de la “incoherencia y desfachatez del ex presidente” en este punto. “Ya conocemos las lagunas de memoria y la falta de conocimientos científicos de Aznar, pero en lugar de acudir a los científicos españoles de prestigio que han trabajado en el IPCC, ha presentado por medio de la fundación FAES a una fuente de dudosa credibilidad científica” como el checo Vaclav Klaus, financiador de lobbys que se dedican a sembrar dudas sobre la acción del hombre en el calentamiento global.

    En 2002, Kyoto era “el objetivo” de Aznar
    Rajoy no ha querido entrar a valorar las palabras de Aznar y se ha remitido al programa electoral de su partido en las últimas elecciones, el mismo en el que se marcaba como “objetivo” el pleno empleo a pesar de ser consciente de que la crisis “se veía venir”. El grupo popular, que en 2002 ratificó en el Parlamento, se declaraba orgulloso de la actitud de Aznar respecto al Protocolo de Kyoto. El cumplimento del Protocolo era entonces, según el grupo parlamentario popular, “el objetivo del Gobierno de José María Aznar” y el “grupo parlamentario se siente profundamente orgulloso de que sea un Gobierno del Partido Popular el que traiga a esta Cámara para su ratificación el Protocolo de Kioto.

    España, bajo el estrés del agua.

     

    España, bajo el estrés del agua
    29-09-2008
     
    El estrés del agua quiere decir sequía y desertificación. Significa que en el futuro, a nuestra lista de preocupaciones, se añadirá la falta de agua. Pero también el exceso: inundaciones y crecidas de ríos. Es la expresión que utiliza la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) para calificar lo que va a sufrir en las próximas décadas España y todos los países de la cuenca del Mediterráneo.
     

    Fuente: El País

    La Unión Europea ha publicado un informe llamado Impactos del cambio climático en Europa que especifica las convulsiones que vivirá el viejo continente por el calentamiento global. El estudio analiza la cantidad del agua que el hombre ha necesitado entre 1975 y 2006 y, por otro lado, muestra la evidencia de que las lluvias serán muy intermitentes en Europa. Lloverá poco y se necesitará más agua. «En el mismo período ha habido un significativo incremento en la demanda de agua en España (entre el 50% y el 70%) y en las áreas mediterráneas», asevera el informe. Y las predicciones de futuro van en línea ascendente. «La demanda crecerá cada vez más, especialmente en el sur donde la necesidad de agua para la agricultura es mayor. Con ella, se desarrollará una competición por este bien entre los distintos sectores (turismo, agricultura, energía) y usos».

    En promedio, la exigencia de agua en todos los países de Europa ha crecido al rededor de 50 milímetros cúbicos por hectárea al año pero, en algunos casos como en el centro de España, Italia, Grecia, el Magreb, el sur de Francia y Alemania la cifra oscila entre 150 y 200 metros cúbicos por hectárea al año. Y, como se prevé que las lluvias, se reducirán se necesitará regar más. Por eso la falta de agua causará un impacto negativo tanto en términos económicos como en ecológicos. Además, en el Mediterráneo se ha observado un creciente déficit del agua en los últimos 32 años.

    Aunque el informe vaticina desertización para España, el estudio tampoco nos libra de los desbordamientos de los ríos. Habrá un incremento porque la alternancia entre períodos de sequía y precipitaciones torrenciales hace a España más propensa a estas inundaciones. Para 2080 pronostica que entre 2000 y 4000 personas se verán afectadas por las inundaciones en las zonas costeras por la subida del nivel del mar en Andalucía, Galicia, las Islas Baleares y Asturias. La región más afectada será el País Vasco: entre 4000 y 8000 personas podrán ser víctimas de la subida del mar. Países como Reino Unido, Sicilia o Grecia podrán ver afectada a gran parte de su población (entre 8000 y 50.000 personas). El planeta ya está experimentando una subida de las temperaturas de 0,8 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales y el nivel del mar ha crecido 3,1 milímetros al año en los últimos 15 años.

    Para mitigar todos estos problemas el informe apuesta tanto por la reducción del CO2 como por la adaptación a las consecuencias del cambio que ya no se pueden remediar. «El 90% de todos los desastres que han sucedido en Europa desde 1980 están directa o indirectamente relacionados con el clima y representan el 95% de las pérdidas económicas causadas por catástrofes», señala el informe.

    Para evitar estas pérdidas se pone tres metas: la primera, una mayor vigilancia, monitorización y estudio de los cambios a nivel internacional; la segunda, estabilizar el clima para 2020 por debajo de los dos grados centígrados con respecto a los niveles pre industriales «para evitar consecuencias irreversibles en la sociedad y en los ecosistemas». Por último, hace hincapié en la adaptación.

    Afirma que uno de los grandes retos de España de todo el Mediterráneo en adaptación es la diversificación del turismo en otros sectores. El estudio asegura que la subida de la temperatura hará marcharse a los turistas más al norte, en busca del mismo clima que antes se gozaba en España. Por eso, para no perder dinero, será imprescindible invertir en otros sectores.

     


     

    El informe se puede encontrar en esta dirección de Internet: (http://reports.eea.europa.eu/eea_report_2008_4/en/).

    Andalucía lidera la generación de electricidad con biomasa a nivel nacional

    Economía y Empresas

    Actividad Económica

    Las 15 plantas instaladas en la comunidad producen el 30% de esta energía del total español

     

    Andalucía, 21 de agosto de 2008

    Se utiliza como combustible restos de invernadero, orujo, orujillo y madera.

    Andalucía lidera la generación nacional de electricidad con biomasa con 15 plantas que suman 164,2 MW, el 30% del total español, lo que supone electricidad anual para más de 246.300 viviendas. Estas plantas utilizan como combustible restos de invernadero, orujo, orujillo y madera. La mayor parte de estas plantas se sitúa en la provincia de Córdoba (8), mientras que el resto están ubicadas en las de Almería (2), Huelva (1), Jaén (2) y en Málaga (2). En Andalucía existe una gran tradición de consumo de biomasa, debido principalmente a la existencia de industrias de aceite de oliva y al sector agroalimentario. En estos últimos años, el incremento en el uso de la biomasa ha sido del 10%, lo que supone más del 80% del consumo primario de energías renovables en la Comunidad Autónoma.

    A esta energía hay que sumar la que se obtiene de las 13 plantas de biogás, que provienen de plantas de tratamiento de aguas residuales y desgasificación de vertederos de residuos sólidos urbanos, que aportan otros 16,2MW.

    Además, la región cuenta con cinco plantas de producción de biodiésel en funcionamiento (2 en Almería, 1 en Jaén y 2 en Sevilla), que producen 181 ktep/año (toneladas equivalentes de petróleo). A esto hay que sumar otros dos proyectos de producción de ETBE ya en marcha, situados en la localidad gaditana de San Roque y en Palos de la Frontera (Huelva).

    En la comunidad existen también otras 17 plantas de biodiésel proyectadas o en construcción que podrían aportar el 37,6% del carburante que se consuma en la región en el año 2010, lo que supondría superar los objetivos que fija la formativa europea para ese año.

    Estos 17 proyectos aportarán un total de 2.418 ktep/año. La puesta en marcha de estas plantas conllevará una inversión aproximada de 581 millones de euros y la creación de 380 puestos de trabajo directos en el proceso de fabricación de biodiésel.

    Biomasa térmica

    Andalucía cuenta con una tradición industrial muy significativa de generación de energía térmica con biomasa, asociada principalmente a la industria oleícola. El consumo de biomasa para usos térmicos durante el año 2007 fue de 573,4 ktep, un 56% más que el año anterior, gracias sobre todo a la buena cosecha olivarera de la campaña 2006-2007, que ha supuesto un consumo mayor en la industria oleícola, y al aumento del uso de biomasa en el sector residencial.

    El uso intensivo y más eficiente de la biomasa requiere contar con combustibles estandarizados y normalizados. En este sentido, los denominados pellets (biomasa densificada de pequeño tamaño), ofrecen la posibilidad de mejorar los sistemas de combustión.

    En Andalucía, este campo está experimentando una gran ampliación y actualmente la comunidad se ha convertido en la primera región española en producción de este biocombustible, con 13 plantas de fabricación de pellets que han recibido de la Agencia Andaluza de la Energía más de 10 millones de euros en incentivos. De éstas, tres están en funcionamiento, dos en la provincia de Córdoba y una en la de Granada, y producen 16.500 tep. Además, se encuentran en construcción otras tres plantas, todas en la provincia de Jaén, y existen otros proyectos que se encuentran en fase incipiente.

    Andalucía cuenta con un importante potencial de biomasa que supera los 3.300 ktep anuales. De ellos, más de 1.400 ktep provendrán de residuos agrícolas (poda de olivar, restos de algodón, restos de cultivos de invernadero), aunque también se puede aprovechar biomasa de residuos forestales, industriales (orujillo, huesos de aceituna, cáscaras de frutos secos, astillas, etc.), ganaderos y aquella procedente de los cultivos energéticos, sembrados expresamente para este fin.

     

    Nuevos modelos sociales ante la crisis económica.

    PATRICIA HORRILLO – 09/08/2008 12:57

    Si a uno le preguntan si está de acuerdo en reducir su estatus económico, la respuesta será contundente y lógica, según los parámetros que se manejan en nuestra sociedad: “No”. Sin embargo, si se nos explica que cambiando los principios de exceso en los que se basa el sistema de consumo que conocemos encontraremos la manera de no acabar con el planeta y de potenciar un equilibrio entre el norte y el sur, puede que empecemos a escuchar.

    Ésta fue la principal conclusión a la que se llegó en la XII edición de los Cursos de Verano de la Universitat de la Pau, que este año ha centrado su temática en las crisis energéticas y sus soluciones. Una de esas salidas posibles es el decrecimiento, una corriente de pensamiento que choca con el capitalismo. Contrariamente a lo que se pueda pensar, no se basa sólo en un modelo filosófico, sino que tiene sus antecedentes en críticos ecológicos y sociales de los últimos 30 años. Uno de los principales referentes de este movimiento es Nicholas Georgescu-Roegen (1906-1994), un economista, estadístico y matemático rumano que puso en cuestión el paradigma de la ciencia económica y acuñó el concepto de bioeconomía en los 70.

    Un cambio de dirección

    Su planteamiento, crítico con la economía ortodoxa, presenta un cambio de dirección: “En lugar de investigar métodos más eficientes en términos económicos para capturar la energía mineral (finita y llena de contaminantes pesados), debemos dirigir nuestros esfuerzos a mejorar los usos directos de la energía solar (la única limpia y, en esencia, ilimitada)”, explica en su libro La Ley de la Entropía y el proceso económico (1971).

    Pese a todo, consciente de lo difícil que resultaría proponer que la sociedad occidental renunciara por completo a la comodidad industrial, este economista elaboró un programa bioeconómico mínimo para desarrollar un cambio estructural de fondo.

    Según ese programa, con el final de la guerra y de la producción de armas se terminarían las matanzas, y un importante capital humano se dedicaría a ayudar a los países subdesarrollados. También se debería reducir gradualmente la población de la Tierra, hasta un nivel en el que la humanidad se pudiera alimentar exclusivamente con productos agrícolas orgánicos. Y lo deseable es que, para obtenerlos, “no se dependa en ningún grado del petróleo (ni fertilización, ni plaguicidas, ni distribución de los alimentos), sino del flujo solar”, añade Giorgio Mosangini, representante del movimiento de decrecimiento que enlaza las directrices de Georgescu-Roegen con la agroecología, que aplica los principios de la ecología al desarrollo y la gestión de sistemas agrícolas sostenibles.

    Siguiendo con las directrices de Georgescu-Roegen, se debe evitar cualquier gasto energético causado por sobrecalentamiento, sobreenfriamiento, velocidad o iluminación excesivas hasta que el sol sea la única fuente de energía. Además, “la mitad de la energía que se extrae no se consume, se pierde”, argumenta Mosangini.

    El siguiente punto del programa alude a la adquisición de productos de lujo y a la existencia de la moda. Georgescu-Roegen considera “una enfermedad de la mente tirar un abrigo o un mueble cuando aún pueden desempeñar su propósito específico”, y sentencia que “obtener un auto nuevo cada año y remodelar la casa cada dos es un crimen bioeconómico”. Es por ello que cree necesario “ampliar la vida útil de los bienes duraderos con diseños que permitan repararlos”.

    Objetivos vitales

    Georgescu-Roegen redujo el sistema capitalista a un concepto que él denominó el “circúndrome de la máquina de afeitar”: afeitarse más rápido para tener más tiempo para trabajar en una máquina que afeite con mayor rapidez para tener más tiempo para trabajar en una máquina que sea aún más rápida y así ad infinitum.

    “Debemos llegar a comprender que un requisito previo importante para una vida buena es disponer de una cantidad considerable de ocio empleado de manera inteligente”, concluye.

    EL OBSERVATORIO
    El decrecimiento aboga por reducir el consumo y utilizar el sol como única fuente de energía

    LOS ENEMIGOS DEL MUNDO SON TRES: EL CAMBIO CLIMÁTICO, EL HAMBRE Y EL DESARROLLO EMERGENTE, SEGÚN EL SECRETARIO GENERAL DE LA ONU, BAN KI-MOON

    El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional para que atienda la problemática de la crisis alimentaria y el cambio climático, dos fenómenos que «amenazan seriamente a las nuevas generaciones».

    Tres enemigos. «El mundo encara tres retos críticos en los cuales estamos comprometidos y necesitamos una respuesta globalizada para atenderlos: el cambio climatológico, la crisis de alimentación y el desarrollo emergente», dijo Ban Ki-Moon en una sesión solemne en el Senado mexicano tras inaugurar ayer la XVII Conferencia Internacional sobre el SIDA (AIDS 2008), que concluye el viernes en la capital mexicana. «Los graves cambios climatológicos que se están viendo no son ciencia ficción, están provocando escasez de la comida y ello, a su vez, frena el desarrollo de los países», ha advertido.

    Ayuda prioritaria a los pequeños productores. También ha instado a apoyar a los pequeños agricultores. «Se necesita proteger la producción de semillas y fertilizantes de los 450 millones de granjeros en el mundo pues de no tomarse esta medida, los 100 millones en extrema pobreza pasarán al estado de inanición», ha advertido.

    México, ejemplo a seguir. Ha reconocido asimismo que México es uno de los países de Latinoamérica que ha emprendido acciones contra a esta problemática y sostuvo que la voz de este país «está muy respaldada» en Naciones Unidas por su esfuerzo en participar en temas de interés mundial.

    Conferencia Internacional en México

    El G-8 llega a un «importante acuerdo» sobre el cambio climático

    20 MINUTOS.ES / AGENCIAS. 08.07.2008 – 13:04h

    El G-8 llega a un

    • Su meta es reducir en un 50% las emisiones de CO2 a la atmósfera.
    • Los esfuerzos para lograr un acuerdo se han visto dificultados por las diferencias entre los países miembros del G-8.
    • Los líderes expresaron su preocupación por el alto precio del petróleo y de los alimentos, que suponen «un reto» para la economía mundial.

    Minuteca todo sobre:

    El G-8 alcanzó esta madrugada un «importante principio de acuerdo» sobre las maneras de luchar contra el cambio climático. Los Ocho comparten la necesidad de reducir en un 50% las emisiones de CO2 a la atmósfera en el año 2050 para combatir el cambio climático, anunció el primer ministro japonés, Yasuo Fukuda.

    Piden la «contribución» de todas las economías avanzadas para lograr esa meta

     

    Los líderes de los siete países más industrializados y Rusia, que tienen distintas posiciones sobre la lucha contra el calentamiento global, pidieron, en un comunicado, la «contribución» de todas las economías avanzadas para lograr esa meta, en referencia a naciones emergentes que, como China y la India, son grandes emisores de CO2.

    Además, los países miembros del grupo (EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia) han acordado fijar objetivos nacionales de recorte de emisiones de CO2 a medio plazo, en alusión a 2020.

    «Buen trabajo» 

    Sobre este asunto, la canciller alemana, Angela Merkel, se declaró «muy satisfecha» por los progresos en los trabajos del Grupo del G-8 sobre el cambio climático o el precio de los alimentos y la energía. «Estoy muy satisfecha con el trabajo que se ha dedicado a los documentos en lo que respecta a progresos en la cuestión del cambio climático y la cooperación en el área de la comida y el petróleo», afirmó.

    Por su parte, las grandes organizaciones ecologistas describieron como un «fracaso» el comunicado conjunto sobre cambio climático.

    Intervención en la crisis alimentaria

    Las economías emergentes del G5 -formado por Brasil, México, India, China y Sudáfrica- han pedido la intervención de la comunidad internacional y de la ONU en la crisis alimentaria, e instaron al G-8 a reducir sus emisiones de gases con efecto invernadero.

    Preocupados por el precio del petróleo

    Por otra parte, los líderes del G8 expresaron también su preocupación por el alto precio del petróleo y de los alimentos y sus consecuentes presiones inflacionistas, que suponen «un serio reto» para la economía mundial.

    Al término de su sesión de mañana en Hokkaido (norte de Japón), los países más ricos del mundo pidieron a las naciones productoras de petróleo y a las consumidoras que «dialoguen» para rebajar el precio del crudo, según informó la agencia local Kyodo.

    Ayuda para África

    El G-8 renovó además su objetivo de doblar la ayuda a África para 2010 e indicó que considerará la posibilidad de extenderla. En un comunicado, los Ocho anunciaron nuevas iniciativas de ayuda, entre ellas la promesa de 100 millones de dólares para la adquisición de mosquiteros tratados con insecticida para 2010 y un aumento de los trabajadores sanitarios en el continente.

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    Nuestro clima, nuestros niños, nuestra responsabilidad: las consecuencias del cambio climático para la infancia del mundo

    Nuestro clima, nuestros niños, nuestra responsabilidad: las consecuencias del cambio climático para la infancia del mundo
     
     

    Un nuevo informe de la oficina británica del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) del Reino Unido, presentado diez años después de que este país firmase el Protocolo de Kyoto (el 29 de abril de 1998), reveló que la mayoría de los niños serán los más afectados por el impacto del cambio climático.

    El informe titulado “Nuestro clima, nuestros niños, nuestra responsabilidad: las consecuencias del cambio climático para la infancia del mundo”, llama la atención sobre el hecho de que el cambio climático está afectando muy seriamente a los niños y sus derechos. Al mismo tiempo hace un llamamiento inmediato para que los niños sean una prioridad en la agenda sobre el tema y pide a Reino Unido y a las empresas reducir sustancialmente las emisiones de gases de invernaderos y contribuir a los costes de mitigación y adaptación al calentamiento planetario.

    El informe define las consecuencias del cambio climático para los niños, en el contexto de los ODM y los derechos del niño, destacando que el aumento de la pobreza infantil debido a las pérdidas económicas podría causar entre 40.000 y 160.000 muertes infantiles al año en Asia meridional y el África subsahariana debido a la reducción del Producto Interno Bruto (PIB) en esas naciones.

    Asimismo, señala que el aumento de la temperatura en unos 2 grados centígrados afectará a la producción mundial de alimentos, por lo cual 200 millones de personas se verán castigadas por el hambre a nivel mundial. La cifra ascenderá a 550 millones de personas si el calentamiento de la Tierra aumenta en tres grados centígrados.
    Por otra parte se indica que menos niños asistirán a la escuela, especialmente las niñas, ya que el impacto negativo en los medios de vida puede hacer más probable que los padres retiren a sus hijos de la escuela -en la mayoría de las culturas esto significa casi con toda seguridad la eliminación de las niñas del sistema escolar- a fin de que puedan recoger agua y combustible y complementar los ingresos de los hogares.

    También se vaticina el aumento de las enfermedades infantiles, ya que los cambios en los factores ambientales están haciendo que enfermedades como la Malaria –que ya que mata a 800.000 niños cada año- se presenten ahora en zonas que anteriormente estaban fuera del alcance de los mosquitos del paludismo, como las tierras altas de Kenia y Jamaica.

    El cambio climático aumentará igualmente la carga de las enfermedades diarreicas en los países de bajos ingresos, entre un 2 y un 5 por ciento para el año 2020, al acentuarse la escasez de agua potable.

    Ver documento: Nuestro clima, nuestros niños, nuestra responsabilidad: las consecuencias del cambio climático para la infancia del mundo”. 

    Biodiesel y hambre: la crisis mundial de los alimentos en 20 claves.

    EL MICROSCOPIO

    La crisis mundial de alimentos, en 20 claves

    MIGUEL MÁIQUEZ. 24.05.2008 – 05:14h

    La creciente demanda de alimentos en la India es una de las causas de la crisis. (Gloria Nieto)

    • La escalada mundial en el precio de los productos básicos amenaza con crear 100 millones de pobres y conflictos en casi 40 países.
    • Éstas son las causas, las consecuencias y las posibles soluciones de uno de los mayores problemas a los que se enfrenta el planeta a corto plazo.
    • Puedes leer aquí algunos detalles de la crisis alimentaria mundial.

    1. ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?

    Un gran aumento en el comercio internacional de los precios de los productos alimentarios más básicos:

    • El trigo, el arroz y el maíz son casi el doble de caros que hace un año.
    • En algunos países también se han duplicado los precios de la leche y la carne.
    • En diciembre pasado se registró el alza de precios mensual más alta en casi 20 años.
    • En 2007 los cereales experimentaron un alza del 41%; los aceites vegetales, del 60%; los productos lácteos, del 83%.
    • Esta tendencia no se ha frenado, sino que se mantiene: entre marzo de 2008 y el mismo mes de 2007, el valor de venta del trigo (materia prima para el pan) se disparó un 130%.
    • Hasta 70 productos agrícolas diferentes han aumentado su precio en el mercado internacional en un 37% en el último año.
    • Se trata de una crisis de dimensiones globales.
    • Los datos son de la ONU, concretamente de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la FAO (por sus siglas en inglés).

    2. ¿CUÁLES SON LAS PRINCIPALES CAUSAS?

    No hay una causa concreta, sino muchas. La combinación de todas ellas es lo que ha dado lugar a la crisis. Las más importantes son:

    • El elevado precio del petróleo, que afecta a todas las fases de la cadena, desde la producción de fertilizantes hasta el combustible de los tractores. Esta misma semana, el precio del barril de crudo de la OPEP alcanzó una nueva marca histórica al venderse el jueves a 127,59 dólares, 3,14 dólares (un 2,4%) más que el anterior día de cotización.
    • Una demanda de grano mayor que nunca, debida, principalmente, a tres factores: 1. El crecimiento constante de la población mundial, que alcanzará los 9.000 millones de habitantes a mediados de siglo. 2. El aumento en el consumo de productos animales como carne y lácteos (los animales que nos comemos se alimentan de grano), tanto en el primer mundo como, especialmente, entre las clases emergentes de países superpoblados como China (600 millones de habitantes más de aquí a 2020) o Brasil. 3. La producción de etanol y biodiésel para vehículos a partir de cereales. Se dedican inmensas áreas de cultivo a producir este combustible en lugar de comida.
    • La pérdida, en estos últimos años, de cosechas enteras, especialmente de arroz (principal fuente de alimentación de casi la mitad de la población mundial), debido a fenómenos meteorológicos adversos. La gran demanda de este cereal supera la cantidad disponible, lo que provoca un aumento de precios.
    • Los países que poseen cantidades almacenadas de grano, ante el riesgo de quedar desabastecidos, han restringido su venta. Tampoco ayuda la política arancelaria de los miembros de la UE y de otros países desarrollados.

    3. ¿A QUIÉN BENEFICIA EL BIODIÉSEL?

    En todo el planeta hay unos 800 millones de automóviles, que son los primeros causantes del efecto invernadero. Los críticos del uso del biodiésel como combustible alternativo (sustituto de un petróleo cada vez más escaso) señalan que, puesto que la producción de grano en los países ricos no es suficiente para satisfacer la demanda, se recurre a plantar grandes extensiones de monocultivos en Asia, América Latina y África para producir combustible, con los costes que ello implica, tanto en términos sociales como en cantidad de comida. En Brasil, por ejemplo, la producción de etanol desde el azúcar de caña ha conllevado deforestación.

    Los defensores del biodiésel, por su parte, argumentan que se trata de un paso necesario ante la crisis energética, y que supone una transición en el desarrollo tecnológico de fuentes de energía más limpias y menos problemáticas. En cualquier caso, la industria biotecnológica, conectada en muchos casos con la petrolera, y necesaria para la producción de este combustible, sería la principal beneficiaria.

     

    4. ¿QUÉ OTROS FACTORES INFLUYEN EN LA CRISIS?

    • Condiciones climatológicas adversas y desastres naturales, atribuidos en parte al cambio climático: las sequías de años en algunos de los principales graneros del mundo, como Australia o Centroamérica, y en zonas con riesgo constante de hambruna (Sahel, Eritrea); el tsunami del Índico en 2004 (tres años de cosechas perdidas); las grandes inundaciones de 2007 en Asia y Suramérica; el avance de la desertificación en China y el África Subsahariana; el ciclón de este año en Birmania…
      El alto precio del petróleo afecta a toda la cadena, desde la producción de fertilizantes hasta el combustible de los tractores.
    • Guerras: El conflicto de Darfur , por ejemplo, ha hecho que se hunda la producción de maíz en la zona. El impacto de cinco años de guerra en Irak también ha sido importante, tanto en el mercado energético como en el alimentario.
    • Otros, como la especulación existente en el mercado de alimentos o la crisis económica que atraviesa EE UU. Numerosas organizaciones no gubernamentales han responsabilizado a las políticas del Banco Mundial por el desaliento de la producción agrícola en los países pobres. La crisis ha avivado el debate sobre la globalización.

    5. ¿HAY COMIDA PARA TODOS?

    El problema no es tanto la falta de alimentos en el mundo, como la imposibilidad de acceder a ellos. Desde los años 70 la producción de cereales se ha triplicado, mientras que la población mundial sólo se ha duplicado.

     

    6. ¿HA OCURRIDO OTRAS VECES?

    El mundo no vivía una crisis global de alimentos como ésta desde hace 30 años. El momento actual puede acabar con tres décadas de relativa estabilidad en los precios de los alimentos básicos, que, salvo alguna excepción, no experimentaban ni grandes subidas ni grandes descensos, lo que hacía innecesaria la acumulación de reservas.

     

    7. ¿CUÁNDO SALTÓ LA ALARMA?

    Pese a que los efectos se venían sintiendo ya desde hace meses, fue el pasado mes de abril cuando la ONU advirtió de que el aumento del precios de los alimentos va a crear 100 millones de pobres más y causará conflictos hasta en 37 países. Naciones Unidas llamó a la crisis el “tsunami silencioso”.

     

    8. ¿HUBO ALGÚN AVISO ANTERIOR?

    Sí. Un informe de la ONU de febrero de 2005, al que apenas se hizo caso, señalaba claramente que 47 países afrontaban una escasez de alimentos, 36 necesitaban ayuda inmediata y 11 tenían perspectivas desfavorables. Muchas de las causas principales eran las mismas que ahora: crisis energética, sequías, guerras, cambio climático.

    La ONU ya advirtió en 2005 de que 47 países afrontaban una grave escasez de alimentos.

     

    9. ¿QUIÉNES SON LAS PRINCIPALES VÍCTIMAS?

    Los pobres. Especialmente, los que viven en las ciudades, y, concretamente, los habitantes de las grandes urbes de los países menos desarrollados, ya que son los que, con salarios muy bajos, se enfrentan a los precios más altos de los alimentos importados.

     

    10. ¿QUIÉN SE ESTÁ BENEFICIANDO?

    En primer lugar, las multinacionales que copan los diferentes eslabones de la cadena de producción, transformación y distribución de los alimentos, y, en general, los grandes granjeros y las compañías de los países ricos (o emergentes en el mercado internacional) y grandes productores. En concreto, los de Estados Unidos, Brasil, Argentina, Canadá y Australia. Algunos granjeros pobres de estos países también se están beneficiado de los precios altos.

     

    11. ¿CÓMO SE ESTÁ PADECIENDO LA CRISIS EN LAS DISTINTAS ZONAS DEL MUNDO?

    • En México, el precio de las tortillas (tortitas de maíz, básicas en la dieta del país) se disparó a principios de 2007, con incrementos de hasta un 25%. Como consecuencia subieron también otros productos básicos como la leche, el azúcar o los huevos.
    • En Egipto los precios de los alimentos más básicos se han incrementado hasta un 50% en el último año. El Gobierno ha incluido a 10 millones de personas en su red de asistencia social.
    • En EE UU el mercado minorista llegó a imponer restricciones a las ventas de arroz ante la falta de cantidad suficiente. En muchas zonas del país, las lluvias han hecho peligrar cosechas enteras de maíz. Los granjeros se están planteando cambiar los cultivos por soja.
    • India ha restringido la exportación de casi todos los tipos de arroz que produce. Ante el temor de una escasez generalizada, ha eliminado asimismo las tasas que grababan la importación de productos como el aceite o el maíz.
    • El ciclón que devastó Birmania hace unas semanas disparó los precios de los alimentos básicos y del combustible en uno de los países más pobres y aislados del mundo. El precio del arroz llegó a duplicarse en algunos mercados de Rangún. En la zona afectada por el desastre se cultivan más de dos tercios de la producción total del cereal del país.
    • En Tailandia, los precios del arroz se han multiplicado por tres entre enero y abril. El país es el principal exportador del mundo de este cereal.
    • El precio del arroz ha subido en Vietnam un 20% desde principios de este año. Ello, unido a una fuerte inflación general, llevó al Gobierno a prohibir la salida de este cereal hasta el mes de junio. No obstante, Vietnam, uno de los mayores exportadores del grano, espera tener una cosecha récord en la región del Mekong.
    • En Australia, la sequía, que dura ya seis años, ha reducido las cosechas de arroz en un 98%.
    • Rusia llegó a congelar por ley los precios de la leche, los huevos, el aceite y el pan.
    • Afganistán pidió la inclusión de dos millones y medio de personas más en en el Programa de Alimentos de la ONU. Las cartillas de racionamiento volverán a verse en este país por primera vez en más de 20 años.
    • China ha limitado sus exportaciones y ha impuesto cuotas a la importación. Sufre una inflación del 18%.
    • En Bangladesh los salarios no han subido en los últimos 12 meses, periodo en el que se ha duplicado el precio del arroz.
    • En Filipinas, que en los últimos 20 años ha perdido el 50% de su tierra cultivada como consecuencia del desarrollo urbano, el Gobierno pidió a varias cadenas de comida rápida que ofrecieran raciones con la mitad de arroz.
    • En Nigeria se produce muy poco trigo, pero la población cada vez consume más pan debido, en parte, al impacto del marketing realizado por los exportadores estadounidenses. El consumo de pan per cápita triplicó en este país entre 1995 y 2005, desplazando otros alimentos tradicionales. En el último año, el precio del pan en Nigeria se ha incrementado en un 50%. La demanda de trigo también se ha incrementado notablemente en países como Túnez, Venezuela o India.
    • En Italia, el pasado mes de septiembre se llevó a cabo una huelga por parte de los consumidores, que dejaron de comprar pasta durante un día. El precio del grano disparó el de la harina, que en un solo año había subido un 11%. Como consecuencia, los espaguetis, por ejemplo, estaban un 27% más caros.
      En Nigeria se ha triplicado el consumo de pan entre 1995 y 2005, desplazando a otros alimentos tradicionales.

     

    12. ¿QUÉ EFECTOS TIENE EN ESPAÑA?

    Como en otros países de nuestro entorno europeo, el consumidor ha notado fuertes subidas en los precios de alimentos básicos procedentes de cereales, como el pan o la pasta. El año pasado, los productos indispensables en la cesta de la compra experimentaron subidas muy fuertes (el pan,un 6,1% interanual; la carne de ave, un 6%; la de vacuno, un 5,7%). El pasado mes de abril la carne de pollo reflejó una subida del 12,93% con respecto a abril de 2007, y los huevos, del 10,74%. La subida de precios se va trasladando al resto de la cadena, y podría provocar el cierre del 30% de las explotaciones ganaderas de todo el país, según las empresas del sector.

    Por otra parte, la escalada de los precios de las materias primas agrícolas ha provocado que unas 30 plantas de producción de biodiésel y bioetanol, inauguradas en los últimos dos o tres años en España, estén prácticamente paralizadas en la actualidad.

     

    13. ¿QUÉ REACCIONES HA PRODUCIDO LA CRISIS?

    La escalada de precios ha dado lugar a protestas por parte de la población más afectada. En mayor o menor escala, se han producido disturbios violentos por todo el planeta:

    • Haití. A principios de abril, y durante una semana, miles de haitianos se manifestaron -a menudo violentamente y al grito de “¡tenemos hambre!”- para denunciar el brusco incremento de los precios de los alimentos en varias ciudades del país más pobre del hemisferio occidental. Las protestas se saldaron con al menos 5 muertos y 200 heridos.
    • México. Miles de personas tomaron las calles en enero de 2007 para protestar por el alza en los precios de las tradicionales tortillas.
    • Argentina. En marzo, granjeros que exigían la revocación de un nuevo impuesto sobre la soja bloquearon barcos con cargamentos de grano y anuncian nuevos cortes en las principales autopistas del país.
    • Egipto. Cientos de policías fueron sacados a las calles en el mes de abril para abortar una huelga de protesta por el encarecimiento de los alimentos básicos.
    • Somalia. A principios de mayo, dos personas murieron cuando la Policía disparó contra los manifestantes en la capital, Mogadiscio. Protestaban por la escasez y los altos precios de la comida.
    • Afganistán. Cerca de 400 manifestantes bloquearon una de las principales carreteras del país el pasado mes de abril como protesta a la decisión de Pakistán de no seguir exportando trigo. Días después, el Gobierno paquistaní anunció que exportará 50.000 toneladas de trigo a Afganistán para ayudar a combatir la escasez de grano que atraviesa el país vecino, y a pesar de que Pakistán también vive una crisis similar.
    • Mongolia. Más de 20.000 personas se manifestaron en abril en la capital, Ulán Bator, para protestar por la subida del precio de los alimentos.
    • También se han registrados disturbios provocados por la carestía de los alimentos en Camerún, Costa de Marfil, Mauritania, Etiopía, Senegal, Burkina Faso, Madagascar, Pakistán, Filipinas, Indonesia…

     

    14. ¿QUÉ CONSECUENCIAS POLÍTICAS HAN TENIDO ESTAS PROTESTAS?

    Los disturbios han causado una gran inestabilidad política en países cuya situación, en la mayoría de los casos, es ya muy inestable. El caso más extremo ha sido Haití, donde las revueltas acabaron forzando la destitución del primer ministro, Jacques Alexis, por parte del Senado del país.

     

    15. ¿TENEMOS RESERVAS?

    Sí, pero cada vez menos. El Programa Mundial de Alimentos ha advertido de que las reservas de alimentos en muchos países se encuentran al nivel más bajo de los últimos 30 años, y en algunos casos de los últimos 60 años, “en gran parte es porque se consume más de lo que se produce”. En febrero, esta agencia de la ONU se vio obligada a pedir 500 millones de dólares (317 millones de euros) de urgencia a la comunidad internacional ante el agujero que el alza de los precios ha dejado en su presupuesto.

      Las reservas mundiales de alimentos se encuentran en
      su nivel más bajo en 30 años.

     

    16. ¿CUÁNTAS PERSONAS DEPENDEN DIRECTAMENTE DE LA ONU PARA COMER?

    En 2008 el Programa Mundial de Alimentos tiene previsto alimentar a 73 millones de personas en todo el mundo (de ellas, tres millones en Darfur).

       

    17. ¿CUÁLES SON LAS PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO?

    Las previsiones son poco optimistas. Según el Banco Mundial, la crisis no se va a resolver en unas semanas, ni siquiera en meses, sino que durará al menos siete años. Es decir, que estaremos padeciendo precios altos de alimentos al menos hasta 2015. Los nuevos hábitos alimenticios no van a cambiar de la noche a la mañana, China y la India van a seguir creciendo, el precio del petróleo sigue alto y tiene proyecciones de alza, los problemas climáticos van a seguir…
    18. ¿HAY SOLUCIÓN?

    Algunos gobiernos están enviando tropas para distribuir comida en barrios pobres, otros han ordenado un incremento de los salarios, otros han prohibido las exportaciones de grano… Pero las soluciones a la crisis ni cuentan con consenso ni son fáciles ni inmediatas. En cualquier caso, deberán adoptarse a escala global.

    • Granjas pequeñas. Algunos expertos recomiendan hacer grandes inversiones en granjas pequeñas, en lugar de dejarlas a merced del libre comercio. EE UU, sin embargo, apuesta más por sacar de sus tierras a los productores agrícolas menos efectivos, darles trabajo en las ciudades, y que con sus salarios compren comida barata, obtenida en campos cultivados más eficazmente.
    • Proteccionismo frente a más liberalización. Frente a la opción de combatir la crisis mediante un mayor crecimiento de las producciones agrícolas internas y más proteccionismo, la Organización Mundial del Comercio apuesta por liberalizar más aún los mercados mundiales, eliminando impuestos, trabas y aranceles.
    • Mejorar la productividad de las cosechas. Un granjero africano medio, por ejemplo, usa diez veces menos fertilizantes que uno occidental. Un granjero en la India produce el triple de comida que uno africano en la misma cantidad de tierra; uno chino, siete veces más. Esta mejora, no obstante, debe hacerse sin caer en un uso indiscriminado de pesticidas o en la destrucción de los modos de vida y de producción agrícola locales, en favor de formas de explotación de tipo occidental que acaben beneficiando tan sólo a algunas empresas (casi todos los cultivos transgénicos en el mundo están en manos de cinco empresas transnacionales; las mismas empresas controlan la venta de semillas y son las mayores productoras de agrotóxicos), en lugar de a los interesados. La apuesta por la modificación genética de las semillas y por los alimentos transgénicos como solución a la crisis es polémica. Conlleva graves riesgos ecológicos, plantea problemas éticos y puede dejar el control de la producción en manos de una élite.
    • Paralizar o establecer una moratoria en la producción de biocombustibles.
    • Mejorar los mecanismos de distribución de la ayuda. El proceso burocrático que conlleva reduce en muchos casos su eficacia. Centrar la ayuda en proyectos locales a medio y largo plazo y no exclusivamente, salvo en casos de emergencia, en dinero o toneladas de comida.
    • Poner freno a los especuladores. Limitar, por ejemplo, el número de contratos que pueden realizar.

    19. ¿QUÉ SE ESTÁ HACIENDO YA PARA COMBATIR LA CRISIS?

       
    • La primera decisión de la ONU fue hacer un llamamiento, en particular a las naciones industrializadas, para que aporten con urgencia al Programa Mundial de Alimentos la suma de 500 millones de dólares para equilibrar su presupuesto ante los nuevos precios internacionales de los productos básicos alimentarios.
    • El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, creará un equipo de trabajo para combatir la crisis. Estará compuesto por los directores de todos los organismos de Naciones Unidas relacionados, así como por representantes del Banco Mundial.
    • La UE ha propuesto recortes en las ayudas agrícolas directas para dedicar ese dinero a políticas de desarrollo rural (en España, de los 897.170 productores que reciben ayudas solamente un 23% se vería afectado). Además, apuesta por una mayor vigilancia a los supermercados o ayuda agrícola a los países más necesitados.
    • EE UU ha ofrecido una ayuda directa de 700 millones de dólares. El Programa Mundial de Alimentos anunció un plan de 50.000 toneladas de comida para hacer frente a la escasez de alimentos y a la pobreza en Haití.

    20. ¿QUÉ PODEMOS HACER NOSOTROS?

    • Reducir el consumo de carne. Una gran parte del problema se encuentra en que, por ejemplo, los brasileños comen ahora el doble de carne que hace 20 años. En China, cuatro veces más.
    • Tirar menos comida a la basura. Hacerlo no ayudará de forma directa a alimentar bocas en otra parte del mundo, pero supone un cambio en la conciencia sobre los hábitos alimenticios y un ahorro de dinero que puede emplearse en ayudar a solucionar el problema.
    • Donar dinero. Hacerlo a organizaciones que apuesten por un desarrollo sostenible.
       

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    El calentamiento global ya ha empezado a transformar el planeta, según un estudio

    El movimiento de ciertas especies hacia altitudes y latitudes más elevadas o el deshielo de los glaciares son algunos ejemplos

    • Fecha de publicación: 15 de mayo de 2008

    Los cambios más significativos que propicia el calentamiento global están en marcha en todos los continentes y la mayor parte de los océanos, afirma un estudio que viene a confirmar y reforzar las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evaluación del Clima (GIEC) de la ONU acerca del origen y el impacto del cambio climático.

    El texto, publicado en la revista científica británica «Nature», subraya que esos cambios en los sistemas naturales desde al menos los años 70 «tienen lugar en regiones donde se observaron aumentos de temperatura», que «no pueden ser explicados por las solas variaciones climáticas naturales».

    La investigación se basa en fenómenos tan variados como el movimiento de ciertas especies hacia altitudes y latitudes más elevadas en el hemisferio norte, el deshielo de los glaciares o las migraciones de las aves en Europa, América del Norte y Australia.

    Relación empírica

    La principal novedad que aporta este trabajo es que, por primera vez, se relacionan empíricamente los cambios observables en los sistemas biológicos y físicos con los efectos del cambio climático producidos por el hombre. Los autores contrastaron la evolución térmica con las transformaciones físicas y biológicas registradas en diversas zonas durante los últimos 30 años, llegando a la conclusión de que la acción humana ha modificado, de modo permanente, los ecosistemas de todo el planeta.

    Según este estudio, la acción humana ha modificado, de modo permanente, los ecosistemas de todo el planeta

    «Los seres humanos tienen una influencia sobre el clima a través del aumento de las emisiones de gases con efecto invernadero y el calentamiento del planeta tiene un impacto en los sistemas físicos y biológicos», señaló Cynthia Rosenzweig, una de las responsables del estudio y miembro del Instituto Goddard para estudios espaciales de la NASA y del Centro de Investigación sobre Sistemas Climáticos de Columbia, en Estados Unidos.

    El equipo de investigadores afirma categóricamente que el aumento global de las temperaturas no responde a ciclo natural alguno, y que las regiones menos habitadas son las que menos variación térmica han experimentado. De este modo, Europa y Norteamérica, debido a su industrialización, son las más afectadas, mientras que la Antártida presenta una curva térmica mucho menos pronunciada.

    Aparte del uso de los gases de efecto invernadero, el estudio apunta a los cambios del uso de la tierra, las técnicas de explotación de los recursos naturales o la polución como las principales causas del fenómeno.

    Aumento del CO2

    Según el GIEC, la mayor parte del aumento constante de la temperatura media del planeta desde mediados del siglo XX se debe, probablemente, al aumento de los gases con efecto invernadero emitidos por el hombre.

    De momento, la concentración de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera ha alcanzado una cifra récord a nivel mundial, 387 partes por millón (ppm), según las mediciones realizadas desde el Observatorio Mauna Loa, en Hawai.

    La Tierra está perdiendo su capacidad natural para absorber millones de toneladas de CO2 al año

    Los investigadores consideran que este dato podría indicar que la Tierra está perdiendo su capacidad natural para absorber millones de toneladas de CO2 al año. En este sentido, advierten de que si una mayor cantidad de este gas permanece en la atmósfera, las emisiones tendrán que recortarse por encima de lo previsto para evitar que la temperatura aumente hasta niveles peligrosos.

    Con el fin de paliar la merma de la capacidad terrestre de secuestrar el dióxido de carbono y evitar, de paso, la pérdida de biodiversidad, el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) ha anunciado que prevé plantar un árbol por cada tres habitantes del planeta hasta la próxima convención climática de 2009, que se celebrará en Copenhague. Más allá de esa fecha, el objetivo de Naciones Unidas es que un total de 7.000 millones de nuevos ejemplares de árboles cubran la Tierra.

    Actúa frente al cámbio climático.

    Actúa frente al cambio climático
     
     

    CeroCO2, iniciativa para el cuidado del clima promovida por las  ONG´s Ecología y Desarrollo, y Acciónatura, es la primera plataforma española de  cálculo, reducción y compensación de emisiones de carbono. Nació en febrero de 2005, con el objetivo último de sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de iniciar una acción inmediata contra el cambio climático, ofreciendo herramientas prácticas para alcanzar este objetivo.

    La iniciativa CeroCO2 informa sobre la problemática del cambio climático, ayuda a calcular las emisiones de gases de efecto invernadero,  propone medidas de reducción de las mismas y facilita la compensación voluntaria de aquellas emisiones que no se puedan reducir, mediante proyectos en países en  vías de desarrollo: que evitan o reducen las emisiones de CO2 gracias a la eficiencia energética, las energías renovables o la deforestación evitada, o que captan CO2 de la atmósfera mediante proyectos de creación de  nuevos ecosistemas forestales (sumideros forestales).

    El objetivo de CeroCO2 es que el máximo número de agentes  reduzcan sus emisiones, haciendo que muchas pequeñas acciones produzcan una  reducción considerable de la huella climática a nivel local y global.

    Todas las personas y organizaciones podemos hacer algo con respecto a las emisiones de carbono que generamos.

    Calcula, reduce y compensa tus emisiones. Visita la web: CeroCO2

    El peligro ecológico de la agricultura.

    El mundo se deberá enfrentar a disturbios sociales y desastres medioambientales si la agricultura no se reforma radicalmente. Así lo asegura un informe presentado recientemente y auspiciado por el Banco Mundial y las Naciones Unidas. Por su parte, Greenpeace detallaba hace unos meses en otro estudio los negativos efectos del actual modelo agrícola sobre el cambio climático.

    • Autor: Por ALEX FERNÁNDEZ MUERZA
    • Fecha de publicación: 5 de mayo de 2008

     

    La Evaluación Internacional de las Ciencias y Tecnologías Agrícolas para el Desarrollo (IAASTD), una iniciativa adoptada por el Banco Mundial y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), ha dado a conocer un informe que repasa el estado de la agricultura en el mundo, y se detiene en aspectos como los biocombustibles, los organismos genéticamente modificados (OGM), o el cambio climático.


    (Imagen: Igor Spanholi)

    El estudio, en que han participado durante tres años 400 científicos internacionales, expertos institucionales y representantes de la sociedad civil y el sector privado, afirma que si se continúa con la tendencia actual de producción y distribución agrícola, «se agotarán nuestros recursos y se pondrá en peligro el futuro de nuestros hijos».

    Los responsables del estudio reconocen que el desarrollo de la agricultura moderna ha mejorado considerablemente la productividad en los últimos cincuenta años, pero sus beneficios se han repartido de forma muy desigual. Además, aseveran, ese progreso ha ocasionado un costo social y ambiental «considerable».

    «Si se continúa con la tendencia actual de producción y distribución agrícola, se agotarán nuestros recursos y se pondrá en peligro el futuro de nuestros hijos»

    El aumento global de los precios de alimentos básicos se encuentra también entre las graves consecuencias de este modelo de producción, según el informe, lo que podría significar que haya países que no puedan asumirlos. Por ejemplo, desde marzo de 2007 los precios de la soja y el trigo han aumentado respectivamente en un 87% y 130%, mientras que las reservas mundiales de cereales están bajo mínimos. Asimismo, alertan, se prevén mayores subidas en los precios del arroz, el maíz y el trigo.

    Por ello, los expertos de este estudio recomiendan que la agricultura combine estrategias de productividad con la protección de los recursos naturales y con las prácticas «agroecológicas». En este sentido, se aconseja utilizar abonos naturales y semillas tradicionales, intensificar los procesos naturales, o acercar más la producción agrícola y los consumidores a los que va destinada.

    Asimismo, el informe analiza las consecuencias de la agricultura moderna por regiones del planeta. Así, asegura que en África del Norte y Asia Central y Occidental la biodiversidad agrícola está desapareciendo y podrían sufrir escasez de recursos hídricos en los años venideros; en Asia Meridional y Oriental y el Pacífico la contaminación debido al nitrógeno se va a agravar y el agua disponible se reducirá dos tercios dentro de una década; en América Latina y el Caribe la pobreza afecta al 37% de la población a pesar del aumento de la productividad agrícola, y la importación de productos alimentarios ha creado una dependencia del exterior, trastornando al mismo tiempo la producción local; en el África Subsahariana la escasez de agua en el 80% de las tierras cultivadas o la disminución de la diversidad genética representan también serios problemas.

    Impacto en el cambio climático

    Greenpeace presentaba a principios de año un informe en el que detallaba los efectos directos e indirectos de la agricultura sobre el cambio climático. Su responsable, Pete Smith, profesor de Ciencias Biológicas de la Universidad escocesa de Aberdeen, subraya el enorme potencial del modelo intensivo actual para convertirse en uno de los mayores productores de gases de efecto invernadero (GEI).

    En este sentido, el informe explica que el uso masivo de fertilizantes, la deforestación y destrucción de ecosistemas para la obtención de nuevas tierras, la degradación de los suelos y el modelo de ganadería intensiva provocan entre 8.000 y 16.000 millones de toneladas de emisiones de CO2 (entre el 17% y 32% de todas las producidas por el ser humano). Por su parte, la ganadería, a la que también va destinada buena parte de la producción alimentaria agrícola, produce grandes cantidades de metano, un GEI más potente que el CO2.

    El estudio ofrece también soluciones para reducir este impacto ambiental, como la generalización de prácticas agrarias sostenibles que fijan carbono en el suelo, la reducción del uso de fertilizantes o la disminución del consumo de carne y derivados animales en los países desarrollados.

    Cómo afecta la agricultura al medio ambiente

    El profesor de Población, Ecología y Ambiente de la Escuela de Ingenieros de la Universidad de Navarra en San Sebastián (Tecnun) Luis Echarri explica que la agricultura siempre ha supuesto un impacto ambiental fuerte, sólo que el actual modelo ha multiplicado estos efectos.

    Varios estudios denuncian el alto impacto del actual modelo agrícola en el deterioro de los recursos naturales, el cambio climático o el aumento de la pobreza

    En este sentido, este experto detalla hasta siete tipos de impactos ambientales de la agricultura moderna: erosión del suelo, salinización y anegamiento de suelos muy irrigados, uso excesivo de fertilizantes y plaguicidas, agotamiento de acuíferos, pérdida de diversidad genética, deforestación y consumo de combustibles fósiles y liberación de gases invernadero.

    Cuarta edición del Curso on-line de Ecología Urbana y Cambio Climatico.

      PDF Imprimir E-mail

    Fecha: Del 5 de mayo al 20 de junio de 2008
    Horas: 45 horas
    Idioma: Castellano

    Descarga el folleto del curso aquí. (. pdf)

    Este curso cuenta con el reconocimiento académico de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC). Curso acreditado con certificado de aprovechamiento. FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN

    Duración: 

    • 2 meses de duración
    • 45 horas (estimación)
    • 1 módulo / semana, equivalente a 5 horas de dedicación semanal.
    • 6 módulos en total + 1 módulo introducción
    • 1 trabajo final de curso equivalente a 10 horas de dedicación.

    Ver programa detallado y metodología

    Comité docente


    Plazo de inscripción: 30 de abril de 2008 –   FORMULARIO DE INSCRIPCIÓN
    Público:
    El curso va dirigido a estudiantes, asociaciones, técnicos de medio ambiente de la administración publica o entidades privadas, profesionales de la ingeniería, arquitectura, urbanistas, gestión del territorio, movilidad, calidad ambiental.

    Precio: 

    • 190€ profesionales y administración pública.
    • 150€ estudiantes, desempleados, entidades sin animo de lucro y socios de eco-union.
    • Se ofrecen dos becas del 50% en la inscripción.. Infórmate:  info@eco-union.org
    • 15% de descuento para inscripciones formalizadas antes del 16 de Abril 2008.
    • El numero de plazas es limitado. La inscripción al curso queda formalizada una vez recibida la confirmación del ingreso en cuenta.
    • Nº de cuenta para ingresos: 3025 0001 11 1433334510 (Caja de ingenieros). Ref: cursecourb08 + Apellido + Nombre


    Las empresas ya pueden registrar públicamente sus compromisos voluntarios de reducción de CO2.

     

    Las empresas podrán registrar públicamente desde hoy sus compromisos voluntarios de reducción de CO2
    08-04-2008
     
    La nueva herramienta, recogida en el Plan de Medidas Urgentes de la Estrategia Española de Lucha contra el Cambio Climático y Energía Limpia, que aprobó el Gobierno en julio de 2007, es una iniciativa conjunta del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) y el Ministerio de Medio Ambiente
     

    Fuente: E.Press

    Cualquier compañía española del sector del transporte, residencial, comercial e institucional, residuos y agrario, podrá registrar públicamente desde hoy sus compromisos voluntarios de reducción de emisiones de CO2, gracias a la puesta en marcha del Sistema de Compromisos Voluntarios para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

    Esta nueva herramienta, recogida en el Plan de Medidas Urgentes de la Estrategia Española de Lucha contra el Cambio Climático y Energía Limpia, que aprobó el Gobierno en julio de 2007, es una iniciativa conjunta del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) y el Ministerio de Medio Ambiente, que persigue incentivar una reducción anual de al menos 1 millón de toneladas de CO2 equivalente en los sectores difusos a través de actuaciones voluntarias de empresas y del sector privado.

    La ministra de Medio Ambiente en funciones, Cristina Narbona, presentará hoy, en la sede de la CEOE, este sistema, junto con el presidente de la institución, Gerardo Díaz Ferrán, y el director ejecutivo de la OSE, Luis Jiménez Herrero. Además, diferentes empresas presentarán sus proyectos, enmarcados en el sector del transporte y en el ahorro y eficiencia energética en el sector turístico.

    LOGOTIPO ACREDITATIVO

    De este modo, desde hoy todas las empresas que lo deseen podrán presentar sus proyectos a través de la página web del OSE (www.sostenibilidad-es.org) que gestionará el Sistema. Tras la evaluación, cuantificación y verificación de las reducciones estimadas de CO2, las compañías podrán utilizar un logotipo que las acredite como pertenecientes al sistema y serán registradas en la base de datos del OSE.

    El secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, Arturo Gonzalo Aizpiri adelantó el pasado mes de diciembre esta iniciativa en el Congreso, tras explicar los acuerdos alcanzados en la Cumbre de Bali para adoptar en 2009 un nuevo acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto a partir de 2013.

    «De esta manera, se dispondrá de un sistema de datos verificables y homologables de escrutinio público, con un reporte de resultados», explicó Aizpiri. A su juicio, muchas empresas quieren reducir voluntariamente sus emisiones, como pone de manifiesto la publicidad de algunas marcas que empiezan a remarcar estas acciones, pero la sociedad también tiene derecho a conocer los datos y a compararlos entre sí. Otros países, como Reino Unido, ya han puesto en marcha iniciativas similares.

     

    Grupos ecologistas celebran el Día de la Tierra pidiendo más leyes contra el cambio climático.

    MACRO/VIDA

    Se manifestarán este domingo en varios puntos de España

    Grupos ecologistas celebran el Día de la Tierra pidiendo más leyes contra el cambio climático

    V.V.

    Una decena de organizaciones ecologistas, vecinales, de consumidores, sindicatos y plataformas ciudadanas y sociales han convocado para este domingo, 20 de abril, una manifestación contra el cambio climático. Con motivo de la celebración del Día de la Tierra, y bajo el lema “Frente al cambio climático, menos CO2”, los convocantes solicitarán a los poderes públicos que impulsen leyes para frenar el cambio climático y piden a los ciudadanos que se movilicen para luchar por el medio ambiente.

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    Hasta 40 colectivos han firmado un texto conjunto que encabezará los actos de las manifestaciones del próximo domingo 20 de abril, el Día de la Tierra, en varias ciudades españolas. En Madrid, la marcha tendrá lugar a las 12 del mediodía desde la plaza de Jacinto Benavente hasta la plaza del Museo Reina Sofía.

    «Leyes contra el Cambio Climático»
    Los convocantes tratarán de exigir “a las distintas administraciones del Estado y especialmente al nuevo Gobierno” que impulsen “leyes Contra el Cambio climático, de Ahorro y Eficiencia energética, de Movilidad Sostenible, de Energías Renovables y de fiscalidad ecológica”, o que no autoricen la construcción de nuevas refinerías petrolíferas, además del cierre progresivo de las centrales nucleares, entre otras muchas reivindicaciones.

    «Que afronten sus responsabilidades»
    «Los ciudadanos y ciudadanas les pedimos medidas efectivas para frenar la emisión de gases de efecto invernadero y paliar esta grave amenaza. Exigimos a las administraciones que afronten sus responsabilidades promoviendo las acciones legislativas y reglamentarias pertinentes para conseguir entre todos este objetivo. Si se actúa ya, aún es posible combatir el mayor problema global del siglo XXI”, apunta su manifiesto.

    Movilización social «imprescindible»
    Desde la organización Globalízate, que apoya la manifestación, recordaron que “la movilización social es imprescindible para que nuestros representantes políticos presten la atención que se merece el calentamiento global y adopten las medidas necesarias para combatirlo”. Por eso, animan a los ciudadanos “a que se involucren en esta lucha”, ya que aborda “un problema que va a afectar a toda la sociedad” y que solo puede solucionarse con un “amplio movimiento social”.