Las residencias acusan la carencia de personal.

FOTO: MÓNICA PATXOT.

Los sindicatos denuncian que las comunidades no ordenan las inspecciones que deberían

 

VANESA PI – Madrid – 19/10/2008 18:18
Las denuncias por presunta negligencia que derivaron en la muerte de una anciana y la necrosis en la pierna de otra en una residencia concertada de Alcorcón (Madrid) pusieron de relieve la semana pasada, una vez más, la falta de medios de los asilos. El fallecimiento de otra residente del mismo centro, conocido sólo unos días después, precipitó la alarma.

El centro Amma de Alcorcón acaba de cumplir tres años. Sus instalaciones son nuevas. El problema no es la infraestructura. Los familiares de sus residentes llevan tiempo denunciando la falta de personal. Hasta que, el pasado día 7, la Comunidad ordenó una inspección sorpresa.

«Los controles son escasos, se producen cuando ya son problemas gordos», denuncia la secretaria del sector Salud y servicios Sociosanitarios de UGT, Pilar Navarro. «Cuando la administración acredita a una empresa, luego tiene que supervisar si se han modificado los requisitos o no», critica la responsable confederal de Política Social de CCOO, Pura García.
El peso del buen funcionamiento de una residencia recae, en buena medida, sobre quienes escuchan, curan, asean y dan de comer a los ancianos. «La carga del trabajo en este sector es el puntal del sistema; define si se está dando un servicio de calidad al ciudadano o no», explica García.

De ahí, subraya, la importancia de que los centros cumplan con los requisitos mínimos que les exigen las comunidades autónomas, que son las que deben velar por el buen funcionamiento de las residencias, sean públicas, privadas o concertadas.

Diferentes baremos

A la falta de control de las residencias hay que sumar que hay tantos modelos con requisitos mínimos para acreditar a las residencias como comunidades autónomas. Además, las hay que exigen un determinado número de profesionales por cada 100 usuarios pero no especifican cuántos de éstos deben ser los que cuidan y atienden directamente a los residentes, según un estudio elaborado por CCOO.

A este hecho se une que los baremos que utilizan unas comunidades y otras no son siempre comparables. Por ejemplo: Aragón establece que las residencias deberán contar con servicio médico y, a partir de 100 plazas, médico propio. La Comunitat Valenciana, en la orden de diciembre de 2006 de la Consellería de Bienestar Social, exige un médico, y añade que establecerá ratios diferentes según el tamaño del centro residencial. Las exigencias son diferentes sobre papel y también en la práctica. Los sindicatos apuntan que las comunidades no siempre exigen a las residencias el nivel mínimo de profesionales por usuario con que se llenan la boca.

Sólo una de cada cuatro residencias son públicas. En cuanto a las plazas, el 55% son privadas, el 22% concertadas y el 23% públicas, según datos de la Asociación de Directores y Gerentes de Servicios Sociales de España, que agrupa a medio millar de profesionales responsables de centros y de toda la península.

Mejor, pocas inspecciones

La mayoría de residencias que se construyen son privadas, con las que luego las administraciones conciertan plazas. De esta realidad derivan otras perversiones del sistema, que se denuncian en voz baja. Según los sindicatos, es más fácil para las comunidades que no se multipliquen las inspecciones. Si hubiera que clausurar más centros, miles de ciudadanos quedarían en la calle, sin una residencia alternativa a la que acudir.
Por otra parte, algunas comunidades pagan las plazas por debajo de su coste real, lo que les resta autoridad para exigir a los asilos que cumplan con sus exigencias. «Las cosas se pueden hacer mejor», asegura Pura García.

Igualar las ratios, el reto de La Ley de Dependencia

La Ley de Dependencia tiene por delante un reto importante: igualar la calidad de las residencias en toda España. Para ello, es necesario establecer unos requisitos mínimos para conceder la acreditación a los centros. La variedad de modelos que hay sobre la mesa explica las dificultades que tienen las comunidades y el Ministerio de Asuntos Sociales para llegar a un acuerdo. Llevan meses debatiendo y no parece que el debate se vaya a zanjar pronto. Las ratios que se decidan deberán estar aplicadas en 2011. «Se deberían doblar las plantillas», explica Pura García, de CCOO. La Secretaria Confederal para la Igualdad de UGT, Almudena Fontecha, explica que el acuerdo es complicado porque hay comunidades que tienen una infraestructura y calidad de residencias muy inferior a otras. Si para llegar a un acuerdo se establecieran requisitos mínimos muy vagos, ambas representantes sindicales coinciden en que se acabaría con el espíritu de la ley. 

El Gobierno traspone la directiva de servicios para suprimir cargas administrativas a las empresas.

17 Octubre 08. OTR Press

El Consejo de Ministros aprobó este viernes la remisión a información pública del anteproyecto de ley que transpone la Directiva de Servicios en el mercado interior. El Gobierno considera que la transposición de esta directiva es una gran oportunidad para nuestro país teniendo en cuenta que las actividades de servicios representan un 68% del PIB español. El Ministerio de Economía asegura que la supresión de cargas administrativas que posibilitará la trasposición permitirá sumar tres décimas al crecimiento del PIB. El titular de Economía, Pedro Solbes, asegura que el «ambicioso reto» es conseguir «una administración más eficiente y menos burocrática que ayude a generar más empleo en el sector servicios en toda Europa».

El Gobierno considera que la trasposición en España de la directiva de servicios europea supone ofrecer más derechos y oportunidades a los ciudadanos españoles en una Europa «fuerte y consolidada». Según la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega la normativa ayudará a mejorar el crecimiento y la competitividad de la economía española teniendo en cuenta el peso del sector servicios en el PIB español(actualmente del 66,7%).

El ministro de Economía, Pedro Solbes dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que la trasposición de esta directiva servirá para preparar a la economía europea y ayudarla a retomar la senda de crecimientos «con rapidez y de forma robusta». El ministro de Economía explicó que, en el caso español es mucho más que una mera trasposición ya que en España supone revisar 80 leyes estatales y más de 370 reales decretos.

Solbes asegura que el objetivo de la legislación es crear un entorno regulador más favorable y transparente para desarrollar actividades de servicios a nivel comunitario «reduciendo las trabas y los obstáculos que restrinjan injustificadamente la puesta en marcha de actividades de servicios»

El ministro de Economía explicó que la simplificación de trámites garantizará la rapidez de todos los procedimientos administrativos necesarios «reforzando los derechos y protección de los consumidores, modernizando la economía y facilitando la vida de los ciudadanos, con todos los beneficios para el empleo y la productividad que esto supone».

SUMAR TRES DECIMAS AL PIB

Según explicó esta mañana el secretario de Estado de Economía, David Vegara, esta normativa aumentará la competitividad de la economía nacional y entre cosas, permitirá sumar tres décimas al crecimiento del PIB, solo por el efecto dinamizador que supone la reducción de cargas administrativas.

La directiva, que previsiblemente entrará en vigor a lo largo de 2009, se verá completada por una ‘Ley Omnibus’, que contemplará la modificación de hasta 7.000 normas actualmente vigentes (80 leyes estatales, 370 con rango inferior y otras normas autonómicas y municipales) para su adecuación al nuevo marco.

Según precisó Vegara, la nueva normativa viene a corregir un marco regulatorio «ineficiente, restrictivo y poco transparente» que explica, por ejemplo, hasta seis décimas del actual diferencial de inflación, de un punto, respecto a la UE-15 y con él de gran parte del deterioro del comercio exterior.

NOVEDADES DE LA NORMATIVA

La principal novedad que aportará es el principio de libre acceso y ejercicio y la prohibición, por regla general, de las restricciones previas a la constitución y desarrollo de cualquier actividad, de modo que éstas se establecerán sólo cuando sean justificadas, proporcionadas y no discriminatorias, a modo de regulación a posteriori. Según este «nuevo enfoque» del marco regulatorio, sólo se establecerán restricciones previas, a modo de excepción, cuando las actividad a regular así lo requieran.

Además, por regla general, se sustituirán las autorizaciones por notificaciones, reduciendo así las trabas y obstáculos al acceso y ejercicio de una actividad. Asimismo, la nueva normativa prevé la simplificación de los trámites administrativos (en beneficio especialmente de las pymes) impulsando la ventanilla única, así como garantías de información a los ciudadanos.

Por otro lado, la normativa garantizará la calidad de la prestación a través del refuerzo de los servicios de inspección y control. En esta línea, se prevé reducir a un mes el plazo máximo para dar respuesta a las reclamaciones presentadas por parte de los consumidores.

La normativa afecta a prácticamente todos los sectores (desde establecimientos comerciales hasta entidades culturales pasando por servicios de reparación), y deja fuera a otros muy específicos que ya cuentan con sus propias directivas a nivel europeo (financiero, transporte, telecomunicaciones, audiovisuales) o a actividades como sanidad, servicios sociales o empresas de trabajo temporal.

Tras dejar claro que la directiva no supone ninguna reorganización competencial entre las administraciones, el secretario de Estado de Economía destacó la importancia de la colaboración de los distintos niveles de la administración. A nivel europeo, las autoridades competentes españolas también estarán obligadas a cooperar con los de los demás Estados miembros y con la Comisión Europea.

EL CAPRICHO DEL PP VALENCIANO DE IMPARTIR EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA EN INGLÉS COSTARÁ EL DOBLE A LAS ARCAS PÚBLICAS

EL CAPRICHO DEL PP VALENCIANO DE IMPARTIR EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA EN INGLÉS COSTARÁ EL DOBLE A LAS ARCAS PÚBLICAS, NECESITANDO DOS PROFESORES POR AULA: UNO EN CASTELLANO Y OTRO EN EL IDIOMA DE SHAKESPEARE

 

El conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, adelantó ayer que Educación para la Ciudadanía (EpC) será impartida por un profesor de inglés, asesorado por uno de geografía e historia o filosofía, debido a que «tan sólo 11 docentes en la Comunitat con la capacitación de inglés necesaria se mostraron voluntarios a impartir esta materia». Mientras, los servicios jurídicos del PSPV estudiarán si la Generalitat «se está deslizando en el terreno penal de la prevaricación» a la hora de regular la impartición.

 

¿Y la física, con un profesor de apoyo de matemáticas…?. Así se pronunció Font de Mora en una rueda de prensa en la que presentó los datos referentes al inicio del curso escolar 2008-2009, quien enfatizó, ante las preguntas de los periodistas, que «Educación para la Ciudadanía será impartida en inglés». El conseller explicó que esta asignatura la impartirá un profesor de inglés «que estará asesorado y ´vehiculado´ por uno de geografía e historia o de filosofía, a quien se le atribuirá la docencia». «No es una traducción simultánea como algunos creían, sino que en lo que consiste es en que un docente imparta una materia asesorado por otro», señaló.

 

El disparate. Este sistema es, según el conseller, «algo muy habitual en muchos países de Europa que tienen una educación bilingüe». Además, explicó que también es una medida conocida por el Ministerio de Educación ya que en algunos liceos en España también se sigue este sistema. «Es un modelo muy probado y funciona sin problemas», aseguró.

 

Los profesores titulares no hablan inglés. Según el conseller y la secretaria autonómica de Educación, Concha Gómez, ésta es la forma en la que se impartirá la asignatura ya que tras haber preguntado a los profesores de geografía e historia y de filosofía de la Comunitat con la capacitación debida en inglés si darían EpC a sus alumnos «tan sólo 11 se mostraron voluntarios» Por otra parte, Font de Mora resaltó que la Comunitat «es la primera autonomía donde se dará una asignatura obligatoria en inglés», algo que «se puede considerar una medida social ya que facilita que los alumnos que provienen de familias con no demasiados recursos puedan acceder al inglés sin tener que matricularse en una academia».

EL GOBIERNO CONSERVADOR VALENCIANO DEL PP SIGUE EMPEÑADO EN CONVERTIR EL SÍ EN «YES»: FONT DE MORA QUIERE CREAR UNA RED DE COLEGIOS CON DINERO PÚBLICO DONDE LOS ALUMNOS ESTUDIEN EXCLUSIVAMENTE EN INGLÉS…

La Conselleria de Educación está estudiando la posibilidad de establecer una red «reducida y experimental» de centros donde el grueso de las asignaturas se impartan en lengua inglesa. Se trataría de una especie de «colegios británicos públicos», aunque con el currículo nacional. Su puesta en funcionamiento se proyecta «a largo plazo».

El «yes» que no cesa. Así lo anunció el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, cuyo departamento está llevando a cabo todo un proceso de promoción de la lengua anglosajona a través de iniciativas como el Plan de extensión del trilingüismo (Pextri). «El final ideal sería hacer una red propia de colegios públicos en inglés en los que la mayor parte de las enseñanzas, aunque fuera con carácter experimental en un número reducido de colegios, se diera en inglés», señaló.

¿Pextri?. De esta manera, se podría además «poner en marcha nuevos programas y que la tecnología y la pedagogía en inglés se perfeccionara», ya que el ideal del Pextri es «constituir una red propia para que en los colegios públicos de la red general fuera mas fácil impartir materias en inglés», insistió el conseller de Educación. Respecto al personal, Font de Mora comentó que habría que contar con «profesores de otros centros que estarían en comisión de servicios dependiendo de su formación».

¿Canal 9 en inglés?. Entre las actuaciones dirigidas a fomentar la introducción del inglés, Font de Mora resaltó también el programa PALE (de apoyo al aprendizaje de lenguas), que tiene como objetivo la formación del profesorado dentro de la Comunitat y fuera de ella. Por otra parte, Font de Mora anticipó que la Ley Valenciana de Educación , cuyo borrador de anteproyecto se prevé facilitar a la comunidad educativa inmediatamente después de las vacaciones, pretende «asegurar la presencia del inglés como idioma vehicular de una manera sistematizada», ya que la Comunitat ha optado por un modelo trilingüe, con castellano, valenciano e inglés.

Ante la dejación de Camps.

FRANCESC ROMEU MARTÍ

 Según Xavier Adserà, presidente de Natraceutical, empresa biotecnológica valenciana, estamos ante una crisis que nos ha sorprendido a todos, crisis procedente del otro lado del Atlántico, y que afecta de manera principal a una economía como la nuestra que ha invertido en los últimos años más allá de sus posibilidades. Nuestra dependencia del ahorro exterior, que ha financiado el extraordinario ritmo de crecimiento, nos coloca ahora en una situación delicada, de enorme falta de liquidez, que afecta al consumo y a la economía en general.
A la Comunidad Valenciana la crisis financiera internacional nos ha pillado con el pie cambiado, y con un gobierno autonómico inactivo y muy endeudado. Una excesiva dependencia de la construcción que empezaba a dar signos de agotamiento, unos sectores productivos tradicionales que llevan una década en progresivo desmantelamiento por la competencia de países emergentes como China, sin ningún plan de potenciación y priorización por parte del Consell, y un sector turístico que se pretende diversificar con la realización de grandes eventos elitistas pero sin prever las consecuencias futuras.
La economía valenciana presenta factores que complican la situación con respecto al resto de España. Antes del estallido de la crisis financiera internacional, nuestro peculiar modelo industrial, PYMEs en sectores tradicionales muy dependientes del factor precio en su competitividad internacional, ya estaban en crisis y el gobierno valenciano no ha tomado aún ninguna medida. En 2007 el crecimiento de la industria valenciana fue sólo del 0,2% frente al 3,1% de crecimiento de la industria española. La industria valenciana sigue su creciente proceso de desmantelamiento fruto de sus debilidades competitivas en un entorno globalizado sin que el gobierno valenciano tome alguna decisión. Y sobre todo a la provincia de Alicante, donde a la crisis que ya sufría la industria tradicional manufacturera del textil y el calzado se ha unido una mayor dependencia de la vivienda vacacional. En pleno periodo estival la desocupación repunta al alza por primera vez en 18 años en Alicante. Y hasta abril el número de trabajadores afectados por expedientes de regulación de empleo en la provincia de Alicante se han incrementado en un 61,5%, frente al 40,2% de Castellón y el 34,2% de Valencia. A Camps le debería caer la cara de vergüenza de que el paro en la Comunidad haya subido un 37% en el último ejercicio.
Si Camps no hubiese despilfarrado los recursos públicos, escondido facturas en los cajones para pagar en el 2011 y no hubiese convertido a nuestra Comunidad en la más endeudada, ahora estaríamos mejor preparados para ayudar a nuestras empresas y trabajadores. Si Camps hubiese considerado a la agricultura, el tejido productivo propio, la industria y agroalimentaria, el turismo y la pesca como sectores estratégicos y los hubiera tratado como piezas fundamentales, hubiera conseguido un equilibrio territorial y no una total dependencia del urbanismo. Si Camps hubiese llevado el debate del agua, singularmente importante para Alicante en términos coherentes y de futuro, apostando por la modernización de la gestión del agua, la optimización de infraestructuras hídricas, ahorro de consumo y apuesta por la desalinización, optimización de regadíos y atención a los acuíferos, tendríamos más garantizada agua para todos sin batallas institucionales ni atentados a la inteligencia de la ciudadanía. Si Camps hubiese dotado a los ayuntamientos de la suficiente financiación para que sus servicios a los ciudadanos estén garantizados, no tendrían la enorme dependencia del urbanismo que tienen actualmente. Si Camps no se hubiese enfrentado a las universidades valencianas, si hubiese reconocido el papel que deben jugar las universidades en el modelo productivo valenciano que necesitamos basado en el conocimiento y el emprendimiento y hubiese dispuesto un sistema de becas que permita el estudio, dentro y fuera de España, de los valencianos, ninguna capacidad se quedaría sin desarrollar.

Si Camps no hubiese asfixiado a las universidades, las hubiese dotado de la debida financiación pública, los avances tecnológicos y la innovación serían una característica de nuestro territorio.
Porque sin innovación no podemos mejorar la productividad. El esfuerzo en desarrollar la investigación que ha hecho el Gobierno de España en los últimos cuatro años, no ha sido correspondido por la implicación del PP en la Comunidad Valenciana. Así, nuestro tejido productivo está desfasado, los porcentajes de recursos dedicados a la I+D+i en relación al PIB, tanto públicos como especialmente privados, no alcanzan al 40% del total, lejos de la media de las comunidades autónomas con mayor gasto en innovación. Hoy, más que nunca, la Red de Institutos Tecnológicos, puesta en marcha por los gobiernos socialistas, deben ser una prioridad.
Hace falta que la sociedad progresista de la Comunidad Valenciana lidere un nuevo modelo económico que nos asiente en el lugar que nos corresponde. Un nuevo modelo alternativo al de esta derecha que sólo descalifica y engaña. Un proyecto, unas propuestas, que sitúen el futuro de nuestra Comunidad con significativo protagonismo en España y, también, en Bruselas. Un nuevo modelo productivo donde el conocimiento, la productividad y la competitividad se conviertan en los motores claves del crecimiento económico. Tenemos la suerte de vivir y convivir en una tierra singular, de gentes comprometidas y trabajadoras, de gran capacidad intelectual y creativa. Y también tenemos la mirada puesta en el mar, del que hemos aprendido tantas cosas a lo largo de nuestra historia como pueblo. Y, sobre todo, tenemos nuestras propias señas de identidad puestas en el alma.
De nuevo, nos corresponde a los socialistas inventar el futuro, un futuro apasionante en un nuevo siglo que, para nuestra tierra, pide un partido socialista, una izquierda valenciana moderna para el siglo XXI, comprometida con su territorio, representante de sus deseos y esperanzas. Un proyecto que no olvide que está dirigido al conjunto de las personas que conforman la sociedad valenciana. Por eso, el próximo Congreso del PSPV-PSOE es fundamental no sólo para articular un partido moderno e inteligente para una sociedad valenciana moderna e inteligente. Creo firmemente que este es el congreso del debate, de la propuesta que nos dará nuestra fuerza para recuperar el gobierno.
Mi esfuerzo y mi empeño para protagonizar y liderar el cambio de ciclo dentro del partido para que provoque un cambio de ciclo político en la sociedad valenciana que vuelva a ver a los socialistas con las ideas claras, la decisión firme, la fuerza del discurso y, sobre todo, con garantía de futuro, de progreso y de gobierno. o

Francesc Romeu Martí es candidato a la Secretaría General del PSPV-PSOE

Briatore gana 7 millones de euros gracias a las transmisiones de F1

 

 

LA PERÑA DEL PP SE EMBOLSA LA PASTA CON LA AQUIESCENCIA DEL GOBIERNO VALENCIANO…

La firma que comparte con Agag posee los derechos televisivos

Levante-EMV, Valencia
El director del equipo Renault F1, Flavio Briatore, se embolsará este año 11 millones de dólares, es decir, unos siete millones de euros, como ingresos por la venta de los derechos de televisión de la Fórmula 1 en España, un negocio que controla a través de la empresa Stacourt Limited, en la que es socio también Alejandro Agag, yerno del ex presidente del Gobierno José María Aznar, y propietario del equipo Campos Grand Prix en las GP2 Series.
Según el diario británico The Daily Telegraph, el italiano también se ha embolsado hace poco 11 millones de dólares gracias a que controla los derechos de emisión del deporte en España y que actualmente retransmite Telecinco. Los beneficios de su empresa Stacourt, con sede en Gran Bretaña, son 2 millones de dólares más que el año pasado, según el periódico. Briatore obtuvo los derechos de su amigo, socio y director ejecutivo de la F1 Bernie Ecclestone en 2002. Desde entonces, el éxito de su protegido Fernando Alonso en Renault ha llevado a un boom de la popularidad de la Fórmula 1 en España. Cuando empezó a ganar carreras en Renault, Briatore también comenzó a incrementar sus ingresos de forma explosiva. En 2007 ganó nada más y nada menos de 23 millones de dólares (algo más de quince millones de euros) sólo en derechos televisivos, comprados desde 2004 por la cadena Telecinco.
La Sexta ha conseguido los derechos del Campeonato de Fórmula 1 para los próximos cinco años, de 2009 a 2013, tras ganar el concurso al que había presentado su mejor oferta para hacerse con el campeonato automovilístico por excelencia, que se va de Telecinco.
Stacourt Limited se creó en 2002, en el condado de Kent, y además de los derechos de televisión del gran circo en España, posee los concursos vía SMS que se hacen durante las carreras y maneja la Segunda División de la Fórmula 1 (la GP2) en todo el planeta.
También en el fútbol
Flavio Briatore y Alejandro Agag comparten además otro negocio con Bernie Ecclestone. Los tres compraron el pasado año el histórico club inglés del Queen’s Park Rangers. El equipo londinense milita actualmente en la Football League Championship, el equivalente a la Segunda División española.

…Y, MIENTRAS, LOS ENFERMOS QUE HAN COTIZADO A LA SEGURIDAD SOCIAL TODA LA VIDA, SE AMONTONAN EN LOS PASILLOS EN LOS HOSPITALES PUBLICOS PÒR FALTA DE INVERSIONES Y PROFESIONALES. ¡PAÍS!

Risas o llantos.

RAFAEL RIVERA

 Ya sé que hay muchos que están orgullosos de lo que somos por estas tierras, y de lo que hacemos. Y creen que suponemos un ejemplo a seguir. Pero hay otros que nos consideran el hazmerreír del mundo, que nos mira atónitos sin acabar de creerse que pueda ser verdad lo que pasa.
El ayuntamiento de esta ciudad busca desesperadamente a un indigente que vive en el cauce, pero no para darle cobijo, no crean, sino para multarle. Ejemplar. Pretende cobrarle 750 euros de nada. Supongo que el multado, cuando le encuentren, sacará si visa oro y pagará sin pestañear.
Por no hablar de la huelga del metro. Ninguna ciudad del mundo mantendría una huelga meses y meses sin resolver el conflicto. Negociar que Valencia sea sede de esto o de aquello sí que saben, con el talonario flojo, pero el transporte público, ¿a quién le importa? Y del Valencia CF ni hablamos, claro, porque las carcajadas o llantos, según se mire, salen hasta en el telediario. No bastan todos los pelotazos del mundo para arreglar las ambiciones de unos y otros, que ya es guasa hablar de pelotazos en un club de fútbol. Pero, cuidado, es un equipo que representa el sentir del pueblo y todas esas monsergas que hemos de oír, aunque sus jefes se plantean vender a sus jugadores para zurcir un campo desproporcionado y mal ubicado. Eso sí, ponen y quitan directivos con sueldos astronómicos por unos minutos de gestión, pero sin multas; parecido al perseguido por vivir debajo del puente. Qué quieren, siempre me despiertan más simpatías las coderas con remiendos que las camisas almidonadas.
Y lo que es mejor de todo son los miles de millones de euros que ha gastado el Consell sin tenerlos. Pero no en urgencias y cuestiones básicas para los de a pie, no crean, los han gastado en fastos, y sin pedirnos permiso. Se deben dinero incluso a ellos mismos, y Ciegsa en vez de construir colegios hace promesas y alquila barracones.
Eso sí, el estruendo de la fórmula se oye hasta en nuestros dormitorios y los vecinos del Grao se pierden para ir a su casa entre vallas, balizas y señales de prohibido ir a más de 250 Km/h; y eso que ahora las carreras, ya no le gustan ni a Fernando Alonso.
Ya ven, nosotros a lo nuestro y desde fuera nos miran perplejos y preguntan, pero oye, ¿qué pasa en Valencia? Y yo qué sé, hijo, y yo qué sé. Será que estamos todos anestesiados.

(levante-EMV. 12.08.2008)

La Sanidad pública valenciana, en peligro: Camps sigue el modelo de su antecesor Zaplana

POLÍTICA

Las resonancias magnéticas, un negocio del que se benefician empresarios cercanos o del PP

IGNASI PELLICER/VALENCIA

Después de todo, el actual presidente valenciano del PP, Francisco Camps, va a resultar ser un seguidor más respetuoso de lo que se pueda pensar, respecto a la política privatizadora de la sanidad pública que inició su predecesor en el cargo, Eduardo Zaplana. Parece como si, de repente, todo quedara olvidado de la sonada guerra fratricida que ambos políticos han protagonizado, en el seno de la familia conservadora “popular” valenciana en los últimos años.

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El gobierno regional de Camps acaba de anunciar que quiere mantener privatizados (“externalizado”, es el eufemismo oficial) los servicios de resonancias magnéticas, siguiendo al pie de la letra el modelo que implantó Zaplana en el 2001 y que vence el próximo mes de septiembre. Según la oposición socialista, el anterior convenio ha generado, durante los 7 años de vigencia, unos sobrecostes de 100 millones de euros para el erario público. La gran mayoría de los radiólogos valencianos critican este modelo, porque les impide en los hospitales públicos gestionar, controlar por ellos mismos y responder a las verdaderas necesidades de los pacientes, dicen.

Ni límite ni control
El diputado autonómico socialista, Ignacio Subías –médico de profesión- conoce al dedillo lo que habla cuando explica a El Plural por qué y cómo se han podido generar los 100 millones de euros de más en la factura pública de resonancias hospitalarias. En el convenio privatizador de Zaplana -que ahora asume Camps- se fijó un precio por cada resonancia a las empresas privadas, con un presupuesto inicial cercano a los 167 millones de euros. Pero les dejó libertad absoluta para determinar cuál debía ser el volumen total de ellas. “Sin límite y sin control –comenta el portavoz socialista- las resonancias magnéticas se han convertido en un auténtico negocio”, denuncia.

“Derroche”
Para los próximos 10 años, el presupuesto de gasto previsto por el ejecutivo valenciano del PP en este capítulo sanitario es de 497 millones de euros. “Se trata de un derroche más, en detrimento del servicio público de sanidad donde debe controlarse el gasto para que se beneficien los pacientes, no las empresas”, critica el socialista Subías.

El doble de la media
Las cifras cantan por sí solas. En la Comunidad Valenciana se hacen el doble de resonancias, comparándolas con las que se practican en el resto de autonomías españolas de media. La Sociedad Española de Radiología, máxima autoridad en esta especialidad médica, recomienda que no se supere la ratio entre 20 y 25 resonancias por cada 1.000 habitantes. En el País Valenciano, este porcentaje es tres veces superior, según se desprende de datos estadísticos debidamente contrastados.

Peperos beneficiados
La empresa privada de resonancias Eresa es la adjudicataria del servicio en los hospitales de Valencia y Castellón. En Alicante, el convenio privatizado se lo reparten entre dos empresa: Beanaca, propiedad del empresario Carlos Paz, gestor de la Clínica de Benidorm, muy amigo de Eduardo Zaplana, e Inscanner fundada por el ex diputado del PP, Luis Concepción, recuerdan a El Plural fuentes sindicales de la sanidad pública valenciana.

No atienden a razones
Ni Zaplana escuchó a los profesionales radiólogos, como al que era en el año 2000 presidente de la Sociedad Valenciana de Radiología, Héctor Cortina, quien le pidió por escrito al entonces presidente de la Generalitat que desistiera en su intención de privatizar las resonancias (“porque hay un peligro inminente de que se convierta en un negocio”, profetizó), “ni ahora el presidente Camps atiende a ninguna sugerencia de los profesionales en radiología y gestores hospitalarios”, resume el portavoz autonómico del PSPV-PSOE Subías.

¿Listas de espera?
El PP valenciano justificó la privatización de las resonancias, en primer lugar para reducir las listas de espera. Pero este objetivo tampoco se ha conseguido, ya que el tiempo de demora actual ronda los tres o cuatro meses para confirmar diagnósticos de pacientes externos, en los 31 centros sanitarios valencianos que cuentan con este tipo de servicios.

“Opción de compra”
La alternativa socialista al derroche de fondos públicos generado por el gasto descomunal de la factura de resonancias magnéticas –según Subías- pasa sencillamente por adquirir los equipos radiológicos en funcionamiento para que sean de propiedad pública. Basta para ello, dice, que se actualice la cláusula de “opción de compra”, incluida ya en el primer convenio, pero que ni el PP, ni las empresas adjudicatarias han mostrado intención de hacerla valer.

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El gobierno regional de Camps acaba de anunciar que quiere mantener privatizados (“externalizado”, es el eufemismo oficial) los servicios de resonancias magnéticas, siguiendo al pie de la letra el modelo que implantó Zaplana en el 2001 y que vence el próximo mes de septiembre. Según la oposición socialista, el anterior convenio ha generado, durante los 7 años de vigencia, unos sobrecostes de 100 millones de euros para el erario público. La gran mayoría de los radiólogos valencianos critican este modelo, porque les impide en los hospitales públicos gestionar, controlar por ellos mismos y responder a las verdaderas necesidades de los pacientes, dicen.

Ni límite ni control
El diputado autonómico socialista, Ignacio Subías –médico de profesión- conoce al dedillo lo que habla cuando explica a El Plural por qué y cómo se han podido generar los 100 millones de euros de más en la factura pública de resonancias hospitalarias. En el convenio privatizador de Zaplana -que ahora asume Camps- se fijó un precio por cada resonancia a las empresas privadas, con un presupuesto inicial cercano a los 167 millones de euros. Pero les dejó libertad absoluta para determinar cuál debía ser el volumen total de ellas. “Sin límite y sin control –comenta el portavoz socialista- las resonancias magnéticas se han convertido en un auténtico negocio”, denuncia.

“Derroche”
Para los próximos 10 años, el presupuesto de gasto previsto por el ejecutivo valenciano del PP en este capítulo sanitario es de 497 millones de euros. “Se trata de un derroche más, en detrimento del servicio público de sanidad donde debe controlarse el gasto para que se beneficien los pacientes, no las empresas”, critica el socialista Subías.

El doble de la media
Las cifras cantan por sí solas. En la Comunidad Valenciana se hacen el doble de resonancias, comparándolas con las que se practican en el resto de autonomías españolas de media. La Sociedad Española de Radiología, máxima autoridad en esta especialidad médica, recomienda que no se supere la ratio entre 20 y 25 resonancias por cada 1.000 habitantes. En el País Valenciano, este porcentaje es tres veces superior, según se desprende de datos estadísticos debidamente contrastados.

Peperos beneficiados
La empresa privada de resonancias Eresa es la adjudicataria del servicio en los hospitales de Valencia y Castellón. En Alicante, el convenio privatizado se lo reparten entre dos empresa: Beanaca, propiedad del empresario Carlos Paz, gestor de la Clínica de Benidorm, muy amigo de Eduardo Zaplana, e Inscanner fundada por el ex diputado del PP, Luis Concepción, recuerdan a El Plural fuentes sindicales de la sanidad pública valenciana.

No atienden a razones
Ni Zaplana escuchó a los profesionales radiólogos, como al que era en el año 2000 presidente de la Sociedad Valenciana de Radiología, Héctor Cortina, quien le pidió por escrito al entonces presidente de la Generalitat que desistiera en su intención de privatizar las resonancias (“porque hay un peligro inminente de que se convierta en un negocio”, profetizó), “ni ahora el presidente Camps atiende a ninguna sugerencia de los profesionales en radiología y gestores hospitalarios”, resume el portavoz autonómico del PSPV-PSOE Subías.

¿Listas de espera?
El PP valenciano justificó la privatización de las resonancias, en primer lugar para reducir las listas de espera. Pero este objetivo tampoco se ha conseguido, ya que el tiempo de demora actual ronda los tres o cuatro meses para confirmar diagnósticos de pacientes externos, en los 31 centros sanitarios valencianos que cuentan con este tipo de servicios.

“Opción de compra”
La alternativa socialista al derroche de fondos públicos generado por el gasto descomunal de la factura de resonancias magnéticas –según Subías- pasa sencillamente por adquirir los equipos radiológicos en funcionamiento para que sean de propiedad pública. Basta para ello, dice, que se actualice la cláusula de “opción de compra”, incluida ya en el primer convenio, pero que ni el PP, ni las empresas adjudicatarias han mostrado intención de hacerla valer.