En 2001 ya advirtió sobre Madoff; ahora dice que hay muchos más cómo él.

  • Erin Arvedlund reveló en la revista Barron el oscuro mundo alrededor del estafador
  • La periodista nos recuerda su investigación y cómo la SEC no hizo nada
Por PAULA CARRIÓN (SOITU.ES)
Actualizado 18-12-2008 17:26 CET

Preguntó y lo contó. A Erin Arvedlund, de 38 años, le llevó cuatro meses, 100 contactos y una llamada de gracia descubrir la suciedad que escondía un tipo tan reputado y poco dado a exponerse al público como Bernard Madoff. El responsable de la estafa que ha conmocionado al mundo capitalista ya fue señalado en varias ocasiones antes de que estallara el escándalo por haber «robado» a los inversores de su fondo cerca de 50.000 millones de dólares (unos 37.500 millones de euros). La primera periodista en contarlo fue ella.

 1229544274_318689_fotonoticia_normal_2

Erin Arvedlund

«La avaricia de los inversores no se ha terminado», comenta por teléfono desde Filadelfia. Mientras, saca de un rincón de su memoria cómo se desarrollaron los hechos en aquella primavera de 2001, cuando destapó algunos de los trapos sucios de un tal Madoff en un reportaje publicado en la revista Barron’s. Era la primera vez que se enfrentaba a la información de ‘hedge funds’ (fondos de alto riesgo) en esta revista para inversores del grupo Dow Jones. Abordó la nueva tarea a través de sus fuentes de siempre: los expertos del mercado de derivados. Y fue gracias a uno de ellos como un gestor contactó con ella: dudaba de las rentabilidades de los negocios de Madoff. Fue el primer aviso.

En su artículo titulado «Don’t Ask, Don’t Tell» (no preguntes, no lo cuentes), publicado el 7 de mayo de 2001, Arvedlund puso en duda todo el sistema de Madoff. Relató como duplicaba sus rentabilidades, algo que, según le habían contado «reputados gestores», nadie había podido hacer antes y menos en aquel momento, en el que los mercados estaban en horas bajas. Ajeno a la crisis, el dinero parecía bañar la oficina que Madoff tenía en pleno centro financiero mundial. «Los inversores de Madoff están entusiasmados con su rentabilidad, a pesar de que ni siquiera entienden cómo la obtiene», explicaba en su artículo.

Tenía 31 años entonces. Durante cuatro meses contactó con más de 100 personas e intentó, en vano, mantener un encuentro con Madoff. Era un hombre que renunciaba a comisiones altísimas (teniendo en cuenta la proporción de las rentabilidades que ofrecía, de hasta el 18%) y exigía a sus clientes mantener en secreto el hecho de que él gestionaba su dinero. ¿Qué ocurría? Mejor, «Don’t ask, don’t tell».

 1229544274_318689_fotosumario1_normal_5
TANNEN MAURY (EFE)

Mary Schapiro, durante la rueda de prensa ofrecida en Chicago.

En el artículo no se hacía una referencia directa al fraude. Simplemente relató el secretismo extremo que rodeaba a la firma y cómo funcionaba la empresa que el propio Madoff había creado 41 años antes. Quedó en nada. Tras su publicación no obtuvo respuesta de la empresa ni del organismo regulador estadounidense (SEC, en sus siglas en inglés). ¿Cómo es posible que el órgano de vigilancia hacia el que todos los países desarrollados miran no iniciara una investigación? «La SEC recibe centenares de denuncias y no da abasto. La mía no fue la primera. En 1999 Mr. Markapolos ya lo denunció». Levantó la primera bandera roja. Ni el artículo de Erin ni la carta al regulador del también gestor Harry Markapolos (en la que decía que Madoff es el mayor fraude de escala piramidal del mundo) consiguieron encender las luces de alarma del organismo.

Las que sí encendió Arvedlund fueron las del propio Madoff. «Nunca conseguí verlo en persona, sólo contacté con él por teléfono». Fue una vez. Breve y conciso. Tranquilamente le dijo que no podía entrar en detalles. «Don’t ask, don’t tell».

Arvedlund recuerda su decepción al ver que las autoridades no reaccionaban. Silencio absoluto. El rumor continuó pero se quedó en eso, sólo en rumor. Su relato no tuvo el efecto deseado, a diferencia del de The Boston Globe, que ganó un Pulitzer al destapar en 1921 la estafa de Carlo Ponzi (personaje que sirvió para dar nombre a los fraudes de tipo piramidal como el de Madoff).

¿El fin de una era?

«Wall Street está lleno de personas como Madoff», reflexiona ahora. Arvedlund, que trabaja como periodista ‘freelance’, vive a caballo entre Filadelfia (donde su marido trabaja como abogado) y Nueva York, escenario principal del escándalo. Erin cree que el de Madoff no es el único caso de la codicia de los más ricos aunque confía que con la llegada del presidente electo de los Estados Unidos, Barack Obama, la cosa mejore. Con él, dice, espera que la SEC consiga el papel que ha de tener. ¿Qué hace falta? «Más empleados y, sobre todo, más dinero» contesta Erin en una segunda conversación telefónica. En esta ocasión está en Nueva York. Hoy Obama ha dado el primer paso: nombrará a Mary Schapiro nueva presidenta de la SEC.

La periodista, que también ha trabajado para The New York Times y The Wall Street Journal y ha colaborado con Slate, acaba de relatar en Portfolio cuál fue su experiencia entonces. Dice sentirse contenta ahora que ve que todo ha quedado al descubierto. Siente pena, sin embargo, por aquellos que han perdido su dinero, «sobre todo por la gente mayor». Aparta cualquier duda sobre el por qué no siguió investigando. «No recibí ningún tipo de amenazas». Simplemente no siguió.

A muchas de las preguntas contesta con un simple «no lo sé», sobre todo a aquellas relativas a la investigación en curso. No quiere aventurarse a juzgar si Madoff tuvo o no influencias en la SEC o si él mandó que sus hijos le denunciaran para evitar males mayores. El mundo de los ‘hedge funds’ le sigue apasionando. «Los 2 billones de fondos que había en 2007 van a ir reduciéndose. Muchos desaparecerán, otros se concentrarán», explica.

Uno de los hombres más ricos del planeta, Warren Buffet, ya lo avisó: «cuando la marea baja, se sabe quien nada desnudo y quien trae traje de baño». «Don’t ask, don’t tell».

Para saber más

  • Lee el reportaje de Erin Arvedlund en la revista Barron (2001) (en ingles).
  • El artículo en el que la periodista cuenta en Portfolio cómo investigó a Madoff (en inglés).

Crisis financiera: Lo que dura el arrepentimiento.

cajafuerte
21 Nov 2008, por Amparo Estrada
14:02 
PUBLICADO EN MULTIPLICATE POR CERO.
Compartir: delicious digg technorati yahoo meneame

Tags:  Los propósitos de enmienda pueden ser muy sinceros y el tiempo que duran es proporcionalmente inferior a la satisfacción que produce lo que se quiere enmendar. Los fumadores que alguna vez han intentado dejar el vicio saben de lo que hablo. Y saben también que dejar de fumar es igual de fácil que tener firme propósito de enmienda: lo haces una y otra vez, una y otra vez…

Ahora se multiplican las declaraciones de arrepentimiento de reguladores, entidades financieras e incluso gobiernos, por no haber visto llegar la crisis y no haberla evitado. Muchos están escribiendo en sus cuadernos, cien veces, “no permitiré la prosperidad de los caraduras o sinvergüenzas”, “no permitiré la prosperidad de los…”

Entre la gente corriente, una de las cosas que más perplejidad provoca son las retribuciones astronómicas de altos directivos empresariales, que las cobran incluso por hacerlo mal. Hoy, esa sorpresa se ha transformado en indignación al poderse constatar que muchos de los culpables de los productos financieros basura que han puesto en vilo la prosperidad económica de la parte desarrollada del mundo se han embolsado personalmente cientos de millones de euros, cobrados a menudo después de llevar a la quiebra a sus empresas. Millones para él, un ERE para sus fieles empleados, y reuniones del G-20 para todos los demás.

Por ejemplo, Stanley O’Neal, ex presidente de Merrill Lynch, se llevó una compensación de 161 millones de dólares cuando tuvo que irse del banco de inversión dejando los peores resultados de sus 93 años de historia. Y aún dijo que las retribuciones se fijaban de forma “rigurosa e independiente”. En la Cámara de Representantes de Estados Unidos han estado, explicando las causas de la crisis, George Soros, Philip Falcone, Kenneth Griffin, James Simons y John
Paulson, los mayores financieros de fondos de alto riesgo. Cada uno ganó una media de 1.000 millones de dólares el año pasado. El senador demócrata Henry Waxman, presidente de la comisión de investigación, criticó que todos ellos pagaran menos impuestos que un profesor de escuela o un fontanero.

Soros, ya septuagenario, ha sido entrevistado desde hace décadas decenas de veces para que cuente sus estrategias de inversión, escribe best sellers empresariales… Y es conocido, entre otras delicadezas, por haberse enriquecido en la década de los noventa con el hundimiento de la libra esterlina.

Otro ejemplo de buenas prácticas inversoras: David Einhorn, gestor del fondo de inversión Greenligth Capital, llevaba meses apostando por una bajada en el precio de las acciones de Lehman Brothers antes de su quiebra. Llegó a realizar una gira por Estados Unidos, concediendo entrevistas en las que repetía que las cuentas de Lehman no cuadraban y que el valor debía desplomarse. Y se desplomó, haciéndole rico a él. Tras la quiebra de Lehman Brothers, en Estados Unidos y Europa se tomaron medidas para restringir o prohibir las apuestas a la baja.

Comprobadas las malas prácticas y sus efectos venenosos, el G-20 ha reconocido que algo hay que hacer. Los Gobiernos hablan de propósito de enmienda y de establecer algún tipo de límite a los bonus o primas. También las entidades financieras empiezan a mostrar, orgullosas, cómo toman medidas para limitar las retribuciones de sus altos directivos, muchos con avión privado. Por ejemplo, Barclays Bank, esta semana, ha anunciado que su cúpula directiva no va a cobrar las primas correspondientes a 2008. Sin embargo, teniendo en cuenta que la mayoría de los bonus y primas están ligados a la evolución de los beneficios, la austeridad va a venir dada por el efecto de la crisis. Y cuando vuelvan las vacas gordas dentro de unos años ¿alguien cree que no engordarán los pagos a los altos ejecutivos? Se ha demostrado que siempre hay una vía para cobrar más, se llamen opciones sobre acciones, indemnizaciones o bonus.
Al menos hoy hay propósito de enmienda, igual consiguen dejar de fumar otra vez.

Miles de personas salen a la calle contra el capitalismo inhumano

766959
PÚBLICO – Madrid – 15/11/2008 23:16

Las principales ciudades españolas gritan su indignación por la especulación financiera

«¡La crisis, que la paguen ellos!» Ese fue el lema que unió el sábado a miles de personas en las principales ciudades de España. No se ideó en un despacho, sino en Internet, y de allí saltó a la calle el mismo día en que los líderes de los países más poderosos del mundo se reunían en Washington (EEUU), en la Cumbre del G-20, una cita que, con el telón de fondo de la crisis financiera internacional, pretendía nada menos que «refundar el capitalismo».

Paga tú la crisis

Cientos de personas elevaron en la Puerta del Sol de Madrid decenas de pancartas en contra del capitalismo salvaje. Lo que empezó como una concentración, terminó por convertirse en una marcha que recorrió los puntos de poder de la capital. Ante las sedes del Banco de España, la Bolsa o el Congreso de los Diputados se escucharon los siguientes mensajes: «Paga tú tu crisis», «a bancos salváis, a pobres robáis», o «el capitalismo es el terrorismo». Asociaciones como Ecologistas en Acción también desplegaron su propio mensaje: «¿Crisis de qué? ¿Crisis de quién? Necesitamos menos para vivir mejor».

Ricardo García Zaldívar, presidente en España de ATTAC (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras especulativas y la Acción Ciudadana), explicaba por qué asociaciones como la suya no legitiman la reunión de este fin de semana: «Creemos que no hay que hablar ni de G-8, ni de G-21, sino de la humanidad, de países ricos y países pobres, de movimientos sociales y de sociedad civil», y continuaba: «Estamos muy preocupados porque precisamente los que nos han metido en esta historia quieren ahora hacer de salvadores».

Socialización de las pérdidas

En la misma línea, Javier, un trabajador social de Madrid de 27 años, explicaba: «Estoy aquí contra la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias. Me parece una vergüenza que ahora nos quieran hacer pagar a nosotros por lo que nos están haciendo, precisamente a nosotros».

«Es una vergüenza que nos hagan pagar lo que ellos han hecho»

También en la plaza de Catalunya, en Barcelona, donde se reunieron alrededor de 500 personas, se oían voces que apuntaban al mismo argumento: «La crisis, que la paguen los ricos». Oleguer Bohigas, uno de los organizadores del acto, explicaba: «Refundar el capitalismo es un eufemismo para darnos más medicina neoliberal».

Por su parte, Cintia, una argentina del colectivo Clase contra clase, «de ideología marxista», opinaba: «La gente, lo que necesita es pronunciarse; hay mucha bronca con eso de que los gobiernos hayan salvado la banca pero cada vez haya más desempleados».

«Bankeros, vuestra crisis es nuestra ruina». Era una de las pancartas que podía leerse en la concentración frente al Ayuntamiento de Sevilla. Allí, unas 300 personas recorrieron los escasos metros que les separaban del Banco de España en un acto vigilado en todo momento por la Policía Nacional.

Encima, el Gobierno les salva

También en Valencia unas 400 personas se reunieron en la Plaza del Ayuntamiento. Lo que más dolía, la hipoteca: «Hay gente a la que el banco le quita el piso por no poder pagar, ¡y encima el Gobierno le saca del bolsillo el dinero para salvar a esos mismos bancos!», resumió Estefanía, de 25 años, que hasta hace unas semanas trabajaba en un supermercado.

Aunque las protestas no fueron convocadas por un único colectivo, las palabras de Sonsoles en Madrid podrían resumir lo que todos, en todas las ciudades pensaban ayer: «Hay que mojarse, todo esto nos tiene que llevar a algo. Hay que pedir explicaciones y hay que escuchar las distintas voces que se manifiestan y que se expresan».

La cultura de la crisis.

ramoneda1

Hemos llegado aquí porque la globalización abolió los límites éticos y culturales. El mismo Estados Unidos proclamó que todo le estaba permitido, legalizó la tortura y dio barra libre a la insaciable quimera del oro

JOSEP RAMONEDA 15/11/2008

1 Decía Fernand Braudel que el capitalismo, «privilegio de unos pocos», «es impensable sin la complicidad de la sociedad». Y añadía: «De algún modo la sociedad entera debe aceptar sus valores». Si la actual crisis tiene algo de quiebra moral de las élites capitalistas es porque han llevado los valores del capitalismo a unos límites en que es casi imposible que sean aceptados. La historia viene de lejos. Empieza en la transición liberal que abrieron las revoluciones del 68. Aquel momento fue el inicio del proceso de desmontaje de unos sistemas sociales muy comunitaristas, montados sobre un orden rígido y unas sociedades jerarquizadas, con fuerte carga ideológica, en que cada ciudadano tenía un puesto asignado casi de por vida. La crisis actual es, en cierto modo, el estallido final de un proceso de individualización que acabó por quebrar las bases del mínimo consenso social necesario. La revolución conservadora promovida desde la Administración Bush fue el último intento de controlar este proceso. La explosiva mezcla de simplismo liberal en lo económico y rigidez conservadora en lo moral y cultural sólo sirvió para acelerar el estallido.

La noticia en otros webs

Domina el lenguaje del ‘management’. Ahora todo se gestiona: parejas, hijos, amores, odios…

El discurso del liderazgo es la justificación de los elevados ingresos de los altos ejecutivos

En el mundo soviético, la transición liberal empezó a finales de los ochenta, con la caída del muro de Berlín. Una sociedad civil arrasada por el totalitarismo fue pasto de la delincuencia económica y de las ideologías de lo identitario, ya fuera religioso o étnico. La globalización juntó los dos procesos que ahora viven una crisis que debería cambiar profundamente las pautas socioculturales.

2. La actual crisis económica es la primera en el marco de la globalización. Nuevo marco, nueva cultura. El proyecto moderno se deshizo en la fragmentación posmoderna. Fue una reacción al agotamiento de los grandes relatos que habían armado la modernidad, que condujo inevitablemente al relativismo y a la pérdida de jerarquía. El horizonte emancipatorio desapareció paulatinamente de la cultura. El futuro se desdibujó y el pasado se puso al servicio de la diversidad cultural, como fundamento de las apuestas endogámicas de corte étnico que crecieron bajo el amparo del discurso multiculturalista. La cultura fue a menudo factor de segregación y de separación. Empujados por la globalización entramos en la era del presente continuo. Las nuevas tecnologías han provocado una contracción del espacio -el mundo es más pequeño- y una aceleración del tiempo. El dinero, las mercancías y las ideas van de una punta a otra del planeta con rapidez y a bajo coste. Probablemente sin Internet esta crisis no sería la misma. El dinero se ha convertido en un mensaje en e-mail.

3. Los discursos sobre la insostenibilidad del planeta y sobre el calentamiento global, con no poca parafernalia ideológica de acompañamiento, han contribuido a dibujar un horizonte sórdido y oscuro. En este mundo sin futuro impera el principio del rendimiento rápido. No hay proyecto, sólo resultado. Es el principio cultural de las empresas de capital riesgo, dispuestas a sacar todo el jugo posible de un negocio en el menor tiempo aun a riesgo de agotarlo para siempre. Pero también es el principio cultural del consumismo, en que la pulsión por comprar no se detiene nunca: el deseo de un nuevo producto impide el goce del producto recién conseguido, dentro de una serie interminable de frustraciones. Y es el principio cultural que rige las conductas de empresarios y gobernantes, bajo el signo de la competitividad. Siempre más: la insaciabilidad como modo de estar en el mundo.

4. En este contexto, el principio moral que rige es que «todo es posible». La idea de límite ha desaparecido del horizonte mental de los que hoy tienen más capacidad normativa: la gente del dinero, empresarios, ejecutivos y financieros. Pero todo sistema tiene un límite. El capitalismo financiero también. Y cuando se rebasa el límite, saltan los fusibles, y si se tarda en reponerlos empieza un proceso de autodestrucción. Todo sistema tiene su punto catastrófico. A este punto hemos llegado, por la incapacidad de entender que no todo es posible. Por supuesto hay cierto discurso naturalista que tratará de convencernos de que alcanzar la catástrofe es inevitable. Y que el mundo funciona por el sistema de ciclos de destrucción y construcción. Los que proclaman las virtudes de las sociedades meritocráticas, aunque a menudo confundan la habilidad para moverse en las fronteras de lo ilegal con el mérito; los que denuncian permanentemente la incompetencia de los que trabajan, bajo el eufemismo de la competitividad; los que ven por todas partes intromisiones de la política, hasta que la necesitan y apelan a su ayuda; éstos nunca se sienten concernidos por responsabilidad alguna. Cuando las cosas van mal, el problema es sistémico, como si de una catástrofe natural se tratara.

5. Lo diré con una expresión del filósofo francés Bernard Stiegler: estamos ante la prueba de «la modernización sin modernidad». Podría parecer que esta expresión está dedicada a China. También Occidente ha abandonado, a su manera, los presupuestos de la modernidad. La época del capitalismo financiero es una modernización sin los límites de la cultura moderna: la dignidad del ciudadano y la primacía de cierto interés general. Marx se quedó corto: la potencia revolucionaria de la burguesía está acabando con todo, incluso con la propia cultura burguesa. La mercantilización general de la sociedad -en que todo, desde los sentimientos y las pasiones hasta las mercancías es susceptible de ser producido y vendido- ha acabado con el proyecto moderno.

La revolución conservadora americana, en sus dos fases: la reaganiana y la bushiana han configurado una cultura en que las sociedades no existen, sólo existen los individuos (fase thatcheriana-reaganiana), y las libertades y los derechos son sustituidos por la creencia, por los mitos nacionales y por la seguridad convertida en supremo horizonte ideológico (fase bushiana). La lucha a muerte por el mercado de las almas, en un mundo globalizado en que las religiones clásicas han perdido los monopolios territoriales y el dinero es la medida de todas las cosas, es una de las grandes novedades de la globalización. La cultura de la crisis es la del individualismo salvaje, en que la competencia a muerte es la única regla, con la religión como consuelo y el miedo como instrumento paralizador. La política y la libertad han sido despedidas, camino del totalitarismo de la indiferencia.

6. La capacidad normativa que el poder económico ejerce se constata con la universalización del lenguaje del management. De un tiempo a esta parte, todo se gestiona: se gestionan las personas, se gestionan las parejas, se gestionan los hijos, se gestionan los conflictos personales, se gestionan los amores y los odios. Es decir, todo es simplificable y todo es manipulable. La negación de la complejidad de la economía del deseo conduce a convertir cada acción humana en algo cuantificable en términos monetarios. El hombre «como empresario de su propia vida», como dice Michela Marzano. Las librerías están llenas de manuales que a partir de los criterios de gestión económica pretenden enseñarnos a gobernar nuestras vidas.

El héroe de este momento es el líder. El discurso del liderazgo ocupa a las escuelas de negocios y a los ideólogos de la competitividad y del mercado. El líder es el que está más capacitado para sacar rendimiento de las personas en beneficio propio. Su riesgo casi siempre es limitado: no juega con recursos propios sino con recursos de los demás. Y acostumbra a estar protegido por la red de los bonos y las indemnizaciones. El discurso del liderazgo es la pseudoideología necesaria para justificar la disparatada cotización de los altos ejecutivos.

7. Pero, como he dicho antes, la esencia de la cultura de la crisis es la desaparición de la idea de límites. En agosto de 2002, el Gobierno de Estados Unidos dio el visto bueno a un memorándum que legitimaba determinadas formas de tortura. Es decir, rompía el tabú de la degradación del adversario. Bajo el mandato de George Bush la Administración norteamericana dio carta de naturaleza legal a la tortura. Es decir, transmitió al mundo la idea de que todo estaba permitido. Si un Gobierno puede someter a un enemigo a la más terrible de las pruebas físicas y morales, ¿cuáles son los límites de lo posible en la sociedad? Ninguno. Hay vía libre para saltarse todas las barreras éticas y culturales. ¿Qué tiene de extraño, en estas circunstancias, que los que viven la quimera insaciable del oro entiendan que todo está permitido y que no hay reglas ni principios ante la tentación del dinero?

PAPÁ ESTADO QUE ESTÁS EN LOS CIELOS. Especulando en el sistema solidario mundial.

   

s3_amazonaws_com2felespectador2

                                             Vicent Boix.


Escritor, autor de “El parque de las hamacas”. http://www.elparquedelashamacas.org/

 

Venga a nosotros tu reino.

Fue expulsado del estado español. Lo multaron con 3.240 euros. El “crimen” de este senegalés: vender 45 DVD de películas y 147 CD de música. Falsificados todos. Sentencia de un tribunal de Granada. El pasado enero. No fue a prisión. Pero por no tener permiso de residencia.

Mientras, la aseguradora AIG se fue arruinando. En Estados Unidos. Sus ejecutivos derrocharon miles de dólares. En lujos y placer. Directivos de Freddie Mac. Otra empresa quebrada. Cabildearon a consultores republicanos. Querían frenar una propuesta de ley. Una que imponía mecanismos de supervisión a sus “negocios”. No tiene permiso de residencia. El senegalés. Los encorbatados sí. La justicia está enladrillada, ¿quién la desenladrillará? el desenladrillador que la desenladrille, buen desenladrillador será.

 

Perdona nuestras deudas.

El plan de rescate de algunos países de la UE sobrepasa los 2,39 billones de dólares (1,9 billones de euros). Con ese capital y si es necesario, los estados podrán comprar participaciones en bancos, garantizar los préstamos entre las entidades y adquirir activos. En la otra orilla del charco, el plan de rescate presentado por George Bush alcanzaría la cifra de 700.000 millones de dólares. Sin embargo, el gobierno norteamericano ya ha invertido 765.000 millones de dólares distribuidos de la siguiente forma: 150.000 en devolución de impuestos para fomentar el consumo, 300.000 para créditos hipotecarios blandos, 200.000 en la quiebra de las agencias hipotecarias Fannie Mae y Freddie Mac, y 115.000 en la nacionalización de ciertas empresas como la aseguradora AIG, que supuestamente serán recuperados con la venta de sus activos.

Dinero utilizado en USA para afrontar la crisis: 765.000 millones de dólares. Dinero público para futuros rescates en USA: 700.000 millones de dólares. Dinero público para futuros rescates en la UE: 2,39 billones de dólares. Total: 3,85 billones de dólares.

 

Así como nosotros perdonamos a nuestros deudores.

La cifra total del que podría ser el mayor robo de la historia jamás contado, equivale a la suma del PIB de la India y Turquía en 2007. Multiplica por dos al de Brasil y al de África. Por tres al de México, España o Italia. Por siete al de Argentina. Por diez al de Uruguay.

La deuda externa de los países del sur (mal nombrados subdesarrollados) era de 2,5 billones de dólares a inicios de este milenio. Si el capital dispuesto para salvar bancos, se destinara a salvar países, seguirían sobrando 1,35 billones. En junio de 2005, el G-8 anunciaba una reducción de la deuda para cerca de 40 países fuertemente endeudados, por un monto de 55.000 millones de dólares. Un pequeño frasco de pomada, si se compara con las costosas y enmarañadas operaciones quirúrgicas realizadas al sistema financiero.

1400 millones de personas viven en la extrema pobreza y según la FAO, 923 millones sufren hambre en el mundo (75 más que el año pasado). Para erradicarla, el director de dicho organismo reconoció que hacen falta 30.000 millones de dólares anuales. Sólo logró recaudar 7.500 para cuatro años, arriesgando de esta manera uno de los objetivos del milenio. Comprar comida hasta el 2015 (en los mismos países afectados y no los excedentes de USA), costaría 240.000 millones de dólares (30.000 X 8 años). Seguirían quedando 1,11 billones.

La Ayuda Oficial al Desarrollo del Gobierno Bush sumó 27.500 millones de dólares en 2005. Un 2% de lo empleado en sus planes de salvamento. Todos los países ricos ofrecieron cerca de 100.000 millones de dólares en 2007, pero según la ONU harían falta 18.000 millones más. Se podría abonar dicho incremento en los próximos 10 años –180.000 millones– sin exigir cambios en las políticas internas y se dispondrían aún de 930.000 millones.

Uno de los objetivos del milenio establece que todos los escolares del mundo deben acabar el ciclo de primaria en el año 2015 ¿Una fantasía? Según la Alianza Española Contra la Pobreza, esta meta no se alcanzará en la fecha estipulada. 75 millones de niños y niñas no están escolarizados, gracias en parte a que sus estados gastan más dinero en la deuda externa que en formación. Según dicha Alianza, en el año 2006 los países con rentas bajas recibieron 5.000 millones de dólares de ayuda directa para educación. No obstante, harían falta 6.000 millones más para completar el objetivo. Si se garantizaran hasta el 2015, se precisarían 48.000 millones de dólares (6.000 X 8 años). Restarían 882.000 millones.

2.400 millones de personas no tienen acceso a saneamiento adecuado y más de 1.000 carecen de agua potable. 2 millones de niños y niñas mueren al año por enfermedades que se propagan por el agua sucia y/o instalaciones sanitarias inadecuadas. La ONU calculó en 2001 que se necesitarían 23.000 millones de dólares anuales para proporcionar agua potable y saneamiento a todos los habitantes del planeta, cumpliendo de esta manera otro objetivo del milenio en 2015. Una vez más la estimación no se alcanzaba ya que se dirigían 16.000 millones. Asignar los 7.000 millones anuales que faltan significaría un total de 98.000 millones de dólares (7.000 X 14 años). Todavía constarían 784.000 millones de dólares.

A nivel mundial, en el año 2006 morían 72 niños y niñas menores de 5 años por cada 1.000 nacimientos vivos y entre los años 1990 y 2005, la mortalidad materna apenas disminuyó un 1%. Con estas cifras se está lejos de cumplir uno de los objetivos del milenio. En el mismo año y según la ONU, se canalizó la rácana cifra de 3.500 millones de dólares para mejorar la salud materna, neonatal e infantil. Harían falta 7.000 millones más al año, es decir, 56.000 millones de dólares para los próximos 8. En la alcancía aún repiquetearían 728.000 millones.

Decenas de millones de personas fallecen al año por SIDA, tuberculosis, malaria y otras enfermedades. En 2006 se estimó que la cifra para lograr conseguir el objetivo del milenio en cuanto a la reducción de la mortalidad por estas y otras patologías, debería ser de 20.000 millones de dólares. Huelga decir que no se ha logrado reunir dicha suma. Si se tomara como referencia y se abonara hasta el año 2015, se necesitarían 200.000 millones de dólares (20.000 X 10 años). Aún existirían 528.000 millones para seguir cambiando el mundo.

10 millones de jóvenes mueren al año de neumonía, sarampión y tétanos, según Save The Children. El tratamiento por persona en cada una de estas tres enfermedades costaría 30 céntimos de euro, 15 y 40 respectivamente. Aplicar todos los tratamientos supondría un monto total de 10 millones de dólares. A dólar por niño. Calderilla. Vergonzoso.

A modo general, para avanzar en la consecución de los objetivos del milenio harían falta 150.000 millones de dólares anuales hasta 2010. En septiembre de 2008, en un encuentro celebrado por la ONU en Nueva York, los países desarrollados sólo lograron aportar 16.000 millones. Una broma de mal gusto si se compara con las ingentes cantidades aportadas para lubricar el sistema bancario mundial.

En la Cumbre del Milenio del 2000, se constituyeron una serie de metas a cumplir en el año 2015. Se denominaron objetivos del milenio y la mayoría se han relatado en este artículo.

Posiblemente serían accesibles e incluso se podría aspirar a mucho más, si se empleara de una forma más altruista el dinero público disponible para salvar a bancos corruptos. Probablemente seguiría sobrando dinero que se podría destinar a otros fines. Por ejemplo, para reducir el analfabetismo a la mitad, que según la UNESCO, afectaba a 700 millones de personas en 2005. Dicho objetivo se fijó en el Foro de Dakar y requeriría 26.000 millones de dólares.

 

No nos dejes caer en la tentación.

El 27 de octubre, rebelion.org publicaba un amplio artículo de Éric Toussaint, sobre las causas de la crisis alimentaria. El autor narraba como el banco belga KBC, inició una campaña publicitaria para animar a la ciudadanía a invertir en seis alimentos básicos. Sus anuncios proclamaban sin pudor alguno: “¡Sacad ventaja del alza de precios de los productos alimentarios!”. Según Toussaint, la publicidad presentaba como una “oportunidad” la “penuria de agua y de tierras agrícolas explotables”, que deriva en “una escasez y una consecuente alza de precios de los productos alimentarios básicos”.

Casual y paradójicamente, ese mismo día, los medios de comunicación informaban en sus páginas de economía que el gobierno belga había decidido inyectar 3.500 millones de euros al KBC. ¿Servirá el capital público para promover y agudizar el hambre a través de la especulación criminal de los terroristas de guante blanco? Y la gran duda que me acongoja tras escribir este artículo ¿Podrá pagar la comida el senegalés expulsado por vender DVD piratas?

 

(Versión del artículo con bibliografía en: http://www.elparquedelashamacas.org/html/biografia.html)

millonario

Recesión en ciernes.

La contracción de la economía española exige medidas enérgicas; y sobre todo, urgentes

01/11/2008 Edicion electrónica de EL PAÍS.

La economía española ha entrado en una senda recesiva. No hace falta esperar a ver otro trimestre de crecimiento negativo, como sugiere la más convencional de las definiciones estadísticas de recesión, para que las familias y empresas españolas asuman los meses que vienen como uno de los peores escenarios de los últimos años. Según las estimaciones avanzadas por el servicio de estudios del Banco de España, en el tercer trimestre de este año la economía española experimentó un retroceso del 0,2% con respecto al trimestre anterior. Es la primera contracción en 15 años y ha estado precedida del deterioro del empleo más acusado de Europa y el más pronunciado en muchos años.

La noticia en otros webs

Es razonable, por tanto, que la composición de ese crecimiento ponga de manifiesto una caída muy significativa en la demanda nacional, tanto en el consumo final de las familias como en el componente de inversión empresarial. El primero está determinado por unas expectativas inequívocamente adversas desde bastante antes de que las autoridades admitieran la propia crisis. La combinación de elevados tipos de interés de referencia para las hipotecas con descensos en el ritmo de creación de empleo y aumentos en la tasa de paro fue una de las primeras señales de que la renta real de los asalariados (desde hace años estabilizada) iba a reducir su asignación a consumo.

Cuando se observa el comportamiento económico de las familias, se pone de manifiesto un desplazamiento creciente hacia bienes de consumo de bajo precio, incluso en capítulos esenciales como la alimentación. El comportamiento moderado de los precios de esos bienes está contribuyendo, junto a la explícita caída en los precios energéticos, al descenso de la inflación, que el último dato de IPC, 3,6% interanual, refleja tan elocuentemente. La muy dudosa contrapartida a la recesión en ciernes será, sin duda, una inflación cada mes más contenida.

La inhibición de la inversión empresarial es otro reflejo de desconfianza. Como en el caso de las familias, es tributaria de los efectos de una restricción crediticia sin precedentes y de una justificada incertidumbre de los españoles acerca de la capacidad para superar la crisis económica. Desde estas bases, no hay elementos de juicio para anticipar una recuperación en un plazo razonable. Y tampoco es muy alentadora, en un entorno internacional desfavorable, la sensación de que nuestras autoridades económicas se están tomando con excesiva tranquilidad la adopción de decisiones destinadas a frenar la inercia de deterioro en que estamos inmersos.

Las medidas de apoyo al sistema crediticio requieren una aplicación inmediata, como la consideración de aumentar la inversión pública muy por encima de lo avanzado en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Lo que está en juego es la salida de la crisis más severa de las sufridas en las últimas décadas.

Refundar el capitalismo o resucitar la socialdemocracia

ARTÍCULOS DE OPINIÓN

  • CARLOS CARNICERO

    29/10/2008

El Zumbido

Soy de los que considero que la importancia de la reunión de Washington está sobredimensionada por sus promotores. En primer lugar por el formato elegido: G-8 más G-20 es una reunión mixta que congrega a países de distinta naturaleza y con falta de cohesión de intereses. Su convocante es un político en desbandada que ni siquiera tiene poder moral para vincular en las conclusiones a su sucesor, que además ya estará elegido in péctore cuando se celebre la asamblea. No hay propuestas encima de la mesa con tiempo suficiente para la celebración de debates. Probablemente sólo será una tormenta de ideas.

<!–

Se habla de ese encuentro de países tan heterogéneos como Estados Unidos y Argentina o Turquía como ocasión para la refundación del capitalismo pero todavía no se tiene más que vagas noticias de las propuestas que se van a analizar en Washington: ¿alguien pretende que al calor de una cumbre tan variopinta y con exclusiones, sin agenda previa, se pueden reglamentar las conductas de los mercados y cambiar el sistema económico?

Lo ocurrido en esta crisis es de tal gravedad que ni siquiera los responsables son capaces de explicar los límites de lo que está sucediendo ni por supuesto el alcance de sus consecuencias en una economía que necesariamente va a ser distinta. Los aficionados a los vaticinios empiezan a hablar del verdadero comienzo del siglo XXI en la reunión de Washington y comparan el momento histórico con la caída del comunismo.

Existen varias posibilidades para el futuro. La primera sería poner un parche en el sistema, refundando el capitalismo, con algunos controles más eficaces en los escasos instrumentos de regulación de los mercados. En esos parámetros estaría el “ejemplo español”. Y, ¿en qué consiste?: sencillamente en haber sufrido anticipadamente una crisis bancaria en la que el estado español inyectó proporcionalmente la misma cantidad de dinero para blindar el sistema financiero en el final de los ochenta. El caso Banesto y lo ocurrido con otros bancos más pequeños hizo emerger una reglamentación garantista en el Banco de España que ha vigilado los movimientos bancarios con eficacia pese a las quejas de quienes creían que eso encorsetaba a las entidades financieras.

Pero si se trata sólo de eso, que no es poco, la reunión de Washington es un exceso, una alharaca desbordada para sentenciar que los bancos centrales deben hacer su trabajo. Lo debían haber hecho y al contrario se dedicaron a desreglar el funcionamiento del sistema financiero.

Hay muchos aspectos no tan visibles de esta crisis que merecen reflexiones más profundas. En primer lugar el papel de la política democrática en la economía. El dogma de que el estado es un factor de molestia en el universo de eficacia de los mercados ha caído al fondo del abismo de la historia en donde yacen las ideologías muertas. Ahora se debiera tratar de reivindicar la dignidad de la política y del estado y su responsabilidad de intervenir no sólo para salvar al capitalismo de su destrucción.

El pensamiento socialdemócrata tiene la gran oportunidad de recuperar su espacio en un mundo que necesita armonizar demasiados intereses contrapuestos y en donde la redistribución de la riqueza está promoviendo abismos más grandes incluso dentro de las democracias consolidadas.

Podemos y debemos asistir a Washington pero sería un error conceder a ese cónclave la capacidad definitiva de definir nuestro futuro.

Carlos Carnicero es periodista y analista político.

El precio de la vivienda caerá hasta un 20% en los próximos meses

Redacción fotocasa.es , 23/10/2008, 9:53 h

 

El informe Mercado Residencial de Obra Nueva de CB Richard Ellis, revela que el precio de la vivienda caerá en torno a un 20% de media en los próximos trimestres, puesto que en zonas de segunda residencia y de expansión de ciudades con clara sobreoferta empiezan a registrarse ya rebajas de entre el 20% y el 30%.

 

Estas caídas son la consecuencia lógica del progresivo incremento del stock de viviendas sin vender por una constante merma de la demanda, que sigue retraída ante la desfavorable coyuntura económica y financiera. Por ello, la consultora inmobiliaria asegura que el ajuste del mercado residencial «aún no ha tocado fondo».

 

Sin embargo, el informe recalca que se siguen cerrando operaciones cuando se producen ajustes de precio significativos, porque la demanda de primera residencia, al tratarse de un bien de primera necesidad, sigue presente.

 

Parece evidente, según CB Richard Ellis, que en la medida en que se produzca el ajuste previsto de precios y se recupere la normalidad crediticia será posible el inicio de la reactivación del mercado residencial.

 

Si bien, la consultora considera que «las fórmulas tradicionales de comercialización están obsoletas» y que para acelerar este proceso es necesario una renovación de las técnicas de venta. «Ha llegado el momento de buscar alternativas innovadoras mucho más cercanas al comprador, como las subastas inmobiliarias por Internet», concluye.

 

Las nuevas subastas de CB Richard Ellis en España

CB Richard Ellis subasta 190 viviendas con descuentos que van de un 13% al 37% en los precios de salidade y con la posibilidad de financiación. Ésta se realizará a través de la subrogación a un préstamo promotor para las viviendas seleccionadas después del pertinente estudio de riesgos por parte de la entidad financiera.

Los190 inmuebles de obra nueva están ubicadas en Madrid, Levante, Aragón, Cataluña y Andalucía y la media de precios se sitúa en torno a los 200.000 euros.

 

Esta es la cuarta subasta online desde el comienzo de la actividad de la plataforma de CBRE el pasado mes de mayo. El sistema online www.tusubastacbre.com es  el canal que acoge la subasta y donde se llevará a cabo la puja final para adquirir las viviendas. La subasta dio comienzo el 25 de septiembre y finalizará el próximo 6 de noviembre.

 

Carta de Michael Moore a los ciudadanos norteamericanos

Marcela Elizabeth (Chile) ha escritohace 10 horas

Los ciudadanos de Estados Unidos han comenzado a salir a las calles para manifestar su descontento por el manejo de la crisis.

Amigos. Déjenme ir al grano. Mientras ustedes leen estas líneas se está llevando a cabo el robo más grande en la historia de este país. Aunque no se están empleando armas, 300 millones de personas
fueron tomadas como rehenes. No nos equivoquemos: después de cinco años de robarse medio trillón de dólares para llenar los bolsillos de sus aliados que se enriquecen con la guerra, después de forrar
con dinero a los magnates petroleros con 100 mil millones de dólares en los pasados dos años, Bush y sus secuaces que pronto dejarán vacante la Casa Blanca están saqueando todos los dólares que se encuentran del Tesoro de Estados Unidos. Están barriendo con todos los cubiertos de plata que pueden mientras caminan rumbo a la puerta de salida.

No importa lo que digan, no importa cuántas palabras empleen para asustarlos; están recurriendo a las viejas triquiñuelas para fomentar el miedo y la confusión para mantenerse a sí mismos y a uno por ciento de la población asquerosamente rica. Sólo basta leer los primeros cuatro párrafos del reportaje principal del New York Times del pasado lunes para conocer de qué se trata todo este asunto:

“Aunque los legisladores trabajaron en los detalles del rescate de la industria financiera por 700 mil millones de dólares, Wall Street volvió a buscar la manera de lucrar con el plan.

“Las firmas financieras cabildearon para lograr la cobertura de todas las formas de inversiones problemáticas, no sólo las relacionadas con las hipotecas.

“Al mismo tiempo, las firmas de inversión maniobraron para supervisar todos los activos que el Tesoro planea eliminar de los registros de las instituciones financieras, una actividad que podría generarles cientos de millones de dólares al año en honorarios. Nadie quiere ser excluido de la propuesta del Tesoro para la compra de los activos de mala calidad.”

Increíble. Wall Street y sus partidarios fueron los artífices de este desorden y ahora pretenden limpiarlo como viles bandidos. Hasta Rudy Giuliani está haciendo cabildeo con su consultoría para
ser contratado (recibir sueldo) y brindar asesoría en el rescate.

El problema es que nadie sabe en verdad a qué se debe este “colapso”. Aun el secretario del Tesoro, Paulson, admitió ignorar la cantidad exacta que se requiere (¡se le ocurrió de la nada la cifra de 700 mil millones!) El director de la oficina de presupuestos del Congreso afirma que no podía entenderlo ni
explicarlo.

No obstante, dicen histéricos que ¡el final está cerca! ¡Pánico! ¡Recesión! ¡La Gran Depresión! ¡Y2K! ¡La gripe aviar! ¡Abejas asesinas! ¡Debemos aprobar la ley del rescate hoy mismo! ¡El cielo se está cayendo! ¡El cielo se está cayendo!

¿Cayéndosele a quién? No hay NADA en este paquete de “rescate” que baje el precio de la gasolina que debemos cargar en nuestros vehículos para ir al trabajo.

NADA en esta iniciativa nos protegerá de perder nuestro hogar
NADA en esta iniciativa nos dará un seguro médico.

¿Seguro médico? Mike, ¿por qué hablas sobre ese tema? ¿Qué tiene
que ver con el colapso de Wall Street?

Tiene mucho que ver. El supuesto “colapso” fue desencadenado por la moratoria y la pérdida de hogares de la gente con deudas hipotecarias.

¿Saben por qué tantos estadunidenses están perdiendo sus hogares?

Los republicanos explicarían que se debe a que muchos idiotas de la clase trabajadora recibieron hipotecas que en realidad no podían pagar. Pero la verdad es ésta: la razón número uno por la cual la gente se declara en bancarrota es por el costo de sus cuentas médicas. Déjenme ponerlo de forma más simple: si tuviéramos un sistema universal de salud, esta crisis hipotecaria jamás habría sucedido.

El objetivo de este rescate es proteger la obscena acumulación de riqueza que ha sido amasada en los ocho años anteriores. Es para proteger a los accionistas que poseen y controlan a las corporaciones en Estados Unidos. Es para asegurarse que sus yates y mansiones y su “forma de vida” no sean interrumpidos mientras el resto de los estadounidenses sufren y luchan para pagar las cuentas.

Dejemos que los ricos sufran al menos una vez. Que paguen el costo del rescate. Estamos gastando 400 millones de dólares al día en la guerra de Irak.
¡Que acaben de una vez con la guerra y nos ahorraremos otro medio trillón de dólares!

Están protagonizando un golpe de Estado financiero en contra de nuestro país. Esperan que el Congreso actúe rápido para evitar que piensen, antes de que tengamos la oportunidad de detenerlos. Así que dejen de leer esto y hagan algo ¡YA! Pueden poner manos a la obra de manera inmediata:

1. Llamen o envíen un correo al senador Barack Obama. Díganle que no necesita sentarse a ayudar a Bush y a Cheney y todo el desastre que han provocado. Díganle que tiene la inteligencia para detener el ritmo de los acontecimientos y encontrar cuál es el mejor camino a escoger. Digámosle que los ricos deben pagar por la ayuda que se les proporciona. Usemos la influencia que tenemos en estos momentos
para insistir en una moratoria a todos los embargos e insistir en adoptar la cobertura universal de salud, y decirles que el pueblo necesita tomar las riendas de las decisiones económicas que afectan nuestras vidas, no a los barones de Wall Street.

2. Tomen las calles. Participen en cualquiera de las cientos de manifestaciones espontáneas que están brotando en todo el país (especialmente aquellas cerca de Wall Street y DC).

3. Llamen a sus representantes en el Congreso y en el Senado. Cuéntenles lo que le dijeron al senador Obama.Cuando uno se equivoca en la vida, los errores se pagan en el infierno. Cada uno de ustedes que leen este texto, conocen esa lección elemental y ha pagado las consecuencias de sus actos en
algún punto de su vida. En esta gran democracia no podemos permitir que exista un conjunto de reglas para la mayoría de los ciudadanos trabajadores y otras reglas para la elite, la cual, cuando se equivoca, recibe regalos en bandeja de plata. ¡No puede ser! ¡No de nuevo!

Suyo, Michael Moore

http://www.new.facebook.com/group.php?gid=29614947148 QUE PAGUEN LOS RIOS LA CRISIS FINANCIERA.

Fernando Martín cobró 139 millones antes de suspender pagos

PARA ESTOS NO HAY CRISIS, SENCILLAMETE NO TIENEN VERGÜENZA AL COBRAR ESTAS CANTIDADES EXORBITANTES CUANDO LA GENTE CORRIENTE NO LLEGA A FIN DE MES. ¡VAYA SISTEMA PERVERSO Y CANALLA!

SUSANA R. ARENES – Madrid – 10/10/2008 21:29

El promotor Fernando Martín llevó en julio a la inmobiliaria Martinsa Fadesa al mayor concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) de la historia de la economía española. Ese mismo mes, pidió al juez, también voluntariamente, permitirle suspender pagos en sus tres empresas patrimoniales, Femaral, Almarfe y FT Castellana Consultores Inmobiliarios, con las que controla el 44,5% de Martinsa Fadesa. Pero siete meses antes, el 31 de diciembre, el ex presidente del Real Madrid firmó el acta general de la junta de accionistas de Femaral y Almarfe para repartirse a sí mismo y a su familia dividendos por valor de 138,8 millones de euros.

Tras admitir los juzgados el pasado septiembre el concurso de acreedores de Fernando Martín como persona física y de las tres sociedades en las que tiene gran parte de su patrimonio, los administradores concursales nombrados tendrán que revisar las cuentas de los dos años anteriores a la
suspensión de pagos.

«Si hay un beneficio creciente, puede dar lugar a que el administrador concursal revoque las cuentas», explica Juan Ignacio Fernández Aguado, socio de la firma de abogados CMS Albiñana & Suárez de Lezo. Cualquier movimiento del dinero de Martín tiene que estar autorizado por los administradores concursales, según la Ley Concursal de 2003.

11 millones de deuda personal

Cuando una empresa o una persona física pide suspender pagos, es porque no puede afrontar sus deudas. Suspender pagos no es quebrar y, en ocasiones, supone un alivio transitorio porque significa dejar de pagar a los acreedores durante un tiempo hasta que el juez autorice qué parte de la deuda se le perdona y cómo devuelve el resto.

Cuando el juez admitió a trámite el mes pasado la suspensión de pagos de Martín como persona física, confirmó que debe 11,1 millones, además de fianzas por una suma elevada. Los dividendos cobrados a cuenta de los resultados de 2007 suman 138,8 millones. Sólo FT Castellana Consultores no dio retribución.

Aparentemente, Fernando Martín disponía de liquidez suficiente a la luz de los resultados de sus empresas en 2007. Con Almarfe, que no había presentado cuentas en el Registro Mercantil en los dos últimos años y que en julio aportó las de 2006 y 2007, el promotor multiplicó por cinco las ganancias del año pasado, hasta 98,6 millones. En marzo pasado, decidió cambiar el cierre del ejercicio a octubre de cada año y no a diciembre. A través de Almarfe, Martín hizo en los últimos años compras de participaciones en empresas que le salieron muy rentables, como el 6% de la constructora Sacyr, el 3% de Unión Fenosa o el 1% en Santander y BBVA. Mientras, Fermaral elevó su beneficio en 2007 un 78%, hasta 85 millones.

En cuanto a Martinsa, el Tribunal Superior de Galicia pide un juzgado de apoyo para tramitar el concurso, informa Europa Press.

Habitat gana dos meses para salvarse

La inmobiliaria catalana Habitat intenta, por segunda vez, evitar la suspensión de pagos. Según fuentes de los acreedores, la promotora de la familia Figueras y Suñol tiene aún dos meses y medio para cerrar un acuerdo con la banca, a la que debe 1.586 millones. De momento, cuenta con dos semanas, hasta el día 24, fecha en la que el presidente de Habitat, Bruno Figueras, ha convocado una junta de accionistas extraordinaria para analizar una solución al agujero patrimonial de la inmobiliaria. Según la Ley Concursal, el administrador tiene dos meses para presentar concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) desde que conoce la insolvencia de la empresa. La junta marcaría la fecha de partida. Con todo esto, Figueras gana tiempo, pero también se arriesga a una responsabilidad legal. En cualquier caso, la salvación de Habitat depende de la banca y esta no la va a dejar caer, según las citadas fuentes.

El dueño de Martinsa se repartió a sí mismo dividendos de sus patrimoniales en diciembre

Esto ya es un ‘crash’.

El pánico en las Bolsas mundiales reclama una acción drástica del G-7 para afrontar la depresión

11/10/2008

Los mercados vivieron ayer un crash bursátil de considerable magnitud, más dañino si cabe después de una semana de descensos en picado. El Ibex 35 se hundió más del 9%, la mayor caída de su historia; Londres y Francfort perdieron en torno al 8% y Tokio se desplomó el 9,6%. El pánico mundial, muy intenso en las plazas asiáticas, obedece a varias razones de fondo. Una de ellas es que los inversores no se creen los planes de rescate financiero, ni las reducciones concertadas de tipos de interés, ni las desesperadas inyecciones de liquidez en el sistema. Consideran que han llegado tarde y que no evitarán algunas quiebras financieras latentes. Los inversores sólo confían hoy en intervenciones públicas directas en los bancos privados y en el control, lejano o próximo, de los poderes públicos. Por eso las medidas británicas son las que hasta el momento han sido mejor recibidas.

La noticia en otros webs

La comparecencia ayer de George Bush para insuflar confianza en los inversores es una buena muestra de la magnitud del desastre que está viviendo el sistema financiero mundial. El presidente estadounidense aseguró que «podemos resolver esta crisis y la resolveremos». Pero es más que dudoso que Wall Street haya creído sus palabras; de hecho, perdía más del 3% después del discurso. Resulta significativo que Bush incluyera en su mensaje una mención a que el Plan Paulson «permite al Gobierno adquirir participaciones en las entidades financieras». El secretario del Tesoro y el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, saben bien que la entrada de dinero público en el capital de los bancos es una de las pocas recetas que pueden amortiguar el pánico actual.

Para variar, el Gobierno español ha intentado reaccionar con agilidad y ayer mismo aprobó la puesta en marcha, antes de que acabe el año, del anunciado fondo para cambiar activos por liquidez a través de un crédito extraordinario de 10.000 millones. La rapidez con que intervendrá el fondo -que no es garantía total de eficacia- se completa con otra decisión igualmente razonable: el Parlamento controlará cada cuatro meses el buen desarrollo de su operativa. Sin una gestión transparente de los fondos extraordinarios no se recuperará la confianza en las normas del mercado, dañada para mucho tiempo por las quiebras bancarias, la persistente incertidumbre sobre la extensión de la crisis y el estrangulamiento del crédito hasta límites agónicos.

Además, los inversores están descontando ya que la economía mundial se encamina hacia un periodo recesivo prolongado, similar al de la depresión que afloró en 1929 y que se prolongó durante casi diez años. La histeria de los mercados no se puede aplacar ya con la enunciación de medidas correctas pero insuficientes. Los inversores esperan, y con razón, que la reunión del G-7 que comienza hoy se aproveche para decidir quién va a tomar el mando en las operaciones anticrisis. El Grupo debería establecer al menos un protocolo de actuación conjunta entre los Gobiernos y los bancos centrales. Sólo la concertación de las autoridades monetarias no basta; es necesaria una coordinación política mundial para hacer frente a la amenaza de depresión.

Stiglitz critica la ineficacia de una “transfusión” al sistema financiero ante “una grave hemorragia interna”

ECONOMÍA

 

Cree que el multimillonario rescate no conseguirá equilibrar el sistema financiero

S.C.

Joseph Stiglitz ha vuelto a criticar el plan de rescate de la Administración Bush aprobado por el Senado estadounidense, que destinará 700.000 millones de dólares de fondos públicos para evitar el colapso del sistema financiero del país, en manos privadas. El premio Nobel de Economía considera que sin otras medidas que suturen las grietas del sistema el plan puede resultar una sangría: “es tan ineficaz como hacerle una transfusión de sangre masiva a una persona que sufre una importante hemorragia interna”.

<!–

Los 700.000 millones de dólares del plan no conseguirán su objetivo de un nuevo equilibrio financiero y tampoco evitarán que la economía estadounidense caiga en la recesión, según expuso Stiglitz en un seminario desde Viena.

“Es monstruoso”
El premio Nobel de Economía, que lleva años clamando por revisar los mecanismos de regulación monetarios y financieros y defiende la capacidad de intervenir de los gobiernos en economía, ha criticado el plan de rescate en anteriores ocasiones. Así, desde el Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung (FAS) advirtió de que el plan “no es más que una solución a corto plazo”. Como ningún inversor privado quiere inversiones de riesgo “se las empapelamos al contribuyente, es monstruoso”, expuso.

El fracaso de la desregularización
Para él, la crisis actual supone “el fin de un modelo económico desastroso” y de una ideología “según la cual los mercados libres y desregularizados funcionan siempre”.

Mercado libre y “auxilio social”.

ARTÍCULOS DE OPINIÓN

  • 38x38 Amando Hurtado
  • AMANDO HURTADO

    02/10/2008

 

Lo de “ayudar al prójimo” caritativamente suele ser el recurso habitual – muy bíblico, evangélico, coránico, etc. – supuestamente compensatorio de la abundancia mal repartida. Injustamente repartida.

<!–

Aquello que en España se llamó “Auxilio Social”, a cargo de esforzadas damas falangistas de la “Sección Femenina”, durante los años del hambre franquista, lo estamos viendo practicar ahora, casi como plan de emergencia, en diversos estados norteamericanos.

Según pone de relieve la especializada agencia estadounidense Realty Trac, analizando la situación de las transacciones inmobiliarias en 230 ciudades de aquel país, el número de expedientes abiertos por impago de hipotecas ascendió, en agosto, a más de 300.000. Las entregas de inmuebles a los bancos, por impagos, afectaron a una de cada 416 viviendas norteamericanas. Pero lo peor es que está a la vista un total de devoluciones que superará los 500.000 millones de dólares durante los muy próximos meses.

Centrándose en California, señala el Los Angeles Times que solamente un tercio de los propietarios morosos logrará evitar que sus casas vayan a parar a los bancos, puesto que los limitados subsidios a los que pueden acceder los casi millón y medio de parados de aquel Estado solo beneficiará al 50% de los mismos, dadas las poco generosas características del plan de pensiones y de asistencia social existente en EE.UU.

Como ya ocurriera durante la Gran Depresión de 1930, miles de personas desposeídas de hogar están durmiendo en sus coches. El Club Automovilista de Santa Bárbara, en la costa de California, informa de la necesidad de facilitar domiciliaciones en los diversos “campings” y ha logrado de las autoridades municipales la habilitación de 12 aparcamientos vigilados para albergar a los nuevos “sin hogar”. En otras ciudades californianas, los afectados están haciendo caso omiso de las ordenanzas que prohíben pernoctar en la calle…

Los llamados “bancos de comida” (food banks), en los que se venían repartiendo habitualmente raciones diarias a cerca de treinta millones de personas “pobres”, en todo el país, están empezando a verse desbordados ahora en California.

Uno no puede menos que cuestionar la autenticidad y la calidad de la beatífica imagen, acompañante del libre mercado, que los muy religiosos líderes políticos norteamericanos han venido publicitando como “American way of life”, pidiendo continuamente la bendición de Dios. Resulta que lo que algunos llaman irónicamente “turbo-capitalismo” no es otra cosa que la libre supremacía del capital financiero sobre cualquier aspecto de la vida social y personal de las gentes. Que se lo pregunten, si no, a los 400 más archimillonarios de aquel gran país….y de otros.

Tenido por muchos como pionero de las democracias surgidas en el siglo XVIII, Estados Unidos se aferra a aquel tiempo respecto a no pocos temas. Tardaron casi cien años en abolir la esclavitud y van camino de tardar el doble para poner en práctica postulados sociales que hagan posibles aspectos de la libertad que nos parecen inaplazables en el siglo XXI.

Amando Hurtado es licenciado en Derecho y escritor

Joaquin Estefanía: «Socialismo para ricos»

 

La impaciencia por saber si sería aprobado y conocer la letra pequeña del plan de rescate financiero de la Administración Bush, ha impedido detenerse con la atención debida en la quiebra de la principal caja de ahorros de EE UU, Washington Mutual (WaMu). Esa quiebra -la mayor de una entidad financiera en la historia americana- supone otro salto cualitativo en la naturaleza de la crisis. ¿Por qué? Porque esta vez ya no se trata de una institución mayorista, como por ejemplo Lehman Brothers, sino que su caída tiene consecuencias sobre los ahorros de decenas, o acaso, centenares de miles de ciudadanos: Main Street, no Wall Street.

 

Estados Unidos

A FONDO

Capital:
Washington.
Gobierno:
República Federal.
Población:
290.000.000 (2004)

<!–

Enlace Ver cobertura completa

–>

La noticia en otros webs

WaMu no es un caso más de bancos que desconfían de bancos en el interbancario, sino de ciudadanos afectados en su confianza hacia el funcionamiento del sistema financiero minorista (como el británico Northerm Rock, que hubo de ser nacionalizado). Desde el principio de la semana pasada, casi 18.000 millones de dólares fueron retirados de las oficinas de WaMu, generando una espiral de pánico. La intervención de la Administración Bush facilitando la compra de WaMu por JP Morgan Chase -evitando cualquier tipo de subasta a la que hubieran podido acceder otros bancos, porque no había tiempo para la misma- ha logrado detener por el momento ese pánico de las ventanillas.

Que la crisis financiera ha traspasado directamente, por primera vez de modo tan nítido, el ámbito de la aristocracia bancaria y ha llegado al conjunto de los ciudadanos, lo demuestran las primeras reacciones en la calle contra el plan de rescate de Bush. En las manifestaciones a las puertas de la Bolsa de Nueva York se ha calificado a esta solución de ayuda al sector financiero como «socialismo para los ricos, liberalismo para los demás», tan familiar a los neoliberales, como enseña la historia, en todas las mutaciones de idéntica índole. Los ciudadanos se encuentran inmersos en el clásico dilema del prisionero de la teoría de juegos (William Poundstone, editorial Alianza, 1992), un modelo de conflictos muy frecuente en la sociedad: cada jugador, de modo independiente, trata de aumentar al máximo su ventaja sin importarle el resultado del otro jugador, y sin embargo ambos jugadores obtendrían un resultado mejor si colaborasen; desafortunadamente para los prisioneros, cada jugador está incentivado por sus propios intereses (en este caso económicos) para defraudar al otro, incluso tras prometerle colaborar. Los ciudadanos se han encontrado en el dilema de apoyar la intervención o la barbarie. Por hacer unas comparaciones cercanas: si el rescate se elevase finalmente hasta un monto total de 700.000 millones de dólares, equivaldrá a vez y medio el coste de la guerra de Irak (sin tener en cuenta los gastos colaterales de la última, estudiados por Stiglitz); la ayuda a África, comprometida en la ONU pero no desembolsada por las potencias donantes, será tan sólo una décima parte del monto de esas ayudas al mundo de las finanzas.

Sorprende por ello el endoso de oficio de las mismas que hizo el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, en Nueva York, alegando que se trata de una «circunstancia excepcional» y que su objetivo es «romper la dinámica de restricción de crédito». Entonces, ¿por qué se ha negado a instrumentar aquí algo similar? Ya sabemos que las particularidades son otras, pero la restricción de crédito a las empresas es real. No hay que más que hablar con los titulares de las últimas, que consideran que el estrangulamiento del crédito es la dificultad central de nuestra coyuntura.

Pendientes de conocer las tripas de los Presupuestos Generales del Estado -de los que se han avanzado las líneas maestras- se pueden reproducir los versos que en 1959 escribió Jaime Gil de Biedma a su amigo Juan Marsé (Noche triste de octubre), que parecen elaborados para hoy mismo: «Definitivamente / parece confirmarse que este invierno / que viene, será duro. / Adelantaron / las lluvias, y el Gobierno / reunido en consejo de ministros, / no se sabe si estudia a estas horas / el subsidio de paro / o el derecho al despido, / o si sencillamente, aislado en un océano, / se limita esperar que la tormenta pase / y llegue el día, el día en que, por fin/ las cosas dejen de venir mal dadas» (por la transcripción, Rodolfo Serrano, periodista y poeta).

Estados Unidos nos hunde: La interminable crisis financiera del neocapitalismo imperial.

ARTÍCULOS DE OPINIÓN

  • 38x38 Amando Hurtado
  • AMANDO HURTADO

    09/09/2008

 

Fannie, Freddie y sus hipotecas

Por primera vez, desde la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado, el gobierno norteamericano ha decidido una nacionalización de empresas: Fannie Mae y Freddie Mac, las dos imponentes organizaciones empresariales por cuyas manos viene pasando más del 50% del mercado hipotecario estadounidense.

<!–

El anuncio lo efectuó el Secretario del Tesoro, Henry Paulson, teniendo en cuenta el impacto positivo que la noticia iba a tener en las bolsas mundiales este lunes. Y ha así ha sido, tanto en las norteamericanas como en las europeas y las asiáticas: “Fannie Mae y Freddie Mac juegan un papel tan importante en nuestro tejido financiero que el fallo de cualquiera de las dos crearía un torbellino, tanto aquí como en el resto del mundo”.

Naturalmente, la nacionalización de las pérdidas acumuladas por las dos firmas está siendo presentada por los dos grandes partidos políticos y por un gran sector de sus medios informativos como parte de un plan de ayuda a los dueños de viviendas hipotecadas, aunque la medida no detendrá la caída de los precios de esas viviendas, en opinión de los analistas.

El presidente de la inmobiliaria Prudential California Realty, Richard Cosner, declaraba este fin de semana a la Associated Press que “con la adopción de las dos empresas se logrará una estabilidad que no hemos tenido durante los dos últimos años, pero, francamente, no ayudará a los titulares de hipotecas a refinanciarlas”.

La inversión estatal de “rescate” será de doscientos a trescientos mil millones de dólares y van a ser los contribuyentes estadounidenses y los pequeños accionistas-ahorradores quienes asuman realmente esas pérdidas, como ocurre siempre en estos casos y no podría ser de otra forma en la sede mundial del neoconservadurismo. Según lo anunciado, el gobierno norteamericano podrá comprar las acciones existentes a su valor nominal, que es inferior a un dólar (0,60€). La pequeña banca, detentadora de parte de esas acciones, también va a pasar por serias dificultades.

La economía norteamericana actual es muy dependiente de las inversiones extranjeras, principalmente asiáticas. Según el economista puntero chino, Yu Yongding, ex-consejero del Banco Central de China : “si los Estados Unidos no remedian la caída de Fannie y Freddie, y los inversores extrajeros no son adecuadamente compensados, las consecuencias serán catastróficas. Podrían provocar el fin del actual sistema financiero internacional”.

El Secretaio del Tesoro creyó necesario detallar la envergadura del tema, tanto al presidente Bush como a los dos candidatos a la presidencia. Éstos se han manifestado de acuerdo con la medida adoptada, aunque ambos han criticado duramente al gobierno Bush por la mala gestión realizada durante los últimos meses, cuando los auditores pusieron de relieve que las dos empresas ahora “rescatadas” habían mentido acerca de su capital de covertura disponible. Ya en 2003, tanto Fannie Mae como Freddie Mac fueron multadas por haberse hallado falsificaciones multimillonarias en sus respectivas contabilidades, sin que ello diera lugar a investigación criminal alguna.

Una vez más, nada nuevo bajo el sol…

Amando Hurtado es escritor y licenciado en Derecho

Estados Unidos y la crisis económica: ¿Relación causa-efecto?

POLÍTICA

 

 

 

El Nobel de Economía, Stiglitz, encuentra en las políticas de Bush el origen

¿Son los neocon americanos los causantes de la crisis económica mundial?

VENTURA HABA

Don Mariano, farruco y campanudo, se dirige a Rodríguez Zapatero para que “explique el origen de la crisis”. Reclama muy legítimamente razones y argumentos sobre cómo salir del bache, pero sorprende esta insistencia en conocer del origen del frenazo económico cuyos síntomas son cada vez más preocupantes.

<!–

El origen parece claro. Tiene mucho que ver, si no todo, con la nefasta política practicada en los últimos años por EE.UU bajo la dirección de George W. Bush, el tipo en cuyo rancho tejano Aznar ponía los pies sobre la mesas, antes de que nuestro mostachudo nos situase en el mapa de la historia retratándose en la foto de las Azores.

De aquellos polvos…
Pues aquellos polvos trajeron estos lodos. Lo ha descrito con todo lujo de detalles el Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz en “The three trillion dólar war”. En este libro Stiglitz, en colaboración con Linda Bilmes, de la Universidad de Harvard, explican cómo una combinación de irresponsabilidad, fanatismo, ignorancia e insultante ausencia de estrategia, llevaron a Bush a embarcarse en la guerra de Irak. Un conflicto que, además de inmoral, ilegal e ilegítimo, ha destartalado las finanzas norteamericanas y tiene una más que directa relación con los acontecimientos que han llevado al mundo desarrollado a la recesión económica.

La factura neocon
Los costes de la guerra, la demanda de recursos para financiarla, el petróleo que lejos de bajar su precio se ha disparado, la inestabilidad planetaria provocada por una campaña antiterrorista errónea y desenfocada y la dejadez, junto a la incompetencia de los reguladores, para fiscalizar el sistema bancario norteamericano entregado a la enloquecida carrera de las sub prime, están en el origen de la crisis por el que pide explicaciones Rajoy. ¿A qué espera ZP para refrescarle la memoria a D. Mariano? Los fanáticos neocons nos han llevado al borde del precipicio.

Los arquitectos de la crisis financiera (I): desinformación y ¡balones fuera!

 POLÍTICA

 

¿Cuál es la mano que mece la cuna de los archinombrados «mercados»?

JUAN TORRES LÓPEZ/ALTERECONOMÍA

La gente normal y corriente suele tener una idea bastante difusa de las cuestiones económicas. Como los grandes medios de comunicación las presentan de forma oscura e incomprensible, la mayoría de las personas piensa que se trata de asuntos muy complejos que solo entienden y pueden resolver los técnicos muy cualificados que trabajan en los gobiernos o en los grandes bancos y empresas. Y siendo así, es también normal que se desentiendan de ellos, como cualquiera de nosotros se desentiende de lo que hace el médico, el fontanero o el mecánico cuando hablan en su jerga incomprensible o utilizan instrumentos, que nosotros ni conocemos ni sabemos utilizar, para curarnos o arreglarnos las tuberías o nuestro automóvil.

<!–

También contribuye a ello el que no se proporcione a los ciudadanos información relevante sobre lo que sucede en relación con las cuestiones económicas. Todos oímos en los noticieros de cada día, por ejemplo, cómo evoluciona la bolsa, las variaciones que se producen en el índice Nikei o los puntos de subida o bajada de unas cuantas cotizaciones pero casi nadie los sabe interpretar ni nadie explica de verdad lo que hay detrás de ellos.

Saturar, saturar y saturar…
Gracias a eso, los que controlan los medios de comunicación (propiedad a su vez de los grandes bancos y corporaciones) hacen creer que informan cuando lo que hacen en realidad es lo peor que se puede hacer para lograr que alguien esté de verdad informado: suministrar un aluvión indiscriminado de datos sin medios efectivos para asimilarlos, interpretarlos y situarlos en su efectivo contexto.

El mismo punto de vista
Nos ofrecen sesudas e incomprensibles declaraciones de los ministros y presidentes de bancos pero no proporcionan criterios alternativos de análisis y, por supuesto, presentan siempre el mismo lado de las cuestiones, como si los asuntos económicos solo tuvieran la lectura que hacen de ellos los dirigentes políticos, los empresarios y financieros más poderosos o los académicos que cobran de ellos para repetir como papagayos lo que en cada momento les interesa.

Lo que está ocurriendo en relación con la actual crisis es buena prueba de ello.

¿Quiénes son los causantes?
Sobre la crisis actual se están callando en particular un asunto especialmente grave y de gran interés para los ciudadanos: sus causantes y responsables directos e indirectos.

El «mercado»…
Para engañar a la gente suelen hablar «de los mercados». Como si los mercados pensaran, tuvieran alma y preferencias, decidieran o resolvieran por sí mismos. Para que estos existan, es necesario que haya normas. Y esas normas no las establecen para sí mismos los mercados sino los poderes públicos a través del derecho.

… se rige por normas
Las normas jurídicas son las que permiten que en los mercados se pueda llevar a cabo un comportamiento u otro, las que favorecen que existan o no privilegios en las transacciones, las que dan poder a unos agentes en detrimento de otros.

… que alguien dicta
Como las normas las hacen las personas y las instituciones, resulta que lo que suceda en los mercados es, en última instancia, el resultado de lo que decidamos las personas a través de las instituciones que utilizamos para imponer las normas (aunque es bien sabido que no todas las personas tienen la misma capacidad para decidir a la hora de establecerlas).

Y eso es igualmente aplicable a lo que ha ocurrido en los mercados que han provocado la actual crisis.

*(La segunda parte del análisis versará sobre la «desregulación» financiera, sus productos de más riesgo y sus consecuencias, así como el papel de las últimas políticas norteamericanas en el sector).

Juan Torres López es Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Málaga y editor de Altereconomía: otra forma de entender la economía

www.altereconomia.org

“El caos económico actual, en parte relacionado con la invasión de Irak”, sostiene Stiglitz, Nobel de Economía 2001

POLÍTICA

 

La borrachera de Wall Street y la guerra de Bush…y de Aznar

La crisis económica es consecuencia de una borrachera de Wall Street, según dijera el otro día en tono jocoso el presidente de EEUU, Geoge W. Bush. “Ahora, Wall Street –puntualizó- está de resaca”. Parece la reflexión de Bush una broma de mal gusto, pero en cambio probablemente estemos ante una de las pocas veces que el actual inquilino de la Casa Blanca no ha dicho una sandez, aunque se ignora si la dijo deliberadamente o no. ¿Cabe calificar su observación de lúcida, sin que ello sirva de precedente?

<!–

Esa borrachera simboliza con cierta exactitud los excesos del vigente sistema económico, basado en el denominado libre mercado, al que los gurús de turno han consagrado situándolo por encima del bien y del mal. O sea, como si el mercado, sinónimo del capitalismo, fuera la Divina Providencia que –para el catolicismo fundamentalista- regula las vidas de los humanos. Pero en el caso de Bush no debe olvidarse que hace cinco años, y con el apoyo entusiasta de Tony Blair y de José María Aznar, puso en marcha una maquinaria bélica para invadir militarmente Irak. Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía el año 2001, y la profesora de la Universidad de Harvard Linda Bilmes han valorado los gastos de esa terrible aventura del imperialismo norteamericano.

Libro escandaloso
Hace poco, Stiglitz y Bilmes publicaron un libro escandaloso, no por sus errores, sino precisamente por sus aciertos. El libro se titula La guerra de los tres billones de dólares. Aquellos polvos trajeron estos lodos. En sus páginas los autores son rotundos: “Calculamos por lo bajo –afirman- el costo económico de la guerra para los Estados Unidos en tres billones de dólares y para el mundo otros tres billones de dólares…muy superiores a los calculados aproximadamente por el Gobierno de Bush antes de la guerra. El equipo de Bush no sólo engañó al mundo sobre los posibles costos de la guerra, sino que, además, ha intentado enturbiar los costos, mientras ésta seguía”.

Seguridad Social
Estamos en plena crisis económica a escala internacional, originada en EEUU y con Bush todavía de presidente. Repasemos otros datos significativos que aportan Stigiltz y Bilmes: “Por una sexta parte del costo de la guerra los Estados Unidos podrían dotarse de una base económica sólida para su sistema de seguridad social durante más de medio siglo, sin reducir las prestaciones ni aumentar las contribuciones”.

Rebaja de impuestos a los ricos
“Además –añaden-, el Gobierno de Bush redujo los impuestos a los ricos al tiempo que se lanzaba a la guerra, pese a tener un déficit presupuestario. A consecuencia de ello, ha tenido que recurrir a un exceso de gasto público –gran parte de él financiado desde el extranjero- para sufragar la guerra. Se trata de la primera guerra de la historia americana que no ha exigido ningún sacrificio a los ciudadanos mediante un aumento de los impuestos: al contrario se va a legar todo el costo a las generaciones futuras”.

El petróleo

¿Ha comenzado, desde hace más o menos un año, el legado de la guerra de Bush –en sus aspectos sobre todo económicos- a pasarnos factura? “El caos económico del presente –se puede leer en el libro mencionado- está relacionado en buena medida con la guerra de Irak”. Aunque nos prometieran entonces petróleo a precio muy accesible, si el régimen de Sadam Hussein caía derrotado, como así fue, lo cierto es que aquella maldita guerra es la causante de que el petróleo haya disparado actualmente sus precios a niveles estruendosos.

Los dedos de una mano
Regresemos a España. No sólo Aznar apoyó la guerra de Bush. A su lado, y salvo muy raras excepciones –que se podrían contar con los dedos de una mano-, estuvieron los ministros del Gobierno popular, los altos cargos del partido y cargos públicos en general. Algunos, como Rodrigo Rato, manifestaron su desacuerdo con la guerra, pero con la boca tan pequeña que nadie se enteró en los momentos decisivos de hace cinco años. Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid y centrista reconocido, cerró filas con Aznar.

Lamentable
Los que hoy son oficialmente centristas, con Mariano Rajoy al frente, no se opusieron jamás a una guerra tan inmoral y tan injusta. Y los otros, por supuesto, aplaudían con fervor en los debates del Congreso de los Diputados y en los escasos programas de debate televisivo que había. Rajoy anda indignado ahora con Zapatero por la crisis. De nuevo se equivoca. Confunde a Zapatero con Bush y -al respecto de la crisis- ni se atreve a mentar a Aznar. Lamentable.

Enric Sopena es director de El Plural

–>

 

Esa borrachera simboliza con cierta exactitud los excesos del vigente sistema económico, basado en el denominado libre mercado, al que los gurús de turno han consagrado situándolo por encima del bien y del mal. O sea, como si el mercado, sinónimo del capitalismo, fuera la Divina Providencia que –para el catolicismo fundamentalista- regula las vidas de los humanos. Pero en el caso de Bush no debe olvidarse que hace cinco años, y con el apoyo entusiasta de Tony Blair y de José María Aznar, puso en marcha una maquinaria bélica para invadir militarmente Irak. Joseph E. Stiglitz, Premio Nobel de Economía el año 2001, y la profesora de la Universidad de Harvard Linda Bilmes han valorado los gastos de esa terrible aventura del imperialismo norteamericano.

Libro escandaloso
Hace poco, Stiglitz y Bilmes publicaron un libro escandaloso, no por sus errores, sino precisamente por sus aciertos. El libro se titula La guerra de los tres billones de dólares. Aquellos polvos trajeron estos lodos. En sus páginas los autores son rotundos: “Calculamos por lo bajo –afirman- el costo económico de la guerra para los Estados Unidos en tres billones de dólares y para el mundo otros tres billones de dólares…muy superiores a los calculados aproximadamente por el Gobierno de Bush antes de la guerra. El equipo de Bush no sólo engañó al mundo sobre los posibles costos de la guerra, sino que, además, ha intentado enturbiar los costos, mientras ésta seguía”.

Seguridad Social
Estamos en plena crisis económica a escala internacional, originada en EEUU y con Bush todavía de presidente. Repasemos otros datos significativos que aportan Stigiltz y Bilmes: “Por una sexta parte del costo de la guerra los Estados Unidos podrían dotarse de una base económica sólida para su sistema de seguridad social durante más de medio siglo, sin reducir las prestaciones ni aumentar las contribuciones”.

Rebaja de impuestos a los ricos
“Además –añaden-, el Gobierno de Bush redujo los impuestos a los ricos al tiempo que se lanzaba a la guerra, pese a tener un déficit presupuestario. A consecuencia de ello, ha tenido que recurrir a un exceso de gasto público –gran parte de él financiado desde el extranjero- para sufragar la guerra. Se trata de la primera guerra de la historia americana que no ha exigido ningún sacrificio a los ciudadanos mediante un aumento de los impuestos: al contrario se va a legar todo el costo a las generaciones futuras”.

El petróleo

¿Ha comenzado, desde hace más o menos un año, el legado de la guerra de Bush –en sus aspectos sobre todo económicos- a pasarnos factura? “El caos económico del presente –se puede leer en el libro mencionado- está relacionado en buena medida con la guerra de Irak”. Aunque nos prometieran entonces petróleo a precio muy accesible, si el régimen de Sadam Hussein caía derrotado, como así fue, lo cierto es que aquella maldita guerra es la causante de que el petróleo haya disparado actualmente sus precios a niveles estruendosos.

Los dedos de una mano
Regresemos a España. No sólo Aznar apoyó la guerra de Bush. A su lado, y salvo muy raras excepciones –que se podrían contar con los dedos de una mano-, estuvieron los ministros del Gobierno popular, los altos cargos del partido y cargos públicos en general. Algunos, como Rodrigo Rato, manifestaron su desacuerdo con la guerra, pero con la boca tan pequeña que nadie se enteró en los momentos decisivos de hace cinco años. Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid y centrista reconocido, cerró filas con Aznar.

Lamentable
Los que hoy son oficialmente centristas, con Mariano Rajoy al frente, no se opusieron jamás a una guerra tan inmoral y tan injusta. Y los otros, por supuesto, aplaudían con fervor en los debates del Congreso de los Diputados y en los escasos programas de debate televisivo que había. Rajoy anda indignado ahora con Zapatero por la crisis. De nuevo se equivoca. Confunde a Zapatero con Bush y -al respecto de la crisis- ni se atreve a mentar a Aznar. Lamentable.

Enric Sopena es director de El Plural

 

El FMI anuncia que España crecerá por encima de las mayores economías

 ECONOMÍA

 

EEUU, Japón, Francia e Italia disminuirán sus datos por debajo de los españoles

ELPLURAL.COM

A nadie se le escapa que la economía española no es la que era. Sin embargo, parece ser que la situación responde más a una coyuntura externa que a una supuesta ineptitud del Gobierno. Las continuas acusaciones desde la oposición de que Zapatero no ha hecho los “deberes”, mientras que sus homólogos en otros países sí se han preparado, ya tienen respuesta, y ni más ni menos que del Fondo Monetario Internacional, que ha desvelado que este año España crecerá más que Francia e Italia, y de igual manera que Reino Unido.

<!–

Según la revisión de datos de crecimiento mundial del FMI, publicados ayer, España verá aumentada su economía en un 1’8%. Este dato es superior al de la Zona Euro, que estará una décima por debajo del español, y supera de largo al dato de EEUU, que será de 1’3% y al de Japón, previsto en un 1’5%. Cabe recordar que ambos países se encuentran integrados en el elitista G8.

Crecimiento superior
Dirigiendo la mirada hacia Europa, el avance de España es superior al de sus vecinos. Por ejemplo, la previsión para Francia es del 1’6%. Sin embargo, donde más se aprecia la superioridad española es frente a la Italia de Berlusconi, que tan sólo alcanzará el paupérrimo resultado de 0’5% de crecimiento. Frente al Reino Unido, España alcanza un nada despreciable empate en crecimiento.

Caída en general en 2009
Con vistas al próximo año, la economía mundial se resentirá bastante. España bajará su crecimiento al 1’2%, colocándose al nivel de la Zona Euro. Sin embargo, la situación seguirá siendo más optimista que en muchos países. EEUU, por ejemplo, disminuirá su crecimiento hasta el 0’8%. Y en Europa, el crecimiento de Alemania también será inferior al español, con un 1%, mientras que Italia continuará estancada en su 0’5%.

La inflación internacional
Los datos del FMI también revelan que la inflación no es una preocupación exclusivamente española. En EEUU, la inflación en junio se elevó hasta el 5%, el peor dato en 26 años. En Reino Unido, el porcentaje actual de subida de precios es de 3’8%, el más alto desde 1997, y se prevé que alcance el 5% a finales del año.