527.541 clics en esta bitácora que hoy cumple dos años.

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Con esta obra de Adami quiero celebrar hoy, doce meses despues del 25 de diciembre de 2006, el comienzo de este blo abierto a los valores republicanos y de la ciudadanía. Un espacio abierto a la convivencia que pretende informar y documentar las lineas para construir ujh n uevo paradigma de la organización social y económica y de la convivencia.

He tomado la obra de Adami para establecer la dimensión intima de un cambio en el comportamiento de los ciudadanos en los últimos 20 años; de la intolerancia ignorante al individualismo insoportable. Os explicaré otro día el intrimgulis de aquello que significa haber vivido y continuar viviendo en primera persona los cosas de la vida propia y colectiva des la esquina de la izquierda.

Ahora me esperan los mios para poner la mesa de Navidad y compartir unas horas de alegria realmente libre. Felicidades a todos, ahora y siempre.

Vicent Vercher Garrigos

25 de diciembre de 2008.

La familia de Uría, acribillado por ETA, propaga solidaridad con todas las víctimas y elude el rencor y el odio

 POLÍTICA

La felicitación navideña más hermosa, la más encomiable

La más hermosa de todas las felicitaciones navideñas –la más encomiable- ha sido la de la familia de Inaxio Uria, ese empresario próximo al PNV, que fue asesinado por ETA el pasado 3 de diciembre en la localidad de Azpeitia (Guipúzcoa). Desde el profundo dolor por el padre que murió acribillado mediante los disparos de unos criminales -que no son más que pistoleros del hampa, aunque se disfracen de patriotas vascos-, los más allegados a Uria han enviado un mensaje de solidaridad a todas las víctimas del terrorismo etarra, “estén donde estén y vivan donde vivan”.

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Los allegados a Uria no arremeten contra nadie ni contra ningún Gobierno. Se limitan únicamente a desenmascarar a los malvados que se escudan en sus ensoñaciones independentistas para ejercer de verdugos. O de matarifes sin conciencia ni escrúpulos. La mujer y los cinco hijos de este empresario de Azpeitia, así como otros familiares y amigos, no señalan con el dedo acusador a nadie, a diferencia por cierto, de algunos personajes [bien conocidos por haber cultivado su notoriedad en el ámbito de las víctimas] que -siendo como es hoy día de amor y de paz- prefiero no nombrar por su nombre.

El nacimiento de Cristo
La familia Uria hizo público su compromiso de solidaridad con todas las víctimas de ETA, horas antes de que la mayoría de los ciudadanos de este país nos dispusiéramos a conmemorar -con mayor o menor fervor, o sin fervor alguno- el nacimiento de Jesús de Nazaret. Más allá de las creencias de unos y otros, hemos de convenir que Cristo también fue víctima -treinta y tres años más tarde- de lo que, en términos modernos, podría describirse como terrorismo de Estado.

Ejecución injusta
El aparato represor del Imperio romano, por una parte, y el de las autoridades hebreas, por el otro, consumaron una ejecución injusta. El poder religioso de la época y el poder más o menos civil de entonces no soportaron que Cristo les plantara cara abiertamente, predicando doctrinas contrarias a las vigentes, que eran paradigma de hipocresía, o propagando la abolición de teorías como la del ojo por ojo y diente por diente. Cristo -fuera sólo un profeta o fuera además hijo de Dios- actuaba contra el poder establecido sin miedo. Pero sin violencia alguna. Naturalmente, de haber existido -hace más de dos mil años- una banda como ETA, sus matones habrían atentado contra Cristo y lo habrían crucificado ellos. ETA odia a los pacíficos o a los pacifistas. Cristo lo fue hasta derramar su última gota de sangre.

La sociedad enferma
Dicen algunos colegas que la sociedad vasca está enferma. No es verdad. Ha sufrido y sigue sufriendo una lacra perversa cuyos orígenes son bastante más complejos de lo que ciertos gurús sostienen. Sin embargo, esa lacra, esa enfermedad, no se combate culpabilizando a los enfermos y fabricando extrañas conspiraciones, a menudo demenciales. Se combate como ha hecho exactamente la familia Uría. O como hacen centenares de miles de vascos. ETA y sus otras terminales son asesinos y punto. Pudieron –según subraya con su clarividencia acostumbrada el ministro Rubalcaba- acabar aprovechando el proceso de paz, como hizo el IRA. Pero al paso que van acabarán como el GRAPO.

Muchísimas gracias
Y, mientras tanto, muchas, muchísimas gracias a la familia Uria. Su mensaje es tan sencillo como conmovedor. Es una felicitación de Navidad, magnífica. Porque la solidaridad sí puntúa en el marcador de la convivencia democrática. El rencor y el odio, no.

Enric Sopena es director de El Plural.

La Navidad no es igual para todos; en el origen, nuestra complacencia con la injusticia.

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Como cada noche de 24 de diciembre, Santa Claus tiene un difícil reto: visitar con su trineo y renos las casas de miles de niños de todo el mundo. Los más pequeños se acostarán nerviosos y a primera hora de la mañana despertarán a sus padres para ver qué les ha traído Papa Noel. Estos niños de La Paz (Bolivia) tuvieron que esperar durante horas en una cola para poder recibir un juguete con el que recuperar por un día su infancia.