EL PALACIO DE LA ÓPERA, LAS INSTALACIONES DE LA COPA DEL AMÉRICA, EN VALENCIA HACEN AGUA TODOS LOS EDIFIVIOS QUE NOS HAN COSTADO MILES DE MILLONES DE €…Y LOS SERVIVIOS PÚBLICOS BAJO CERO.

Veles e Vents también hace agua

Los problemas de humedad invaden las terrazas del edificio de invitados

MIQUEL ALBEROLA – Valencia – 29/10/2007

 

Los edificios emblemáticos de Valencia no superan la prueba del agua. Si el Palau de les Arts ha tenido que suspender su programación por las consecuencias de las inundaciones que ha sufrido por las tormentas del 21 de septiembre y del 11 de octubre, el edificio de invitados de la Copa del América no está para menos. Los albañiles están procediendo desde hace algunos días al desmontaje del suelo de las terrazas porque con las lluvias el agua se encharca y filtra hacia las plantas inferiores. El aparcamiento también ha resultado inundado.

 

 

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ACM deriva toda la responsabilidad de los desperfectos hacia el Consoricio

La gestión del edificio corría a cargo de America’s Cup Management (ACM) hasta el pasado 30 de septiembre, sin embargo, ante la situación de paréntesis abierta tras el inicio del proceso judicial entre el Oracle y la empresa que gestiona los derechos de la Copa, las responsabilidades se difuminan, puesto que el Consorcio Valencia 2008 no ha llegado a constituirse y el de 2007 ya no existe. Fuentes de ACM derivaron ayer toda responsabilidad hacia el Consorcio, al que «hace tiempo» se le está pidiendo que arregle los «numerosos desperfectos». «La explotación es de ACM, pero las infraestructuras siguen siendo del Consorcio», explicaron. Este periódico trató ayer, sin éxito, de contactar con representantes del Consorcio, que está integrado por el Ayuntamiento de Valencia, el Gobierno y la Generalitat.

No es la primera vez que el Foredek de la Copa del América, que en septiembre de 2006 fue distinguido con el prestigioso premio de arquitectura LEAF Awards, tiene problemas debido a la celeridad con la que fue levantado. Su propio arquitecto, el británico David Chipperfield, llegó a declarar que la calidad de la construcción era «una porquería». Algunos de los acabados se deterioraron a los días de su inauguración y tuvieron que ser restaurados o reemplazados.

EL GOBIERNO DE ESPAÑA PREPARA UN PLAN PARA INVERTIR LA DESTRUCCIÓN DEL LITORAL ESPAÑOL.

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El Gobierno prepara un plan para invertir la destrucción del litoral español

20MINUTOS.ES. 29.10.2007 – 20:18h

  • Ha elaborado una Estrategia para la Sostenibilidad de la Costa (PDF).
  • El miércoles buscará el consenso de las comunidades Autónomas.
  • Frenar la urbanización y derribar construcciones, dos pilares.
  • Inicialmente, para el Mediterráneo, el Atlántico andaluz y Canarias.

Contra la verdad inconstestable de la urbanización generalizada del litoral español, el Gobierno propone revertir radicalmente el proceso: recuperar la costa donde ya se ha construido.

Desde Ayamonte a Figueres, la franja marítima española muestra cientos de ejemplos del destrozo producido por la construcción masiva que comenzó con los planes de desarrollo turístico en los 60 y que no ha dejado de crecer con el boom inmobiliario de las últimas dos décadas.

La dispersión de competencias entre las instituciones locales, autonómicas y centrales obliga a un pacto para hacer frente a esta situación. El Ministerio de Medio Ambiente planteará este miércoles a las Comunidades Autónomas su ambicioso plan, que no sólo quiere frenar la expansión del hormigón sino incluso demoler parte de lo construido en las costas españolas.

5.000 millones de euros para la costa

La Estrategia para la Sostenibilidad de la Costa (PDF) es el documento de análisis que sirve de partida para esta iniciativa y que precisa de un amplio consenso por parte de todos los agentes, según reconoce el Ministerio.

El 70% de espacios dunares y el 50% de playas necesitan actuaciones de recuperación

“En este primer diagnóstico se pone de manifiesto que el 70% de los espacios dunares, aproximadamente el 50% de nuestras playas y el 32% del resto del espacio costero requieren actuaciones para su recuperación”, apuntó Narbona en la presentación del proyecto.

Según cálculos del departamento de Medio Ambiente, las actuaciones necesarias para evitar el aumento de la ocupación en el litoral y para la restauración de la costa requerirán una inversión cercana a los 5.000 millones de euros, “que suponen menos del 3% de los ingresos que genera el sector turístico en la costa”, sostuvo la Ministra.

Dejar de construir y derribar

El documento base se fija cuatro grandes retos. El primero de ellos es «frenar la ocupación masiva de la franja costera«. La propuesta aspira a frenar el desarrollo urbano de la costa, que «mantiene ratios de crecimiento similares a los existentes hace 10 o 15 años».

Pero el segundo objetivo es aún más ambicioso: «Recuperar la funcionalidad física y natural del litoral«. Es decir: invertir los desmanes realizados. Derribar no sólo las construcciones ilegales, sino también aquellas que aún estando construidas antes de la aprobación en 1988 de la Ley de Costas están muy cerca de la línea de playa. Puertos, diques y espigones tampoco se libran.

El Gobierno no quiere recurrir a la expropiación, sino negociar con los propietarios

Es el mayor reto, sobre todo teniendo en cuenta que, según señala el diario El País, el Gobierno pretende negociar con los propietarios, en lugar de recurrir a la expropiación, para ganar territorio público protegido. Todo ello con el horizonte del año 2018 a la vista, fecha en la que caduca la concesión que la Ley de Costas daba a las construcciones que ya existían.

El Mediterráneo, Baleares, Canarias, Cádiz y Huelva son los primeros objetivos de esta medida. Pese a que, por ejemplo, en Cantabria haya una veintena de sentencias de demolición, Medio Ambiente considera que el Cantábrico no está tan urbanizado como para requerir actuaciones inmediatas.

Ante el cambio climático

Con estas y otras actuaciones también se intenta «paliar los efectos del cambio climático«, el tercer reto de la Estrategia, de especial incidencia en las zonas costeras por el aumento del nivel de las aguas.

El documento que tendrán sobre sus mesas las Autonomías el próximo miércoles concluye con un cuarto reto: «Cambiar el modelo de gestión de la costa«. Esta aspiración tan abstracta es en realidad un argumento dirigido a los organismos involucrados en esta cuestión: si no se alcanza un amplio consenso, dada la distribución de competencias, la costa seguirá siendo conquistada por el ladrillo y el hormigón. Hasta que se agote.

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