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TITULO EN CASTELLANO: ECONOMIA CANALLA.

 

Las altas finanzas globalizadas ha sido sacudido por otro escándalo. . Société Générale (SocGen), el segundo mayor banco francés, se encuentra en graves problemas debido a la naturaleza especulativa de transacciones al margen de la ley comerciante Jerónimo Kerviel.  Pero este fin de semana en Tokio, los ministros de finanzas y banqueros centrales del G7 discutirá otra cuestión.  Detrás de SocGen la colosal pérdida de 4,5 millones de euros ($ 7 millones), hay otra, mucho más grave que la crisis Kerviel asunto ha hecho posible que ocultar. 

 A mediados de enero, SocGen canceló 2 millones de euros de deudas incobrables vinculados a la crisis de América subprime. Esta pérdida fue fenomenal no declarada en los medios de comunicación, porque todas las miradas se centraron en el operador francés al margen de la ley.

Naturalmente, los financieros de la aldea global sabían lo que estaba sucediendo pero conservó la mamá.  Privada muchas personas juzgadas SocGen la estrategia brillante: la publicization de Kerviel las pérdidas de siempre y una cortina de humo.  Especialmente después de la conmoción de la del Reino Unido del Norte Rock, banqueros «peor pesadilla es compartir la humillante destino de los británicos hipotecaria.  Afectados por el huracán ‘subprime, en el norte de Rock fue literalmente asediado por sus clientes británicos.  Aunque salvado de la quiebra en el último momento por el gobierno británico, Rock del Norte aún está buscando un caballero blanco dispuesto a comprarlo y para inyectar el efectivo necesario para mantenerlo a flote. SocGen, por el contrario, no ha tenido problemas en el empleo de Merrill Lynch para ayudar a recuperar las pérdidas de Kerviel. En las finanzas, las apariencias cuentan más que hechos y SocGen sabía que su mala gestión comercial de la planta era una crisis a la mejor publicidad que teniendo un gran éxito de la subprime mundial meltdown. fusión.

Esta consideración estratégica nos ayuda a entender la «irracional» el comportamiento de SocGen en las últimas semanas: la repentina denuncia del comerciante al margen de la ley en medio de la caída del mundo las bolsas de valores, lo que condujo a la maximización de las pérdidas para el banco.  Sólo dos semanas antes Kerviel la cartera ha mostrado un beneficio de 1,5 millones de euros.  Ahora que sabemos que el joven comerciante fue utilizado como una cortina de humo, podemos deshacer otro misterio: ¿por qué el complejo sistema de controles que permite al banco para verificar el volumen total de transacciones en una base diaria no detectar la irregular Kerviel transacciones?  La respuesta es sencilla.  Todos los comerciantes tomar riesgos excesivos – que regularmente apuesta mucho más de lo que se les permite.  Este es el común «poco ortodoxo» el comportamiento de las finanzas modernas.  Las normas y los controles son sistemáticamente ignorados.  Esto explica por qué el pasado mes de noviembre SocGen hecho caso omiso de la recomendación de Eurex, uno de los más importantes intercambios de derivados, para comprobar en Kerviel del comercio.  Hace apenas unos días, el Comisionado de la Unión Europea para el comercio, Charlie McCreevy, condenado públicamente ese tipo de comportamiento.

La crisis de los préstamos subprime se está propagando a Europa, porque los bancos europeos han suscrito a los dementes de América boom hipotecario.  Al mismo tiempo, la crisis está empezando a erosionar la ética del sistema bancario.  Los que administran nuestros ahorros renegociar las reglas del juego diario, ignorando el sistema de control.  El temor del efecto dominó (ya se sentía con la del Reino Unido del Norte Rock), en la que el fracaso de un banco con prontitud la quiebra de muchos otros – todos relacionados entre sí a través de préstamos subprime – justifica manipulaciones como la construcción de la Kerviel escándalo.

¿Cuántas personas son conscientes de esta realidad?  ¿Y cuántas tienen cierta responsabilidad? . En los bares y restaurantes de la ciudad de Londres la gente susurro que establece la responsabilidad mucho más allá de la junta de directores de SocGen. La crisis del mercado subprime es la imposición de un nuevo código de conducta sobre las altas finanzas, un conjunto de nuevas normas que ya nadie le gusta que estas reglas son que sustituye a la transparencia – una característica clave de la mundialización de las finanzas – con un laberinto de espejos y humo.  Todo el mundo se siente en peligro: «Hoy Kerviel fue la caída chico, mañana puede por otra persona, uno de nosotros,» los comerciantes dicen el uno al otro.

 El verdadero peligro, sin embargo, es que ocultar una crisis a otra, en lugar de proteger a las personas del ahorro, puede terminar pasándoles.  Para ocultar una pérdida de 2 millones de euros en el mercado subprime, SocGen terminó perdiendo otro 4,5 millones.  La sorprendente realidad de que el G7 financieros mavens tendrá que enfrentar este fin de semana no es el descubrimiento de otro comerciante al margen de la ley pero la llegada al poder de las finanzas al margen de la ley.

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EL CONSUELO
de
GAVALDA, ANNA

EDITORIAL SEIX BARRAL, S.A.
Lengua: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788432228322
Nº Edición:1ª
Año de edición:2008
Plaza edición: BARCELONA
Tierna y llena de humor, la esperada nueva novela de Anna Gavalda es, en esencia, una gran historia de amor. Pero aquí el amor no es sólo la atracción entre dos personas, sino una gran respuesta a la pregunta de si la vida merece la pena. De nuevo, un milagro de equilibrio entre la tristeza y la alegría.
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«De la pobreza al poder, cómo pueden cambiar el mundo ciudadanos activos y estados eficaces», informe presentado por la ONG Oxfam Internacional.
PROLOGO DE AMARTYA SEN
AUTOR: DUNCAN GREEN
EDITADO POR: OXFAM INTERNACIONAL www.oxfam.org
ISBN 978-84-8452-441-0
Es posible un desarrollo endógeno, equilibrado, sostenible y global en un mundo todavía dominado por la pobreza extrema y por desigualdades inhumanas.
En el informe «De la pobreza al poder, cómo pueden cambiar el mundo ciudadanos activos y estados eficaces», presentado por la ONG Oxfam Internacional, se parte de un estudio de lo aprendido en más de cien países en los últimos diez años para una reflexión sobre el futuro del desarrollo.

Duncan Green, coordinador de investigaciones de la ONG, describe un mundo en el que hay recursos para todos, pero muy mal repartidos, hasta el punto de que los ingresos de las 500 personas más ricas del planeta son superiores a lo que perciben los 416 millones de personas más pobres. Esta injusticia marca las vidas de unos mil millones de personas que viven en la pobreza más absoluta y, en no pocos casos, llega a ser causa de su muerte.

Esta desigualdad inhumana determina que un niño no llegue a cumplir los cinco años de vida dependiendo no sólo del país en el que nace, sino del entorno en el que nace. Porque aún dentro de los países, las desigualdades son enormes y espantosas. La brecha se agranda cada día y condena a más personas a la pobreza, a la enfermedad y a una vida sin la mínima dignidad humana a la que tienen derecho.

Junto a los factores que afloran en los medios de comunicación están el aumento del precio del petróleo y de los alimentos hay que añadir el cambio climático, que provoca una inestabilidad que afecta a los más vulnerables. Pero los medios de comunicación también denuncian que más del 70% del aumento del precio de los carburantes es debido a la más desvergonzada e impune especulación financiera. Este dato no parece conmover a los gobiernos.

El crecimiento económico parece insuficiente para acabar con la pobreza por las enormes desigualdades que todavía persisten. El Informe vuelve a proponer la solución aportada por los movimientos de la sociedad civil que sostienen que otro mundo es posible, porque es necesario. Se trata de una redistribución profunda de poder, bienes y oportunidades con la garantía del acceso de toda la población a la educación, a la sanidad, al agua potable, a una maternidad responsable y a una buena alimentación.

El Informe de Oxfam Internacional subraya la importancia de dos condiciones para salir de la miseria: una ciudadanía activa y unos Estados eficaces. Tesis que refuta la idea de que el desarrollo de los países más pobres sólo depende de lo que hagan los países ricos. Es la aberrante teoría de que los países en vías de desarrollo están en un estadio hacia el desarrollo, cuando, en realidad, el subdesarrollo es un subproducto de un modelo de desarrollo injusto e inhumano.

A todo esto, en “¿Hay futuro en el Capitalismo?”, el sociólogo dominico Frei Betto afirma que la modernidad está en crisis ya que vivimos, no una época de cambios sino un cambio de época. Según datos de la FAO, dice, somos 6.500 millones de personas en el planeta, de las cuales la mitad vive por debajo de la línea de pobreza, y 854 millones sobreviven con hambre crónica. Nada indica que se vayan a cumplir, hasta el 2015, las Metas del Milenio de la ONU, entre las cuales está la erradicación de la miseria.

Hay quien afirma que el problema del hambre es causado por el exceso de bocas y él es partidario de la planificación familiar porque respeta la libertad de la pareja.
Ante la tesis de la carencia de alimentos argumenta que el mundo produce lo suficiente para alimentar 11 mil millones de bocas. Lo que hay es falta de justicia, excesiva concentración de la riqueza en pocas manos y, ahora, etanol para abastecer vehículos en vez de alimentos para alimentar personas.

Pero Frei Betto no puede ignorar que la explosión demográfica es un arma de destrucción masiva, como el hambre. La historia demuestra que, en todos los países en los que las mujeres tienen acceso a la educación y a puestos de trabajo iguales a los de los hombres, no existe peligro de explosión demográfica. Al contrario, en los países enriquecidos, industrializados y educados del Norte sociológico, el problema del incremento de sus envejecidas poblaciones ha desatado todas sus alarmas, aunque no se atrevan a reconocer que sólo con una inmigración adecuada podrán hacer frente a esa amenaza. No se atreven a reconocerlo porque viven obsesionados con un individualismo patológico.

De ahí que Frei Betto se pregunte si hay futuro para la humanidad dentro del paradigma capitalista. La respuesta está en la misma pregunta. Porque el nuevo paradigma consistía en caer en la cuenta de que no hay paradigma, pero sí exigencia de una justicia social fundamental para todos los seres.

José Carlos García Fajardo es Profesor Emérito de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y Director del CCS

fajardoccs@solidarios.org.es

 

Guliiermo Cabrera-Infante

A los suplementos literarios, y no sólo a los españoles, se les critica que «encuentran» una novela genial todas las semanas. Bueno, esta semana es verdad. La ninfa inconstante, de Guillermo Cabrera Infante, es una novela sencillamente genial. Es bella, es conmovedora, es profunda, es, voluntaria e inevitablemente, Literatura. Con mayúsculas.

La ninfa inconstante

Guillermo Cabrera Infante

Galaxia Gutenberg / Círculo

de Lectores. Barcelona, 2008

283 páginas. 21 euros

La noticia en otros webs

Era un libro muy esperado, que ahora ya está aquí. Cabrera Infante, que escribía las novelas despacio, pero que no tenía la superstición de quienes no hablan de sus proyectos, anunció La ninfa inconstante después de la todavía inédita Cuerpos divinos, y antes de la también inédita El mapa hecho por un espía. Las cinco -con Tres Tristes Tigres y La Habana para un infante difunto- cuentan en novela toda la experiencia cubana del escritor, que es la única experiencia que él consideró novelable. Su novela nunca dejó Cuba, pero toda ella fue escrita desde el recuerdo, desde el exilio. De hecho, las tres que conocemos ya, con las dos que faltan pero que aparecerán, constituyen una suerte de memorias, que estarían pegadas a su autobiografía si no levantaran el vuelo gracias a ese lenguaje prodigioso que hace que los libros vivan por sí mismos, más allá, y ahora literalmente, de la vida misma del escritor. Pero es que no se trata de la vida, que parodiando al propio Cain, en literatura siempre es «vida», sino de la memoria, que es la materia de la literatura, y el gran tema de esta ¿pentalogía?

La ninfa inconstante narra la aventura sentimental de un crítico de cine y una adolescente, recorriendo La Habana. Ella huye de su casa, él de su matrimonio. Ella, Estela, es una casi niña, huraña, arisca y de rara belleza. Obstinada, con una ferocidad erótica y un desapego sentimental suicida, que, unidos a un notable analfabetismo, contrastan con la pasión un poco incomprensible de él y, desde luego, con su lenguaje, cultísimo, lleno de referencias, de latines y de ingleses. Así que La ninfa… cuenta una historia disimétrica. En la edad, en los sentimientos, en la conversación, y precisamente la conversación es la que hace la novela: memoria de las palabras pronunciadas, por él, y nunca entendidas por ella; de los viajes de antro en antro, de los actos. Y actos quiere decir actos, pero el sexo, con ser el único motor de la historia narrada, no es lo más importante de la novela. Tiene una presencia fría, casi ajena: yo diría que es un pretexto (y literalmente lo es) para justificar ese largo soliloquio contado rigurosamente en primera persona. ¿Qué piensa Estela, Estelita? Eso se lo pregunta el narrador protagonista antes, durante y después de su relación amorosa, llamémosle así. Y que no nos lo cuente, sino sólo sus palabras anticlimáticas, habla de ese rigor del escritor respecto a su trabajo, monumento autónomo de palabras, pero mirada dentro de los límites del conocimiento real. ¿Cómo saber qué piensa Estela?, ¿cómo saber qué piensa nadie más que uno? Pues si no se sabe, no se cuenta.

Si se cuenta lo que le pasa a uno: esa secuencia de enamoramiento, encoñamiento, celos, desilusión. Ah, la desilusión, tan presente en el recuerdo como el amor. El hastío. Y el final, que no es el olvido. Precisamente de este no olvido es de lo que trata la novela. Narrada por un sujeto que puede ser y es, sin disfraces innecesarios, el propio Cabrera Infante, el periodista de Carteles que fue, el autor juega constantemente con esa convención gracias a la cual podemos leer novelas: la verosimilitud. Sólo que introduce la duda sistemática, hipercrítica, metapoética, sobre los delgados límites entre lo que pasó realmente, lo que se recuerda, lo que se escribe. Y los silencios entre unos y otros. Y los referentes literarios. Es decir, lo que hay entre la biografía y la novela, y el constante cuestionamiento de las dos.

Vista desde la perspectiva de La Habana para un infante difunto y Tres Tristes Tigres, La ninfa inconstante cubre el espacio cronológico entre una y otra. Se sitúa, como los tigres, en La Habana anterior a la revolución, exactamente en 1957, aunque los «hechos» debieron suceder, según Miriam Gómez, un año antes. Y, cosas de la historia, al rigor de la primera persona y del protagonismo femenino, que la vuelve continuación directa de La Habana…, se añade ahora un mundo conversado que anuncia la coralidad de TTT. Lo anuncia, aunque, como La Habana…, haya sido escrita después. Cosa de la que Cabrera Infante es bien consciente. Las autorreferencias, las reflexiones en torno al propio texto en proceso, y a los demás, son continuas. Se trata de un mismo mundo. Se trata de un mismo hombre y de una misma ciudad.

Y efectivamente están aquí todas las obsesiones y todos los recursos del novelista. El plano de La Habana, que habla de esa voluntad de nombramiento, cargada de nostalgia. La música, sobre todo el bolero pero no sólo, que suena insistente, conforma los ritmos, se cita literal y oblicuamente, irónicamente. El cine, que es un oficio y un beneficio, una bendición, y que carga todas las cartas. Y la actitud del sujeto narrador. Ese humor que muchas veces es negro, esa especialísima manera de jugar con las confusiones y fusiones fonéticas, con los desplazamientos semánticos y los huecos en los que salta la chispa de la risa inteligente… El lenguaje, en fin, que es aquí, además de otras cosas, una frontera infranqueable entre los dos protagonistas de la historia -que hablan diferente: inevitable- y un puente de complicidad con el lector.

Decir que tiene muchos niveles de lectura ya no está de moda, pero los tiene. Y que tiene, intocable, un misterio final, en la profundidad. Habría que tener todas las referencias de que dispone el autor para poder comprenderla enteramente. Algunas, muchas, nos son asequibles. Otras no. Otras están en el secreto del creador, en sus vivencias, en sus fantasmas. Pero asomarse a ellas es un privilegio, porque se trata de una gran novela. Una novela genial.

ROSA PEREDA 11/10/2008